miércoles, 4 de enero de 2012

Epifanía (B)

6-1-2012 EPIFANIA DEL SEÑOR (B)
Is. 60, 1-6; Sal. 71; Ef. 3, 2-3a.5-6; Mt. 2, 1-12
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
Celebramos hoy la festividad de la Epifanía del Señor, más conocida como la festividad de los Reyes Magos. Como ya os he dicho en otras ocasiones, “Epifanía” es una palabra que procede del griego y que significa “manifestación”. En el evangelio del domingo pasado leíamos cómo el Niño Dios se había manifestado (Epifanía) al pueblo de Israel personificado en los pastores. Hoy, día de 6 de enero, leemos cómo el Niño Dios se manifiesta (Epifanía) a unos extranjeros, a los magos de oriente.
- Me llama la atención que gran parte del relato que nos hace hoy el evangelio se centre en narrar las reacciones de Herodes, de los sumos pontífices y de los letrados del país ante el nacimiento de Jesús. Ellos tenían ante sí todos los medios para conocer y reconocer al Mesías de Dios, pero NO se movieron ni un paso de sus casas y de sus palacios para acercarse a Belén. Sin embargo, los pastores SÍ dejaron sus rebajos, su descanso bien merecido para ver al Niño Dios y para estar con Él. Igualmente los magos de oriente SÍ dejaron las seguridades de sus casas y de sus países para ver y adorar al Niño Dios, pero –repito- Herodes, los sacerdotes judíos y los sabios no movieron ni un músculo para ir ante el Hijo de Dios. Si hubiera venido el emperador romano a Israel, entonces sí que hubieran dejado todo para estar con él; pero para ver a Dios, al Mesías no se movieron nada; no le dieron importancia. A estas gentes (Herodes, los sacerdotes judíos y los sabios) da ganas de decirles aquel dicho tan de nuestros días: “¡Que no te enteras, Contreras!”
Pero este no enterarse es bastante común entre nosotros, los humanos. Veamos un poco lo que sucede a nuestro alrededor: 1) Un chico de Túnez empezó las revueltas en el mundo árabe al quemarse a lo bonzo por la corrupción generalizada de sus gobiernos. Los jefes árabes no se enteraban o no querían enterarse de los que sucedía entre sus ciudadanos. Y tanto tiraron de la cuerda, que, al final, ésta rompió. Los medios de comunicación han tomado como fecha de inicio de la revuelta en Túnez y por consiguiente en todo el mundo árabe el viernes 17 de diciembre de 2010, cuando el joven universitario y vendedor ambulante Mohammed Bouazizi se quemó a lo bonzo en la ciudad de Sidi Bouzid, para protestar por la acción de la policía que, al confiscarle su puesto callejero de venta de frutas, le había condenado al paro y a la miseria más absoluta. Los hechos continuaron por la reacción de la población con fuertes protestas ante el suceso, así como el incremento excesivo de los precios en los alimentos básicos, la corrupción, las malas condiciones de vida de los habitantes tunecinos y la falta de oportunidades para superar la crisis económica que sufría el país desde 2008. Después de Túnez las revueltas pasaron a Egipto, a Yemen, a Marruecos, a Jordania, a Libia, a Siria… Ahora muchos jefes árabes quieren “enterarse”, pero ya es tarde en muchos casos. Ahora muchos jefes árabes (Gadafi, Mubarak, Ben Alí) quisieran “haberse enterado”, pero ya es tarde en muchos casos.
2) También podríamos decir lo mismo (“¡Que no te enteras, Contreras!”) con lo de la crisis económica. Era anunciada por algunos, pero mucha gente no quiso enterarse y siguieron endeudándose, comprando y huyendo hacia adelante hasta que “les pilló el toro”. Supe del caso de un avispado hombre de negocios que a mediados de la década de 2000 cogió su dinero, el dinero de sus hijos y de sus conocidos y compró unos terrenos; los edificó y vendió las viviendas sacando mucho dinero. Al ver la ganancia, de más de un 500 %, más gente, además de los primeros, le confió su dinero a este avispado hombre de negocios, e incluso éste hombre pidió dinero prestado al banco e hipotecó su casa; luego con todo el dinero que había reunido compró otros terrenos y los edificó, pero cuando fue a vender la nueva remesa de viviendas… era ya 2009, y entonces no se vendía nada. Al final, este hombre perdió el dinero de sus amigos, de sus conocidos, de sus familiares, de sus hijos, el suyo propio, su casa de toda la vida… Ahora muchos avispados negociantes, empresarios, obreros, amas de casa, padres de familia, gobernantes, etc. quisieran “haberse enterado”, pero ya es tarde en muchos casos.
Pues, como dije más arriba, así sucedió en Israel: Herodes, los sacerdotes judíos y los sabios iban a lo suyo y a pesar de las señales que les venían, no quisieron enterarse de lo que sucedía muy cerca de ellos. El acontecimiento universal y cósmico, el hecho más importante de la humanidad, es decir, el nacimiento del Hijo de Dios para ellos pasó entonces desapercibido. Ellos estaban muy cómodamente instalados en su vida y en Israel. Un Mesías les traería problemas y complicaciones, por eso quisieron “pasar” de la noticia, o quisieron ahogarla en sangre, como Herodes con los Santos Inocentes. Ahora, me consta por la fe, Herodes, los sacerdotes judíos y los sabios quisieran “haberse enterado”, pero ya es tarde en muchos casos.
- Tengo miedo que también a nosotros se nos diga hoy día aquello de “¡que no te enteras, Contreras!”, en referencia a la venida de Jesús, el Hijo de Dios a nuestras vidas, a nuestro mundo. No dejemos que las fiestas, las reuniones de familia, las comidas, las pagas extras, los problemas y discusiones, el deseo que pasen pronto estos días, que para muchos son de los más tristes del año…, nos impidan enterarnos de lo que realmente importa: Dios nos entrega a su Hijo querido para nuestra salvación y para nuestra alegría. No dejemos que los “Herodes, los sacerdotes judíos y los sabios” de ahora nos arrebaten esta alegría y a este Jesús, y no dejemos que se desvíe nuestra atención. Si ellos quieren ver otras cosas, que las vean. Nosotros sabemos bien dónde está nuestro tesoro. Los que quieren enterarse, como los magos de oriente y los pastores, entonces se llenan de inmensa alegría, pueden entrar en el corazón de Jesús y pueden ver a éste con María, su madre.

10 comentarios:

  1. Buenos dias ¡¡¡ que no te enteras Contreras ¡¡ me ha sacado una sonrisa .. En esta época tan alocada que vivimos va muy bien este dicho ¡¡¡ pues es mas facil hacer oidos sordos y no mirar lo que pasa a nuestro alrededor .. sino mirar para otro lado ... siempre poniendo una escusa...para no dedicar un momento al Señor .. Los otros dias una amiga me decia ¡¡ yo no tengo tiempo para rezar un rosario como tu ¡¡ y le dije lo que mi abuela decia .. el tiempo si lo quieres lo haces ¡¡¡
    Tendriamos que tomar de ejemplo de estos pastores .. estos reyes que sin importar el clima .. la distancia .. eligieron escuchar su corazon .. sabiendo que en el corazon de la gente habita Nuestro Señor ..
    Empecemos este año escuchando el corazon ...escuchando a Nuestro Padre ..que mejor que hacerle frente al Niños Jesus junto a los reyes y pastores ¡¡

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  2. Querido Andrés qué homilía la de la Epifanía. Me has hecho reflexionar sobre mi actitud despectiva que a veces asumo como cristiano. A veces no me entero porque ando por otros caminos que no conducen a nada. Quiero imitar a los Reyes Magos. Quiero seguir siendo un buscador que no se detenga en el camino a ver otras cosas me distraigan en este mundo de miles de caminos engañosos. Te bendigo Andrés. Bendigo tu sacerdocio. Un abrazo grande para tí. Gracias por hacerme reflexionar!

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  3. Buenos días Andrés, ayer estuve pendiente de ver si enviabas la homilía, en esta semana tienes doble trabajo, son muy seguidas.
    Ahora, cuando abrí el correo ¡qué alegría me entró!, eres como la droga, no se puede pasar sin ti, sin tus homilías.
    Año tras año en estas fiestas, intento vivirlas lo más profundamente con el Señor a pesar de la adversidad.
    El día de Noche Buena, nos pusimos delante del Belén que puse en la entrada, por supuesto no estaba aún puesto el Niño Jesús en el portal. Mandé a los niños que se sentasen en el suelo y cogí la Biblia y leí el pasaje donde el ángel se aparece a los pastores, pues en el Belén he puesto lo más importante y voy moviendo las figuras según corresponde a lo que celebramos. MI marido también colaboró, después de leer el pasaje, pusimos al Niño Jesús en el portal y quise ponerle entre algodones y lo tapé, es la primera vez que lo hago, porque pensé ¿por qué el Niño Jesús siempre se ve desnudo, con el pañal? da sensación de frío y quise cambiar esto.
    Terminas la homilía diciendo:
    Tengo miedo que también a nosotros se nos diga hoy día aquello de "¡que no te enteras, Contreras"!, en referencia a la vida de Jesús, el hijo de Dios a nuestras vidas, a nuestro mundo. No dejemos que las fiestas, las reuniones de familia, las comidas, las pagas extras, los problemas y discusiones, el deseo que pasen pronto estos días, que para muchos son de los más tristes del año...,nos impida enterarnos de lo que realmente importa: Dios nos entrega a su hijo querido para nuestra salvación y para nuestra alegría. No dejemos que nos arrebaten esta alegría y a este Jesús y no dejemos que se desvíe nuestra atención. Nosotros sabemos bien dónde está nuestro tesoro, "Jesús". ¡No hay alegría que se pueda igualar!

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  4. Andrés, hoy Reyes. Regalos?. Sí, uno: tu homilía.

    Que tu cariñosa y habitual frase de despedida: QUE DIOS TE BENDIGA!, que "encantan" a todo el que las escucha y, que para mí, suelen ser balsámicas, queremos, desde esta humilde casa, que hoy, día de Reyes, vuelvan envueltas para tí y toda tu familia, como el mejor regalo que podemos ofrecerte, QUE DIOS TE BENDIGA, Andrés!.
    Como escribía ayer Lorenzo en este blog: "... te bendigo Andrés, bendigo tu Sacerdocio"

    Y ahora, a desenvolver tu regalo (tu homilía) y a jugar un poco con las ideas y "deberes" que nos pones para esta semana.

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  5. Un regalo para vuestros hijos. Esta aportación, no es del que suscribe, es de autor desconocido.

    Érase una vez tres reyes magos que vinieron de oriente siguiendo una estrella. Los tres son viejecitos. El rey Melchor es alto, con una barba blanca y unos ojos azules. El rey Baltasar tiene la piel negra y brillante, es el menos viejecito de todos. El rey Gaspar tiene la barba y el pelo rojo; tiene el porte de un rey, claro, ¡es un rey !, su nariz cae como un gancho sobre la boca y en sus labios se dibuja una sonrisa misteriosa. Yo os digo, amigos míos, que no perdáis de vista a este viejecito…
    Los tres reyes van caminando durante la noche por un camino largo; las estrellas brillan, serenas; abajo, en la tierra, tal vez a lo lejos, se ve el resplandor de una lucecita. Esta lucecita indica una ciudad. Los Magos van a recorrer sus calles, se detendrán ante las casas y dejarán en los balcones los regalos esperados. Ya lo habréis oído contar, estos reyes eran muy ricos y les ponían sus regalos a tooodos los niños de tooodas las casas, de tooodas las ciudades; pero ha pasado mucho tiempo y los tesoros de los magos ya no son tan abundantes. Así Melchor, Gaspar y Baltasar cada año sólo pueden dejar sus regalos a unos pocos niños.
    Los Magos se han detenido a las puertas de la ciudad. Melchor, el de la barba blanca y los ojos azules, tiene una gran arca. Baltasar, que tienes los ojos color azabache, también, y en ella buscan algo para dejar en el balcón del niño elegido. Gaspar, amigos míos, no tiene arca, no tiene equipaje, ni caballo, ni asno en que llevar lo que ha de regalar a los niños, pero tiene una nariz un poco encorvada, unos ojos de mirada soñadora y una sonrisa misteriosa en sus labios.
    Los tres Magos se disponen a entrar en la ciudad. Como van siendo ya pobres, no se paran en todos los balcones, sino que dejan sus regalos en unos y pasan de largo ante otros. Cada rey elige a un niño para dejarle su regalo. Y así de tanto en tanto, Melchor llega a una casa, abre su arcón y deja en la ventana su regalo. Lo que este rey de la barba blanca regala se llama “Inteligencia”. Al cabo de un largo rato, Baltasar se detiene ante otra casa, mete la mano en su tesoro y pone su obsequio en la ventana. Lo que este rey de ojos negros como una noche sin luna regala es la “Bondad”
    Y sólo el rey Gaspar, el rey de nariz picuda y labios sonrientes, sólo este rey pasa, y pasa y pasa ante los balcones y sólo se detiene ante uno, o dos, o tres de cada ciudad. Y ¿qué es lo que hace entonces el Rey Gaspar? ¿Qué es lo que regala este rey?. Todo el tesoro de este rey está en una diminuta caja de plata que el lleva en uno de sus bolsillos. Cuando Gaspar se detiene ante un balcón, allá, muy de tarde en tarde, coje su pequeña caja, la abre con cuidado y pone su regalo en el balcón. No es nada lo que ha puesto; parece insignificante: es como humo que se disipa al menor viento; pero este niño favorecido con tal regalo gozará de él durante toda su vida y no se separarán de él ni la felicidad ni la alegría.
    El rey Gaspar ha depositado ya su regalo. Sus ojos verdes, no os he dicho antes que eran verdes, brillan fosforescentes; su nariz parece que baja más sobre la boca, y en los labios se dibuja con más profundidad su sonrisa. Acercaos, niños; yo os quiero decir lo que el rey Gaspar lleva en su caja. Sobre la tapa, con letras diminutas, pone: “Ilusiones”.
    Autor Desconocido

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  6. San Mateo nos presenta dos maneras opuestas de situarse ante el nacimiento de Jesús: decidir ir a su encuentro (Magos de Oriente) o rechazarlo (Herodes).

    Curiosamente, Jesús nace en Belén de Judea y nadie en los alrededores se entera de su presencia. Los creyentes vivimos, como el resto de la gente, buscando, encontrando y volviendo a buscar. Sabemos que en el fondo de nuestras inquietudes se encuentra Jesús, en quien creemos. Muchas estrellas en el camino nos señalan su presencia. En nuestro caminar también hay estrellas que nos han guiado y acompañado en los momentos importantes de nuestra vida y que lo siguen haciendo.

    Hoy, los ‘sabios de Oriente’ que buscan a Dios son aquellas personas que se toman en serio el Evangelio y viven conforme a sus enseñanzas. Y para tener tal compromiso evangélico creo que no es necesario hacer nada fuera de nuestro alcance: amar todo cuanto hacemos, ya sea en la familia, el trabajo, la parroquia, etc.

    Señor, ayúdame a tener interés por conocer la verdad y la bondad del Evangelio.
    Que sepa vivir la Fe dentro de los acontecimientos del día a día y a aprender a ver tus señales en cada situación con la que me encuentre. Amén.

    Un abrazo para todos y que en este año que comienza vivamos la luz de la verdad y la alegría de la Fe.

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  7. Sí, Andrés es un regalo de Dios para todos y sus homilías. También vosotros sois un regalo para mi con vuestras aportaciones.Gracias y que Dios os bendiga.

    Andrés, yo también bendigo tu sacerdocio al igual que Lorenzo.

    ¡Qué Dios te bendiga!

    Un abrazo para todos.

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  8. Es interesante el observar las distintas reacciones de las personas ante un gran acontecimiento, un acontecimiento único, y que nos incumbe a todos.
    "El pueblo que habitaba en tinieblas vió una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló"
    He aquí el meollo de la cuestión; para desear la luz, has de ser consciente de que estás en tinieblas, en la oscuridad; y como en esa negrura no eres capaz de ver nada, deseas un rayo de luz que te ayude a distinguir el camino a seguir, y disfrutar de todo lo creado.
    El rey y los poderosas de Judea, no podían admitir que sus vidas transcurrían en medio de una gran negrura y oscuridad, porque ellos eran sus propios dioses; eran importantes, poderosos, y todos les "veneraban" porque si no habrían de sufrir las consecuencias; así pues, no supieron ni quisieron ver la Luz, su prepotencia les impedía reconocer a nadie por encima de ellos; ¿Como iban a abandonar su poltrona y su comodidad para ir a ver a un Pequeño que para colmo se encontraba en una cuadra, y era hijo de un ponbre carpintero? No quisieron aceptarlo, como tampoco lo hicieron aquellos posaderos a cuya puerta llamaron los padres de Jesús, y que si le hubieran acogido, habrían sido los primeros testigos del gran acontecimiento; pero como eran pobres, no había lugar para ellos.
    Herodes y todos los letrados y sumos pontícifes, sin duda pensaron que, ese niño que decian sería el Salvador y rey de Israel, venía a destronarlos, y emplear la fuerza para salvar al pueblo; no entendieron, hoy tampoco se entiende que Jesús venga a salvarnos a través de la humildad, de la entrega, de perder la vida para darnos la libertad y la salvación.
    Así que pienso yo, que solo los humildes y limpios de corazón, pueden ver esa estrella, y comprender que su luz quiere guiarles hacia la Luz total, y reconocer en ese niño al hijo de Dios, que no viene a causarnos ningún daño, solo desea estar cerca y ayudarnos en nuestro caminar, y poder conseguir que seamos felices, y no enclaves de dioses que solo pueden destruirnos.
    Hoy esos magos, esos reyes orientales, poderosos en sus respectivos países, sí supieron ver en aquella estrella una luz especial, brillaba mucho mas que el resto, y no dudaron en correr tras ella, convencidos de que les guiaría hacia algo muy Grande, algo habría de encontrar, que mereciera la pena el camino recorrido.
    Señor, ten compasión y danos tu gracia para que, sepamos ver cada día esa luz maravillosa, que nos ayude e ilumine nuestro caminar.
    Danos Señor para ello, un corazón humilde y limpio que se fíe de Ti.
    Gracias por haberte revelado a todos los hombres.
    Gracias a ti Andrés, por hacernos entender todos estos misterios; con el ejemplo que nos cuentas del muchacho egipcio, a mi me hace ver claramente que, alguien ha de romper la primera lanza, ha de dar la cara, para que el resto pueda darse cuenta de la esclavitud en que viven.
    Que Dios os bendiga a todos.
    BENDITO SEA DIOS.

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  9. ¡Feliz fiesta de los Reyes Magos!! Somos muchos los que continuamos esta tradición, tan celebrada por medio de cabalgatas, regalos etc...de la llegada de los Reyes a adorar al Niño.
    Es cierto, que a veces no nos enteramos, pero mas cierto quizás y mas grave aún, es que enterándonos del Acontecimiento y de otros tantos a nuestro alrededor, no hagamos NADA por reflexionar, o tomar iniciativas o bien enterarnos a fondo...la comodidad, la pereza, el egoísmo, hacen estragos en nosotros y en nuestras familias, casi SIN ENTERARNOS. Veo que la Navidad, se convierte en la mayoría de los hogares, en fiestas familiares olvidando a la persona en cuyo honor la celebramos: JESÚS.
    Muchas personas buenas y con gran sentido familiar celebran estos días santos, sin recordar a ese Niño que nace: Jesús. En Él, DIOS SALVA, DIOS SE ACERCA Y SE COMUNICA CON EL HOMBRE. Y...ponemos el Belén, cantamos Villancicos y YA ESTÁ. ¡¡es que NOS ENTERAMOS POCO!, no lo suficiente e incluso los creyentes, pues en ocasiones no somos capaces de trasmitir fuera de los mas íntimos, la grandeza de la Navidad: Jesús nace y en Él, Dios nos salva y se acerca a nuestra humanidad.
    Pero los creyentes, tenemos la gran suerte de creer en que esa Venida de Jesús, no se limita a estos días, sino que cada día ahí le tenemos alertándonos de que está con nosotros, de que sigue con nosotros y el gozo de Su presencia nadie nos lo puede arrebatar.
    En la persona de los Reyes hemos podido acercarnos a adorar a Dios, y también en ellos hemos recibido Su bendición; también el Pater.
    Un abrazo para todos los amigos del Blog.

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  10. ¡Qué buen mensaje lleva el viejo dicho, "que no te enteras contreras"!
    Es cierto, uno camina tan rápido por la vida y muchas veces no me doy cuenta de la realidad que me rodea. No me extraña que el nacimiento del Niño Dios, les pasase a muchos desapercibido, hoy, en nuestros días puede suceder lo mismo, y me incluyo. Todos los acontecimientos se desarrollan con tanta rapidez, todo es tan fugaz..., que uno tiene que hacer acopio de sensatez, pararse para respirar, interiorizar las emociones y descubrir lo extraordinario de cada día, es decir el regalo de la vida, el regalo de Dios a todos los hombres, que empezó por hacerse El mismo..., un Niño.

    Deseo que en este año que comienza, pueda percibir en todos los acontecimientos que me vayan sucendiendo la mano misericordiosa de Dios, que pueda percibir que ese Niño nacido en Belén acompaña mi vida, que pueda siempre seguir su estrella como los Magos de Oriente, sin importarme dónde se pueda parar, en la confianza de que El camina junto a mi y que me inspire para que yo, en mi humilde aportación, pueda también ser luz para mis hermanos, pueda alegrar e iluminar su camino, prescindiendo de mis egoismos y banalidades.

    Gracias D. Andrés, por "enterarme" de cómo van las cosas del Señor, y de lo fácil que es a veces, descubrirle a nuestro lado. Yo también me uno a Lorenzo y bendigo su sacerdocio.

    Un fuerte abrazo para todos ustedes.

    Aloya

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