jueves, 12 de enero de 2012

Domingo II del Tiempo Ordinario (B)

15-1-2012 DOMINGO II TIEMPO ORDINARIO (B)
Sam. 3, 3b-10.19; Sal. 39; 1 Co. 6, 13c-15a.17-20; Jn. 1, 35-42
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Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
Al preparar esta homilía me fijé en un detalle del evangelio: cuando San Juan y San Andrés, que eran los dos discípulos que estaban con San Juan Bautista y luego siguieron a Jesús, fueron a ver dónde vivía Jesús, se nos dice que “serían las cuatro de la tarde”. Este dato no tiene importancia alguna, por lo que se ve a simple vista, en el resto del relato que se nos hace del encuentro de Jesús con sus futuros apóstoles, pero, sin embargo, San Juan Evangelista lo reseña en el texto. Por eso, a esta homilía la voy a llamar la homilía de los DETALLES.
Creo que os dais cuenta que nuestra vida está hecha de pequeños detalles, muchas veces sin importancia, pero que quedan retenidos en nuestra memoria y en nuestra retina. Estos detalles, quizás irrelevantes, pueden estar asociados para siempre a los grandes acontecimientos de nuestra vida: el primer encuentro con el ser amado (nos quedamos con el detalle de una prenda de ropa, de un lugar, de un olor…[1]), el nacimiento de un hijo, una muerte, el surgir de una vocación religiosa[2], un hecho de nuestra infancia, un tema de estudios[3], etc.
- Eran las cuatro de la tarde. Juan y Andrés se encuentran con Jesús y le preguntan dónde vive. No nos dice el evangelio dónde vivía Jesús: si era una casa, o era una posada, o era un chamizo, si era en una aldea o en una ciudad, si había muchas habitaciones o pocas. No nos dice el evangelio con quién vivía Jesús: si sólo o acompañado, si con amigos o familiares, si ellos eran los primeros discípulos o ya había otros antes. No nos dice el evangelio en qué trabajaba o de qué comía Jesús. No nos dice el evangelio qué vieron o qué hablaron Juan y Andrés con Jesús. ¡Cuánto no habría gustado que Juan y Andrés nos hubiera contado lo que Jesús les dijo entonces, qué fue lo que les encandiló para dejarlo todo por Él! Simplemente nos dice el evangelio: “Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde”.
- Encuentra PRIMERO a su hermano Simón. Parece ser que estuvieron Juan y Andrés con Jesús hasta el anochecer y luego regresaron a sus casas. Ellos se marcharon de junto a Jesús “tocados”. ¿Por qué sabemos esto? Pues porque enseguida Andrés, al ver a su hermano Simón, le dice: “Hemos encontrado al Mesías”. Pero no le basta con habérselo dicho. El evangelio añade: “Y lo llevó a Jesús”. Sin embargo, quisiera fijarme en el detalle que escribo al principio de este párrafo: Nos dice el evangelio que el primero al que encontró Andrés al dejar a Jesús fue a su hermano Simón. Cuando se escribe este evangelio han pasado ya unos 50 ó 60 años de los hechos narrados y San Juan Evangelista recuerda, a pesar de los años transcurridos, el detalle de que el primero que encontró Andrés al volver a su casa fue a su hermano Simón. Seguro que también iban juntos Juan y Andrés, Y por eso se le quedó grabada en su memoria este detalle.
- Jesús se le quedó MIRANDO. Cuando Andrés llevó a Simón ante Jesús, Éste le dijo que, a partir de ese momento dejaría de llamarse Simón y pasaría a llamarse Cefas: piedra, Pedro. Pero antes de hablar Jesús, nos dice Juan que Él se quedó mirando a Simón. Y el detalle de la mirada de Jesús a Pedro tuvo que ser algo llamativo para Juan –seguro que él estaba igualmente presente en este encuentro-, pues se le quedó grabado en su retina cómo Jesús miró a Pedro. Jesús miró a Pedro como no le había visto mirarle a él mismo o a Andrés. Debió de ser una mirada especial, de ahí que Juan reseñe este detalle en el evangelio.
PEQUEÑOS DETALLES PARA GRANDES ACONTECIMIENTOS.
- Pensemos y oremos esta semana un poco en nuestra vida. En esos pequeños detalles que acompañan esos grandes momentos de nuestra vida. También hay pequeños detalles para los hechos más sencillos de nuestra vida ordinaria, y asimismo hay pequeños detalles que iluminan o dan fuerza al paso de Dios por nuestra vida de cada día
.
[1] “Encontré a Celia, mi mujer, salida como yo de Filosofía, en la biblioteca de la facultad donde hacía poco había comenzado a trabajar. Después de una larga conversación que mantuvimos, me despedí, bajé por el ascensor, salí a la calle y, caminando lentamente, sentí una especie de estupor, mientras me decía a mí mismo: ‘he conocido a mi mujer’. Yo no la merecía y sigo sin merecerla después de cincuenta años” (H Bojorge, La casa sobre roca, Lumen, Buenos Aires, 2005, 60). (Lo que está en negrita son los “detalles”).
[2] “Mi vocación religiosa nació cuando tenía 18 años. Recuerdo aquel día, hacía sol; mamá y yo íbamos con el carrito para hacer las cosas, comprar, etc.; yo con mi cabecita pensando en chicos, ponerme más guapa… Pasamos por los Capuchinos, mi mamá entró. Es muy cristiana; yo, despistada, entré con ella. Un día como otro cualquiera. Ella se arrodilló y en su profunda oración se sumergió. Era un día como otro cualquiera, un día más. Me arrodillé por costumbre, como un día más. En ese momento una Paz inmensa, terriblemente sensible inundó todo mi ser. Allí vi a mi lado una talla de tamaño natural de Jesús crucificado derramando Amor y Misericordia. Él había dado TODO gratis sin yo merecerlo: con silencio, sin palabras, sin publicidad”.
[3] Era junio. Yo tenía casi 12 años. Había terminado 1º de bachiller e iba a recoger las notas de fin de curso. Me acompañaba un vecino, que era algo mayor que yo. Vi mis notas y había aprobado todo. ¡Mi primer curso en el Instituto haciendo bachillerato y lo había aprobado todo en junio! Sentí una gran alegría. De repente, un compañero de mi curso se me acercó y, en plan de broma, me dio una patada suave en el trasero. Yo, que estaba tan contento, le dije: “¡Gracias!” Él se rió de mis palabras y me quedó grabada la cara de sorpresa de mi vecino por mi reacción.

15 comentarios:

  1. Pequeños detalles:


    Da a la gente más de lo que espera y hazlo con alegría, recuerda que el egoísmo es parte del fracaso de la vida.

    No creas todo lo que escuchas, no gastes todo tu dinero o duermas todo lo que quieres.

    Cuando digas "Te amo", demuéstralo.

    Cuando digas "Lo siento", mira a la otra persona a los ojos.

    Nunca te rías de los sueños de los demás.

    Ama profunda y apasionadamente. Pueden herirte pero es la única forma de vivir la vida completamente.

    En las discusiones, pelea con justicia. Sin hacerlo un asunto personal.

    No juzgues a la gente por sus familiares ni por las apariencias.

    Habla despacio pero piensa rápido.

    Cuando alguien te hace una pregunta que no quieres responder, sonríe y pregúntale: ¿Por qué quieres saberlo?

    Llama a tus padres.

    Cuando te equivoques, no olvides la lección.

    Recuerda las tres R: Respeto por ti mismo, Respeto por los demás, Responsabilidad por todos tus actos.

    No dejes que una pequeña discusión dañe una gran amistad.

    Corrige tus errores.

    Sonríe cuando contestes el teléfono. Quien te llama lo escuchará en tu voz.

    Dedica tiempo para estar a solas.

    Abre tus mente al cambio, pero no olvides tus principios.

    Recuerda que el silencio es a veces tu mejor respuesta.

    Lee más libros y mira menos TV. Lo que aprendas lo podrás transmitir a tus hijos con mucha sabiduría.

    Vive una vida buena, honorable. Así cuando seas viejo y mires atrás, la podrás disfrutar por segunda vez.

    Confía en Dios pero asegura tu vehículo.

    Haz todo lo que puedas para crear un tranquilo y armonioso hogar.

    Comparte tu conocimiento.

    Nunca interrumpas cuando estas siendo halagado.

    Preocúpate de tus asuntos.

    Una vez al año, visita un lugar que nunca has estado.

    Juzga tu éxito a través de lo que has renunciado para obtenerlo.

    Aprende a reconocer y agradecer la ayuda que te prestan los demás.

    Piensa bien lo que vas a decir.

    Recuerda que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.

    Nunca te limites a demostrar lo que sientes, por
    miedo a ser rechazado o criticado.

    En desacuerdos, escucha y respeta la opinión del otro.

    No seas tan confiado, pero tampoco tan desconfiado.

    Recuerda que hay palabras que duelen mas que los golpes.

    No seas vengativo, recuerda que la vida misma se encarga de cobrar todo.

    Trata de tener estabilidad en tu trabajo y con tu pareja, porque la gente inestable es la que mas sufre.

    Nunca juzgues a alguien sin tener motivos para hacerlo, y cuando los tengas, primero júzgate a ti mismo.

    Aprende a perdonar, porque seguramente algún día tu vas a necesitar que te perdonen.

    Aprende las reglas y luego incumple algunas.

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  2. Pequeños detalles: piensa más en aquello que tienes que en lo que te falta. Serás feliz!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  3. Termina la homilía diciendo:
    "hay pequeños detalles que iluminan o dan fuerza al paso de Dios por nuestra vida de cada día." Es cierto. Recuerdo una visita a un sacerdote; sabiendo que venía dejó la puerta entreabierta...entré y le ví de espaldas mirando por la ventana. Al volverse hacia mi tenía un libro entre las manos,- rezaba la oración de Vísperas-; entonces sonrió, lo besó cerrándolo y me dedicó su tiempo. Aquel detalle, aquel gesto me quedó grabado. Desde ese día al terminar el rezo de la Liturgia de las Horas beso el Diurnal o bien el Evangelio o la Biblia. Además en ese beso me siento besada por Dios.
    ¡Bendito detalle! ¡Bendito tierno gesto hacia la Palabra de Dios!
    Gracias, Pater.
    Dios pasa tantas veces al día por mi vida; espero que los detalles y gestos de tantas personas a mi alrededor me sigan enseñando y ayudando a encontrarLe siempre. Y que yo sepa hacer lo mismo hacia los demás.
    ¡¡Qué detalles Señor has tenido, TIENES, conmigo!!

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  4. Al leer por primera vez la homilía, me gustó, pero me quedé un tanto sorprendida, por el nombre que le has dado. Pero hoy, hice la oración, sobre ella, entonces la cosa cambió se me abrió el entendimiento y me encontré con la inmensidad de ‘detalles’de parte de Dios, que sostienen mi vida en el caminar hacia Él.
    Pienso que el ser humano vive en un constante ‘detalle’ por parte de Dios: el primer gran detalle el don de la vida, poniendo toda la creación a nuestro servicio, el don de la Palabra, Jesús es la Palabra más clara que Dios dijo de si mismo. Esa Palabra sigue sonando en el mundo a través de todos los tiempos.
    Dios sigue actuando en la historia, va tejiendo nuestra vida en un continuo ‘detalle’ nos va poniendo personas, pastores, y a un determinado, para ayudarnos a superar los obstáculos que encontramos en nuestro caminar hacia Él. Es verdad, ‘que nuestra vida esta hecha de pequeños detalles’ que hacemos a los demás y que recibimos de ellos, una familia normal con esos pequeños detalles, en si tienen mucha importancia, pienso en los esposos, el trato entre ellos es, o debe ser un continuo detalle, con los vecinos, en la calle, en las colas de las cajas de supermercado, ese detalle que podemos dar todos, que no nos cuesta nada y cuanto más lo practicamos más aflora; el detalle de la SONRISA.
    Un abrazo, feliz semana.

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  5. Es que la vida esta hecha de ellos de pequeños detalles .. que si no estamos atentos los dejamos pasar .. nada es casualidad ..los detalles mas pequeños son los que nos marcan para siempre .. y los que muchas veces dan sentido a lo vivido ...y mirando para atras ellos son los que nos entibiaran el alma ... Detalles que no podremos nunca olvidar ...Detalles que nos regalo Dios... como el ultimo detalle que tuvo conmigo los otros dias cdo estaba triste pensando en mi padre que me dejo hace ya tres años .. estaba sentido mucho su ausencia .. al salir al jardin vi que el jazmin que el me regalo habia brotado con tan solo una flor .. ese para mi fue un gran detalle mandado por El Señor ..para decirme no estas sola ..
    Por ello hay que andar atentos en la vida .. y disfrutar de los pequeños detalles

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  6. Pequeños detalles:

    Contemplar un cuadro religioso puede reducir la percepción de dolor, según acaba de demostrar la nNeurocientífica Katja Wiech, de la Universidad de Oxford (Inglaterra), en un estudio que publica la revista Pain. Para llegar a esa conclusión, Wiech estudió la actividad cerebral de sujetos católicos practicantes y otros ateos o agnósticos mientras contemplaban un cuadro de la Virgen María y el popular retrato de La dama del armiño, de Leonardo da Vinci. Simultáneamente, todos los participantes en el experimento recibían unas molestas descargas eléctricas en la mano izquierda.

    Las imágenes obtenidas mediante resonancia magnética funcional mostraron que el icono religioso generaba una alteración en el cerebro de los católicos que reducía la percepción del dolor. En concreto, la respuesta consistía en un aumento de la actividad de la región derecha de la corteza prefrontal, la misma que se pone en marcha cuando se administra un tratamiento placebo. Los ateos profesos, por el contrario, no mostraban alivio ni alteraban su actividad cerebral al contemplar ninguno de los retratos.

    El neurocientífico Matthew Lieberman, de la Universidad de California, que ha seguido con interés el estudio, asegura que el siguiente paso es averiguar si las imágenes religiosas consiguieron este efecto simplemente porque llamaban la atención de los católicos o porque les generaban sentimientos “piadosos”. “Los fanáticos de los coches conseguirían el mismo alivio con la imagen de un vehículo sólo en el primer caso”, asegura Lieberman. Elena Sanz

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  7. Todas las homilías del P. Andrés, nos hacen pensar, meditar, reflexionar, son profundas , nos aportan lo esencial, rendir todo al Señor. Él, es el centro de mi vida, mi gran esperanza.

    La homilía del próximo domingo, nos habla de los " pequeños detalles para grandes acontecimientos".
    Los detalles, que a diario recibimos de los demás, nos hacen ver, que el Señor , pone en nuestro camino a personas maravillosas,que saben hacer el bien a los que estamos cerca. He recibido detalles increíbles a lo largo de este pasado año.

    Él Señor, ha tenido un detalle conmigo, hacer posible un encuentro, de manera fortuita, y por casualidad con el P. Andrés.¡ Un gran acontecimiento! ¡Qué sacerdote!
    Con su forma de ser y de actuar, aprendí de él, que hay que ser sencillos como los niños, para llegar a Dios, orar con confianza, sentirnos pequeños ante Dios, sabiendo que esta a nuestro lado, y en todo momento.

    En la Facultad, me encontré a un Catedrático, que ha sabido transmitirnos a los alumnos el amor al Señor.
    Con su ejemplo de vida, aprendí a servir a los demás con amor y humildad, viendo en ellos a Jesús.
    En sus clases magistrales, hace posible que los alumnos nos sintiéramos importantes, sabiendo ponerse siempre en el lugar del otro, ayudando y dando oportunidades al que lo necesita, dejando sus cosas importantes, para atender a sus alumnos, todo por amor al Señor y a los demás, aportando lo mejor de su persona.

    Esta Navidad, he tenido momentos muy difíciles, de tristeza y desesperanza , por la enfermedad de mi hermana. Fue mi primera Navidad con Jesús. Él Señor, no me dejo sola ni un momento, ha puesto amigos imprescindibles, amigos de hace poco tiempo, y amigos de siempre, que dejando sus obligaciones diarias han querido ayudar, y estar a mi lado, detalles que no olvidaré nunca. Gracias que han estado conmigo, he experimentado el amor de Dios en mi alma.

    En el caminar de la vida, los pequeños detalles de los amigos, una sonrisa, un abrazo, una palabra de aliento, de esperanza, con sus oraciones, en esos momentos difíciles, hacen que te sientas bien y acompañada. Agradezco a Dios todos los días que se encuentran a mi lado, son indispensables para mi.

    Os deseo a todos, una feliz semana, pidiendo a Jesús, que nos de la gracia de buscarle siempre.

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  8. Pequeños detalles: grandes metas. SER A LOS OJOS DE LOS DEMÁS COMO REALMENTE SOMOS.

    Complicamos las cosas en exceso; damos damos vueltas a los temas y opiniones sin contemplar otras opciones.
    El antídoto: vencer nuestros miedos y mostrarnos tal cual somos, relacionarnos desde nuestra verdadera naturaleza y no desde la imagen que queremos mostrar. Por mucho temor que tengamos a lo que pueda pasar si nos mostramos, los resultados siempre serán previsiblemente mejores. Si somos francos, espontáneos y honestos en nuestras relaciones será mejor que tratar de modificar la imagen que los otros puedan tener de nosotros, o bien, cuando en lugar de pedir claramente lo que necesitamos, actuamos, esperando que el otro adivine lo que debe de hacer.
    Para esto, es necesario llegar a un buen nivel de aceptación de uno mismo, darnos cuenta de nuestros fallos y nuestras virtudes y emplear nuestra energía en mejorar aquellas áreas en las que podamos tener mayores dificultades.

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  9. Aunque muy prosaico, quiero hacer una aportación que he leído, para que no nos manejen en las Rebajas.

    El efecto “dígito a la derecha” influye en la percepción del precio por parte de los consumidores. Consiste en que las personas suelen percibir que las rebajas son mayores si los dígitos a la derecha del precio rebajado son más pequeños. Por ejemplo, si un producto que costaba 222 euros cuesta 211 euros durante las rebajas se percibirá que el descuento es mayor que si un producto se rebaja de 199 a 188 euros. Y eso pese a que en ambos casos el consumidor se ahorra exactamente la misma cantidad: 11 euros.

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  10. Hoy en la primera lectura vemos al joven Samuel, que apenas sabe distinguir la voz de Dios de la voz humana, esta narración siempre me cautivo, LA LLAMADA DE DIOS, que bueno es saber responder y saber acertar lo que Dios quiere de nosotros, bien sea a la vocación religiosa o como cristiano de a pie.

    Para ello es imprescindible el poder contar con un ‘Elí’ o un ‘Andrés Pérez’ al lado para que vaya discerniendo los susurros que se van recibiendo de parte de Dios, para poder entender, comprender Su lenguaje y responder a la misión que el Señor, espera de nosotros, “la respuesta del joven Samuel (y que le sugiere el anciano Elì) es muy acertada”: “Habla, que tu siervo te escucha”.

    Se me viene a la mente, una homilía tuya, sobre ‘los talentos que Dios nos entrega a cada uno de nosotros, talentos adecuados a la tarea que Él nos ha llamado’, tantas veces no hemos acertado a lo que Dios quería de nosotros, de ahí la importancia un tener un ‘Eli’ o un ‘Andrés Pérez’ a nuestro lado, y con ganas de echar una mano, de dar su tiempo, dar un consuelo, una luz, liberar a uno de la telaraña en la que se encuentre metido, y no sólo liberarlo en ese momento puntual, sino acompañarlo en la fe, hablo por experiencia, recuerdo aquel día que Dios tuvo conmigo aquel gran ‘detalle’, de querer que fuera a la misa de once a la Catedral y que me encontrara allí con el ‘pastor’que días después me iba liberar de toda aquella problemática que estaba metida, y que él poco a poco fue haciendo que todo aquello se cambiara por una paz , y un sosiego interior, cada vez que lo pienso me parece un sueño.

    Dios tuvo conmigo el ‘detalle’ de que fuera a la Catedral ese día y tú tuviste el ‘detalle’ de que por tu sencillez, cercanía, esa sensibilidad que Dios puso en ti al exponer su Palabra llegara a mi ser, por todo eso sólo me queda darle las GRACIAS A DIOS por ponerme en tan buenas manos, y a ti GRACIAS POR ACOGERME.

    Cada día recibo ‘detalles’ a manos llenas de parte de Dios, de verdad.

    Saludos para todos.

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  11. Pequeños detalles: nunca te rías de los sueños de los demás.

    Las creencias de los demás, por muy descabelladas que nos parezcan, también son sus sueños. Me propongo todos los días ser más tolerante.

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  12. Siempre me ha llamado la atención este evangelio que se ha proclamado hoy.
    Me llama la atención porque, siempre pensaba en que sería lo que vieron y escucharon Andrés y Juan, durante esas horas que estuvieron con Jesús. Pensaba en como sería Su casa, y que les contaría el Señor para que ellos regresaran tan contentos, de tal forma que estaban deseosos de comunicarlo al primero que se encontraran. Y mira por donde, esa persona resulta ser Cefas, el hermano de Andrés; me imagino a este y a Juan entusiasmados relatando todo lo vivido durante esas horas, tanto que, llevan a Pedro ante Jesús. Desean que el también disfrute escuchando y viendo al Maestro. Y eran las cuatro de la tarde aproximadamente. Nunca me fijé ni di importancia a estos pequeños detalles, porque no me parecen relevantes. ¡Que importa la hora ni el lugar! lo que importa es lo que sucedió.
    Pequeños detalles ¡claro que importan! son los que de alguna manera refrendan el hecho o acontecimiento que estás contando.
    Cuando algo muy importante ocurre en tu vida, siempre sueles recordar las pequeñas cosas que rodearon ese acontecimiento.
    Por eso te agradezco que tu sepas dar la importancia que tiene a todo aquello que aparece en la Escritura; a mi me ayuda mucho para reflexionar. La hora, la transmisión de los discípulos, la mirada especial de Jesús a Pedro....etc.
    Como todos vosotros mas o menos, yo también he recibido infinidad de detalles de parte de Dios, en mi vida cotidiana y en momentos mas íntimos de oración.
    Ahora viene a mi mente un pequeño detalle, que acompañó a otro muy importante para mi.
    Sucedió hace muchos años, yo solía acudir a misa de ocho cada mañana, y luego me quedaba un rato orando. Un día me quedé dormida y al despertar comprobé que no llegaría a tiempo; dudé si quedarme en casa, pero algo me empujó hacia la iglesia; llegué y en efecto la misa acababa de comenzar, aún estaba la gente en pié rezando el acto penitencial, entré y me situé en el primer lugar que estaba libre, recuerdo perfectamente cual era; Estos son los pequeños detalles, una vez situada y tranquila, escuché una voz en mi interior, "Buenos días chony, te estaba esperando" este fue el gran detalle para mi, hizo que las lágrimas rodaran por mis mejillas y el corazón saltara en mi pecho.
    ¡Cuantos detalles de este estilo ha tenido y tiene mi Señor conmigo!
    Gracias Andrés, porque a través de tus homilías me ayudas a entender y recordar tantas cosas que el Señor ha hecho.
    Hermanos os deseo una buena semana, que el Señor os ayude a estar atentos y a ser detallistas con todas las personas que nos rodean..
    BENDITO SEA DIOS

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  13. Nunca juzgues a alguien sin tener motivos para hacerlo, y cuando los tengas, primero júzgate a ti mismo.
    Un pequeño detalle, que me propongo tener en cuenta!!!

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  14. Nunca juzgues a alguien sin tener motivos para hacerlo, y cuando los tengas, primero júzgate a ti mismo.
    Un pequeño detalle, que me propongo tener en cuenta!!!

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  15. Pequeños detalles:

    Dedica tiempo para estar a solas.

    Recuerda que el silencio es a veces tu mejor respuesta.

    Ora et labora

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