14-11-2021 DOMINGO XXXIII TIEMPO
ORDINARIO (B)
Dn. 12, 1-3; Sal. 15; Heb. 10,11-14.18; Mc. 13, 24-32
Homilía de vídeo.
Homilía en audio.
Queridos hermanos:
En
el evangelio de hoy se nos habla de los últimos tiempos. Estamos ya terminando
el año litúrgico B, el dedicado al evangelio según San Marcos, y estos textos
se refieren al juicio final y a los últimos días. Pues bien, permitidme que os
narre dos hechos, uno real y otro que bien puede serlo, y luego entramos ya en
el meollo de la homilía:
1)
Hace un tiempo estuve en Covadonga en unos Cursillos de Cristiandad. Éramos 33
personas y estuvimos hablando de Dios, hablando con Dios, reflexionando sobre
nuestra vida y pasándolo muy bien. Se nos dieron varias charlas. En ellas se
nos explicaban cosas de la fe y al tiempo se nos daban también testimonios de
vida. Por ejemplo, un chico comentó el siguiente episodio: Resulta que él está
colaborando con un proyecto de Caritas parroquial en el que se apoya a niños y
adolescentes en sus estudios dándoles clases para que suban el nivel de sus conocimientos.
A estas clases van niños españoles, pero también otros niños: hijos de
emigrantes, y que van más retrasados. Hay niños polacos, rumanos, de
Hispanoamérica, marroquíes… Confluyen allí muy diversas culturas, modos de
pensar, costumbres y religiones, y se procura tener el máximo respeto hacia
todos ellos. Las clases se dan en los salones parroquiales, en donde hay
posters con imágenes religiosas y crucifijos, que se usan para la catequesis.
Pues bien, comentaba este chico que en cierta ocasión uno de los niños
marroquíes, de unos 8 años de edad, empezó a decir (señalando para un
crucifijo) que ‘menudo profeta’ teníamos los cristianos. Nuestro profeta era
débil y no valía para nada, pues, al ser escupido y azotado, no había podido
defenderse a sí mismo. El chico que le daba la clase le dijo que respetara la
fe cristiana, lo mismo que todos los demás habían respetado la suya; pero el
niño seguía insistiendo en faltar y atacar a la fe cristiana y a Cristo. El
chico se dio cuenta que el niño no hablaba por sí mismo, sino que repetía lo
que había oído en casa, y le dijo que, si fuera mayor, le respondería, pero,
como era un niño, no era conveniente responderle por respeto. Entonces, otro
marroquí de 12 años dijo: ‘Si nosotros fuéramos mayores, ¿qué nos responderías?’
Y ya el chico les dijo: ‘Si fuerais
mayores os diría que, si yo estoy dando clase a todos estos niños y a vosotros
mismos, se debe a ese profeta débil, escupido, azotado, asesinado y que no se
ha podido ni querido defender a sí mismo. Si yo os doy clase, es porque ese
profeta de burla me pide que perdone y que ame a mis enemigos y a los que no
piensan como yo’. Entonces, los niños marroquíes se callaron y la clase
pudo seguir sin más problemas.
2)
En una novela de José Luis Martín Descalzo sobre la Guerra civil española, se
contiene un diálogo entre un teniente del ejército nacional y un sacerdote
recién ordenado, que acaba de ser salvado de manos de los “rojos” por el
teniente, cuando aquellos iban a matarlo. El sacerdote trata ahora de salvar a
los “rojos” que lo querían asesinar a él, que fueron hechos prisioneros por el
teniente y sus soldados y que ahora estos quieren fusilar por ser “rojos” y
enemigos. En la tensa conversación que mantienen el teniente y el cura, aquel
le dice a este: “Usted parece creer que
todas las ideologías son como la
cristiana, en la que tú puedes creer en Dios y vivir como si no creyeras”
(pg. 226, de la novela Lobos, perros y
corderos, Ediciones Destino, Colección áncora y delfín, volumen 529,
Barcelona 1978).
¿A
qué vienen estas dos historias, y qué tienen que ver con el evangelio que
acabamos de escuchar? En el evangelio leímos: “Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder
y majestad”. En efecto, los niños marroquíes y bastantes musulmanes tienen
la convicción de que la fe cristiana es una religión de personas débiles, pues
“nuestro profeta” se ha dejado pegar y asesinar sin oponer resistencia y,
además, nos manda a sus discípulos poner la otra mejilla. Pero también es
cierto que otros muchos cristianos, incluso ‘practicantes’ igualmente pueden
tener esta visión de Jesús y de nuestro Dios. Consideran que Dios, en la práctica, es más un Abuelo que un Padre, que
va a perdonar todo, que da lo mismo hacer poco mal/bien que mucho mal/bien,
pues mientras ‘no robemos ni matemos’
no hay problema. Asimismo consideran, como el teniente de la novela, que en
la ‘ideología’ cristiana se puede creer en Dios y vivir en la práctica como si
no se creyera, es decir, se puede decir que se cree en Dios, pero echarse a la
espalda sus mandamientos.
En la Edad Media se
representaba un Jesús terrible. Era el juez que veía todo lo malo y nos
condenaba al infierno por menos de un pecado venial y ahora, sin embargo, nada es pecado, nadie hace nada malo, y Dios es medio
tonto y medio ciego y, además, es el culpable de todos los males del mundo: de
todos los robos, de todos los asesinatos, de todas las violaciones, de todas
las muertes, de todas las hambres, de todos los terremotos, de todas las
guerras…, porque, pudiendo evitarlas, no hace nada por ello. Pero el evangelio
es bien claro: al final de los tiempos, Jesús volverá a la tierra y vendrá “con gran poder y majestad”.
Pero
¿a qué va a venir Jesús? También nos lo dice el evangelio de hoy: Jesús “enviará a los ángeles para reunir a sus
elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte”. Y en la primera
lectura dice: “Entonces se salvará tu
pueblo: todos los inscritos en el libro”. Sí, Jesús va a venir con poder. Jesús va a venir a buscar a los suyos,
a quienes le permanecieron fieles en medio de las dudas, de los miedos, de las
debilidades, de las tentaciones, de los pecados, de los triunfos y de los
fracasos terrenos…
En
definitiva, nuestro ‘profeta’ puede parecer débil a otros o a nosotros mismos,
pero no lo es. Es un Dios fuerte, grande, misericordioso, paciente, amoroso,
justo, ante quien nada se le puede esconder ni nada le permanece oculto. Vamos a ver un
ejemplo de este ‘poder’, de esta fortaleza, de esta grandeza de nuestro Dios:
El 4 de noviembre de
2021 sucedió en Madrid un atropello. Tres niñas fueron atropelladas de modo
fortuito por una madre, que también tenía a sus hijos en el colegio. Una niña
de 5 años falleció. Los padres de la niña fallecida han mandado este mensaje
para su distribución: “Os queremos.
Estamos abrumados por tantísimas muestras de cariño, pero, como por el momento
estamos metidos en nuestra cueva intentando curarnos unos a otros, no sabemos
ni la centésima parte de lo que estáis rezando. No nos vemos capaces de leer
tantos mensajes de cariño, porque estaríamos todo el día llorando y no nos lo
podemos permitir, ya que tenemos otros cinco pequeños de los que hacernos
cargo, además de que vuestros mensajes son cada cual más cariñosos y repletos
de amor y Fe. Os aseguramos que vuestras oraciones nos sostienen.
Sé
que lo estáis haciendo, pero os ruego muchas oraciones por las otras dos
familias y por María, la madre que le ha tocado, a nuestro parecer, el peor
trago del accidente (fue la que provocó el atropello) y una vez más le repetimos
que se abandone en el Señor para darse cuenta que no tiene culpa alguna y que,
aunque sea incomprensible, Nuestro Dios lo ha permitido para sacar bienes
mayores. En el tanatorio nos han contado varios testimonios de personas que
estaban lejos de la Fe y que, gracias a nuestra pequeña María, han ido a rezar
el Rosario a las iglesias y han salido muy reconfortados. Les invitamos a que
no lo dejen y continúen buscando al Señor para que le lleguen a conocer, amarle
y dejarse amar por Él. El amor humano es finito, pero el AMOR de Dios es
infinito, por lo que les invitamos a beber de la fuente del amor que nos puede
dar una verdadera vida en plenitud y, más adelante, la vida eterna.
Tenemos
que agradecer también el despliegue del Samur, policía y bomberos del
ayuntamiento de Madrid, que nos atendieron con tanto cariño y profesionalidad.
De verdad que me hace estar muy orgulloso de mi patria, de nuestra España
querida. Qué decir de nuestros colegios de Fomento: Montealto y El Prado, y
muchos otros que han demostrado con obras los valores cristianos que fomentan.
Por supuesto, a nuestra Madre la Iglesia que en nuestra diócesis de Madrid y
muchas otras no han cesado en sus oraciones y muestras de apoyo.
Damos
gracias a Dios por todos nuestros amigos y nuestra gran familia. Qué importante
es cuidar de los amigos y de la familia, y también nos permitimos pediros
oraciones por ella, que parece que algunos quieren hacerla desaparecer.
Mirar:
María y yo, para poder dormir, compartimos a Dumbo, el elefante de peluche de
nuestra bebé, pero con la certeza de que Mariquilla está gozando más que nunca
en el cielo, porque era una disfrutona de la vida y yo creo que ella sabía que
solo allí podía estar mejor con su verdadero Padre y su verdadera Madre. A
nosotros nos queda el consuelo de pensar que hemos dado todo para que nuestra
Mariquilla haya estado muy bien cuidada y achuchada. Y damos gracias a Dios por
estos cinco maravillosos años que nos ha regalado con ella.
Os
queremos.
María
y Àlex”
En estas mentalidades robar en la empresa, o en Mercadona, o
en el prado del vecino, o a Hacienda, a los hermanos en la herencia… no es
robar. Asesinar con el odio, el
rencor que se siente hacia otras personas, el aborto… no es asesinar.