18-6-23 DOMINGO
XI TIEMPO ORDINARIO (A)
Ex. 19, 2-6a; Slm. 99; Rm. 5, 6-11; Mt. 9, 36-10,8
Homilía de audio.
Queridos hermanos:
El
viernes pasado celebrábamos el Sagrado
Corazón de Jesús. Pues bien, hoy quisiera hablaros hoy un poco del Corazón
de Jesús.
¿Tiene sentido celebrar una Misa del Corazón
de Jesús? ¿Por qué no de la mano de Jesús, de una pierna de Jesús, de la cabeza
de Jesús? Al celebrar el Sagrado Corazón de Jesús se quiere subrayar el centro
de su persona. De hecho, cuando alguien dice: "Te amo con todo mi corazón",
quiere decir que ama con todo su ser: con todo su cuerpo, con toda su mente y
con toda su alma.
Vamos, entonces, a profundizar un poco en el Corazón de
Jesús: ¿Qué es lo que se desprende de ese Corazón de Jesús, de esa persona de
Jesús? Ello nos es indicado por las lecturas que acabamos de escuchar: de su
Corazón se desprende y emana amor, misericordia, perdón, fidelidad, curación, y
todo ello completamente gratis. Dice el salmo de hoy: “El Señor es bueno, su misericordia es
eterna, su fidelidad por todas las edades.” En la segunda lectura nos
recuerda S. Pablo: “Cuando nosotros
todavía estábamos sin fuerza, Cristo murió por los impíos; en verdad, apenas
habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno
a morir; mas la prueba de que Dios nos
ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.”
Y, finalmente, en el evangelio se nos dice: “Al
ver Jesús a las gentes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y
abandonadas, como ovejas que no tienen pastor […] Y llamando a sus doce
discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda
enfermedad y dolencia […] Id y proclamad que el reino de los cielos está cerca.
Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis.”
¡Qué Corazón más grande el de Jesús, pues
en El encontramos toda la ternura y la comprensión del mundo, del universo y
del cielo! ¿Sabéis cuál es la tarea más importante de un sacerdote en una
parroquia? No es “decir” la Misa,
o predicar el evangelio. No es confesar a la gente o prepararla para recibir
bien los sacramentos. No es organizar Caritas y dar de comer a los pobres de la
parroquia. La tarea más importante que
nos dejó Jesús y su Sagrado Corazón a los sacerdotes es AMAR. ¿Sabéis cual
es la tarea más importante de un padre-esposo o de una madre-esposa? No es
pagar la hipoteca, conseguir dinero para comer, para pagar la ropa, medicinas,
estudios de los hijos. No es llevar a su cónyuge a unas vacaciones de ensueño o
ayudar en las tareas del hogar o en la educación de los hijos. La tarea más importante que dejó Jesús y su
Sagrado Corazón a los padres-esposos es AMAR: amar al marido, amar a la mujer,
amar a los hijos, amar a la familia política, amar… Recordad aquella famosa frase de San Juan
de Cruz: “En la tarde de la vida seremos
examinados en el amor.”
Dicen
los psicólogos y psiquiatras, y tienen razón, que un hombre equilibrado,
psíquicamente hablando, es aquel que ha recibido amor y que ha dado y da amor.
¿Hemos recibido amor de nuestros padres, de nuestros hermanos, de nuestros
familiares, de nuestros amigos? Si es así, entonces somos de lo más
afortunados. Si no es así, entonces estamos “cojos” y lo estaremos el resto de
nuestras vidas. Hace un tiempo hablaba con unos novios que querían casarse.
Resultaba que el chico había tenido una seria dificultad en su familia (no
había sido amado convenientemente ni se había sentido amado, más bien se había
sentido rechazado por su familia), y avisaba yo a esta joven pareja que esta
situación repercutirá negativamente en su vida esponsal y en su vida familiar.
¿Cuánto tiempo hace que no decís un “te
quiero” a una persona: a vuestros padres, a vuestros hermanos, amigos,
novios, esposos, hijos? ¿Cuánto tiempo hace que no se os dice un “te quiero” por parte de vuestros
padres, a vuestros hermanos, amigos, novios, esposos, hijos? ¡Qué importante es el cariño y el amor y,
además, qué importante es manifestarlo verbalmente, con gestos, con caricias,
con ternura…!
Pues
bien, hemos de saber, y se nos ha de meter bien en la cabeza que los seres humanos
somos totalmente incapaces y estamos imposibilitados para amar, en primer
lugar, a Dios. Ninguno de nosotros podemos amar a Dios por nosotros mismos y
con nuestras solas fuerzas. Ni siquiera quien ha experimentado el Amor de Dios
en su ser puede responder a Dios con el propio amor. Solamente se puede amar desde el Amor que recibimos de Dios. Es
decir, nuestro amor es amor en tanto en cuanto participa y "mama" del
Amor divino, el que Dios ha sembrado y siembra en nuestro ser. Para amar así he
de juntar mi corazón con el Corazón de Jesús, y suplicaré que Jesús transforme
mi corazón y lo haga como su Corazón. Así, hemos de suplicar a Cristo que nos
dé de su Amor, ya que Él es la única fuente donde podemos beber de ese Amor
auténtico. Si una persona quiere amar a Dios, sólo lo podrá hacer con el mismo Amor
que Dios le dé. Si una persona quiere amar a su prójimo, sólo podrá hacerlo con
el mismo Amor que Dios tiene a ese prójimo. Yo no puedo, por mí mismo, amar a mi
esposo-esposa-hijo-amigo-vecino-feligrés…, pues en mí sólo encuentro egoísmo y
miseria. Entonces he de volverme a Dios, a Jesús y pedirle que transforme mi
corazón en su Corazón y así podré amar, con Su Amor, a mi esposo-esposa-hijo-amigo-vecino-feligrés…
Y ellos para amarme han de hacer igual: Desde su corazón no podrán amarme, pero
desde el Corazón de Jesús en su corazón sí podrán hacerlo. Esto no son
palabras, ni una filosofía meramente teórica, sino que es vida, y así lo han
experimentado tantos santos.
El día en que uno aprende que no es uno mismo el que ha
de esforzarse en hacer el bien, en orar, en amar…, sino que todo ello lo hace
el Señor en nosotros, ese día uno descansa de verdad y entra en la Paz verdadera. Por eso, dice
Jesús: “Venid a mí todos los que estáis cansados y
agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, porque soy
paciente y humilde de corazón, y así encontraréis alivio”.
¡¡FELIZ MES DEL
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS!!
¡¡QUE SU AMOR SE DERRAME SOBRE
TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS!!