8-12-2010 INMACULADA CONCEPCIÓN (A)
Gn. 3, 9-15.20; Slm. 97; Ef. 1, 3-6, 11-12; Lc. 1, 26-38
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
- En este día dedicado a
“Una vez, un miembro de un tribu se presentó furioso ante su jefe para hacerle saber que estaba decidido a tomar venganza de un enemigo, que lo había ofendido gravemente. ¡Quería ir inmediatamente y matarlo sin piedad! El jefe lo escuchó atentamente y luego le propuso que fuera a hacer lo que tenía pensado, pero que antes de hacerlo llenara su pipa de tabaco y la fumara con calma al pie del árbol sagrado del pueblo. El hombre cargó su pipa y fue a sentarse bajo la copa del gran árbol. Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el jefe para decirle que lo había pensado mejor, que era excesivo matar a su enemigo, pero que sí le daría una paliza memorable para que nunca se olvidara de la ofensa. Nuevamente, el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que, ya que había cambiado de parecer, llenara otra vez la pipa y fuera a fumarla al mismo lugar. También esta vez el hombre cumplió su encargo y estuvo media hora meditando. Después regresó adonde estaba el jefe y le dijo que consideraba excesivo castigar físicamente a su enemigo, pero que iría a echarle en cara su mala acción y le haría pasar vergüenza delante de todos. Como siempre, fue escuchado con bondad, pero el anciano volvió a ordenarle que repitiera su meditación, como lo había hecho las veces anteriores. El hombre, medio molesto, pero ya mucho más sereno, se dirigió al árbol sagrado, y allí, sentado, fue convirtiendo en humo su tabaco y su bronca. Cuando terminó volvió al jefe y le dijo: ‘Pensándolo mejor, veo que la cosa no es para tanto. Iré adonde me espera mi agresor para darle un abrazo. Así recuperaré a un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho’. El jefe le regaló dos cargas de tabaco para que fueran a fumar juntos al pie del árbol, diciéndole: ‘Eso es precisamente lo que pensaba yo desde el principio que tenías que hacer, pero no podía decírtelo; era necesario darte tiempo para que lo descubrieras tú mismo’”.
Vemos que el jefe saca la moraleja de todo lo acaecido y dicha moraleja es muy importante: “Eso es precisamente lo que pensaba yo desde el principio que tenías que hacer, pero no podía decírtelo; era necesario darte tiempo para que lo descubrieras tú mismo”.
Vamos nosotros a profundizar un poco más en algún aspecto del cuento: 1) Por mucho que el jefe viera que el deseo del hombre de su tribu de matar a su “enemigo” fuera desorbitado, no podía decírselo. ¿Por qué? Pues porque el otro no le hubiera escuchado y hubiera pensado que el jefe estaba de parte del otro. Se puede pensar que el jefe actuó de un modo fariseo e hipócrita al no decirle abiertamente lo que pensaba, pero el jefe sabía que, si se lo decía abiertamente, entonces cortaría todos los puentes de comunicación que tenía con el “ofendido”. 2) Hay cosas que, aunque se las digan claramente a uno, éste no puede verlas y comprenderlas de un modo inmediato. Necesita de un tiempo. Debemos dejar que el tiempo, que Dios haga su labor en las personas. Podemos argumentar, razonar, intentar convencer, pero cada uno tiene su momento. Hay que tener paciencia y saber esperar. 3) El jefe, que sabía todo lo anterior, tuvo la sagacidad de darle los instrumentos para que el miembro de su tribu pudiera reflexionar y ver las cosas desde la serenidad. Por ello el jefe le ofreció una pipa, un poco de tabaco y el árbol sagrado para que meditase sobre lo que iba a hacer, el por qué lo iba a hacer, el para qué lo iba a hacer y las consecuencias para el otro y para él mismo. Para nosotros “ese tabaco, esa pipa y ese árbol sagrado” son el sagrario, la oración,
- El evangelio de hoy nos expone cómo Dios, como el jefe de la tribu, fue enseñando a
- Estamos en el tiempo de Adviento. Tiempo de preparación para recibir al Señor. También el Señor nos va ayudando con paciencia para que preparemos nuestro ser y nuestro espíritu para recibir a su Hijo y para que en nosotros se cumpla la voluntad de Dios. Tenemos muchas cosas y acontecimientos que nos pueden distraer de lo fundamental. Si aquel miembro de la tribu se hubiera dejado llevar de su irritación e impulsividad, hubiera acabado de mala manera con su “enemigo”. También hoy día tenemos tantos acontecimientos y prisas que nos empujan a matar al “enemigo”: vas a los supermercados y ya están desde hace más de 15 días los productos navideños por todas partes con villancicos incluidos; las prisas, las impaciencias y las voces en el trato con los demás; el escaso tiempo para pararnos “ante el árbol sagrado y fumar la pipa” (oración y lectura de la Palabra de Dios); la política partidista, que nos hace estar unos contra otros… NO. Parémonos a escuchar al Señor y a desear su venida a nosotros y entre nosotros.
María lo supo hacer. Pidámosle ayuda a ella para que nos ayude. Digamos, junto con María: “Hágase en nosotros según tu palabra”.
Querido Andrés:
ResponderEliminarComo me recuerda el cuento de la Homilía de hoy a tu forma de actuar cuando, de alguna forma, te pedimos consejo. ¡Que Dios te bendiga!
Un penitente agradecido
Un hermoso cuento, que nos deja una sabia enseñanza; nunca hemos de tomar decisiones cuando estamos alterados u ofendidos, porque sin duda no serán las adecuadas; por eso el Señor me dice que, ante situaciones así, tenga paciencia y deje "enfriar" los ánimos, porque sin duda pasado un tiempo, veré las cosas de otro modo, y me será mas sencillo comprender al otro; todo requiere un tiempo.
ResponderEliminarEl Señor ha tenido y sigue teniendo una tremenda paciencia conmigo, ya que mi vida es un continuo avanzar, y retroceder; es decir, camino confiada en el Señor, en su amor, y acogiéndome a su salvación; deseando amarle por encima de todo, y abandonarme a Él, pero llegan momentos en que parece que dudo, que antepongo otras cosas a su voluntad, y en lugar de seguirle, me planto, o incluso miro hacia atrás; y este es un constante combate en mi vida,lo que deseo hacer y lo que hago, no van siempre de la mano.
Hoy me llama la atención una frase del evangelio, en la que nunca había reparado bajo este aspecto "Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo" A pesar de su vejez; hoy me identifico con esta mujer, que sin duda pasó toda su vida esperando sentir en su vientre un hijo; y ahora ya anciana nota latir una nueva vida en su seno, cuando sin duda ya había perdido la esperanza. Por eso el Señor me anima a seguir esperando y confiando, en que esa "gestación" se llevará a cabo en mi corazón; quizás sea un "embarazo" complicado, pero al fin en mi nacerá Jesucristo, Él hará , como siempre, que dé a luz "La Luz", hoy me dice una vez mas que no pierda la esperanza, porque Él llevará a cabo la obra; ya que pensó en mi desde la eternidad; y yo que soy mas débil que mi debilidad, quiero decirle: Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra. Para esto quiero contar con la ayuda de nuestra Madre, que Ella me enseñe a amar a su hijo como Ella lo hizo.
Gracias Andrés, que Dios te bendiga.
Un abrazo hermanos, y que la Stmª Virgen María os acompañe siempre.
BENDITO SEA DIOS.
Tantas fiestas nos llevan a prisa y siento no haber tenido tiempo para hacer antes el comentario.
ResponderEliminarSubrayo dos bonitas intervenciones del Padre Andrés en el "audio" de la homilía.
Pude asistir ese domingo a la Misa de once y verle con orgullo, lucir los ornamentos de las fiestas de la Virgen; su comentario me emocionó: "HOY TRAIGO EL COLOR DE LA VIRGEN MARÍA, ¿A QUE ESTOY GUAPO?". Tuve muchos sentimientos en ese momento...además la alegría de que me acompañase uno de mis hijos, que quería confesar con él, y me dijo por lo bajo: "es bueno,eh".Es bueno Dios. Hubo agradecimiento mio hacia Él, mucho. Por este buen sacerdote y por este buen hijo...
Mirando desde Dios voy aprendiendo.. en el Año 2010 el 8 de diciembre, Dios ¡quien me pensó desde TODA la eternidad!, me quiso en la Catedral junto a mi hijo, escuchando una hermosa alabanza de los labios y el corazón de su hijo Andrés Pérez..."SEÑOR, ¡QUÉ GRANDE ES TU NOMBRE!! CUANDO CONTEMPLO EL CIELO, OBRA DE TUS DEDOS...! Y ¡DA GANAS DE CANTAR LAS MISERICORDIAS DEL SEÑOR!!".
Realmente si aprovechásemos tantos instrumentos como Dios va poniendo a nuestro alcance...nos sentiríamos conducidos por Él y como la Virgen, viviríamos buscando siempre Su Voluntad.
¡Qué la Madre de Dios nos siga bendiciendo en este querido blog!
D. ANDRES, aunque tarde, hago hoy el comentario. En primer lugar agradecerte la homilía y la invitación a participar en este blog, pues me ayudan muchísimo.
ResponderEliminarDe la Homilia de hoy me quedo con dos ideas, que "ese tabaco, esa pipa y ese árbol sagrado son el Sagrario, la oración y el Evangelio." Y que quiero repetir junto a María: Hagase en nosotros según TU palabra"
Me doy cuenta como el anonimo del 8 de diciembre que el cuento es tu forma de actuar.
Me encantó el comentario de Chony, cuando dice "El Señor ha tenido y sigue teniendo una tremenda paciencia conmigo, ya que mi vida es un continuo avanzar y retroceder, deseo amar al Señor por encima de todo y abandonarme a El, pero llegan momentos en que parece que dudo, que antepongo otras cosas a su voluntad, y en lugar de seguirle miro hacia atras...realmente Chony estas expresando lo que me pasa a mi pero pero con la diferencia de que tú en algunos momentos no LE sigues y yo sin embargo en casi todos los momentos no LE SIGO...sin embargo mi deseo, como el tuyo es seguirLE...
Y del comentario de Pepitina decir que desde que empecé a leer este blog creo que sus comentarios, (lo mismo que los de Chony y los de otros anonimos) son instrumentos que Dios va poniendo en mi camino y que les pido por favor que continuen ayudandonos con su ejemplo
Un abrazo a todos y que La Virgen nos ayude a decir que SI en todo momento.
Gracias Señor Todopoderoso por darnos sacerdotes dispuestos a dar luz en la red. Fdo Un agradecido hijo de Dios
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