miércoles, 1 de abril de 2015

Homilías semanales EN AUDIO: Semana Santa








1 comentario:

  1. La homilía que el Papa Francisco dirigió de forma especial a los sacerdotes en la Misa Crismal de ayer, Jueves Santo, es maravillosa. Merece la pena leerla completa. Además también a nosotros fieles laicos nos incluye si recordamos que por nuestro Bautismo participamos del Sacerdocio de Jesucristo, aunque no del Ministerial. La reflexión que hace acerca del CANSANCIO, nos invita a hacernos preguntas también a nosotros, pueblo de Dios.
    Me ha recordado inmediatamente los dos audios preciosos de D. Andrés del Martes y Miércoles Santos, que son una reflexión sobre la Pasión de Jesús, en la que nos involucra a sus seguidores...
    Os dejo un párrafo del Papa Francisco:
    -«Sé en Quién me he confiado» (2 Tm 1,12)
    Repasemos un momento las tareas de los sacerdotes que hoy nos proclama la liturgia: llevar a los pobres la Buena Nueva, anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor. E Isaías agrega: curar a los de corazón quebrantado y consolar a los afligidos.
    No son tareas fáciles, exteriores, como por ejemplo el manejo de cosas —construir un nuevo salón parroquial, o delinear una cancha de fútbol para los jóvenes del Oratorio... —; las tareas mencionadas por Jesús implican nuestra capacidad de compasión, son tareas en las que nuestro corazón es «movido» y conmovido. Nos alegramos con los novios que se casan, reímos con el bebé que traen a bautizar; acompañamos a los jóvenes que se preparan para el matrimonio y a las familias; nos apenamos con el que recibe la unción en la cama del hospital, lloramos con los que entierran a un ser querido... Tantas emociones, tanto afecto, fatigan el corazón del Pastor. Para nosotros sacerdotes las historias de nuestra gente no son un noticiero: nosotros conocemos a nuestro pueblo, podemos adivinar lo que les está pasando en su corazón; y el nuestro, al compadecernos (al padecer con ellos), se nos va deshilachando, se nos parte en mil pedacitos, y es conmovido y hasta parece comido por la gente: «Tomad, comed». Esa es la palabra que musita constantemente el sacerdote de Jesús cuando va atendiendo a su pueblo fiel: «Tomad y comed, tomad y bebed...». Y así nuestra vida sacerdotal se va entregando en el servicio, en la cercanía al pueblo fiel de Dios... que siempre cansa.-

    El Papa ha orado por sus sacerdotes. Necesitan mucho de nuestra oración, hay muy buenos sacerdotes a nuestro alrededor y hemos de recordarles.
    Hoy lo hago de forma especial por
    D. Andrés, el Padre Andrés, Andrés, el Cura de Tapia... quien "se parte en mil pedacitos”. Así transcurre su vida y por ella le damos gracias a Dios. Y también a él. Gracias Pater.

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