28-12-2014 SAGRADA
FAMILIA (B)
Queridos hermanos:
Hoy,
día de la Sagrada Familia, me gustaría hablaros de los esposos, de la relación
esponsal. ¿Es oportuno que un cura hable sobre esto? Bastante gente dice que no,
pues, como no está casado, no sabe del tema. Y esto es verdad... en parte.
Yo creo que un cura sí que puede
hablar del matrimonio: Primero, porque el sacerdote nació y se crió en una
familia, como casi todo el mundo, y aquí vivió el matrimonio de sus padres.
Segundo, porque habla de aquello que Dios dice en la Biblia sobre el
matrimonio, y sobre esto me concederéis que sabe más un cura que la gente de la
calle, en general. Tercero, a un cura le viene mucha gente con problemas familiares
y de matrimonios y, aunque no sea más que por eso, el cura va adquiriendo una
experiencia.
Bien, con este preámbulo vamos a
meternos de lleno en el tema.
- Ante todo he de decir que la vida matrimonial es una vocación a la que Dios llama a algunos
hombres y a algunas mujeres. No todo el mundo vale para casado. No vale para
casado quien se casa para huir de algo o de alguien (de su madre, de sus
miedos, de que los demás lo señalen como solterón o solterona). No vale para
casado quien lo hace, pero con la intención de seguir viviendo como de soltero
con sus libertades en salidas y entradas, con falta de compromisos en el hogar,
con no dar cuenta a nadie de lo suyo... No vale para casado quien sólo busca
recibir y no, sobre todo, el dar (ejemplo de Laurentino, ‘éste no me hace
feliz, ésta no me hace feliz’). No vale para casado quien sólo mira para sí y
es un egoísta o un narcisista redomado.
- Por eso, para
casarse (canónica o civilmente, o sólo para convivir) es indispensable contar con una base humana indispensable, con una
madurez humana suficiente. Quien no tiene una serie de cualidades humanas
‘normales’ no puede aún casarse. ¿Cuáles son estas cualidades humanas ‘normales’?
Comprensión, saber dialogar, aceptar los puntos de vista del otro, generosidad,
laboriosidad, humildad, respeto, sensibilidad, responsabilidad, ser
sacrificado... Y sobrará egoísmo, palabras hirientes, encerrarse en uno mismo,
caprichos, pereza, soberbia y amor propio, rencores y resentimientos...
¡Cuántas veces he oído: yo tengo tres hijos: Fernando, Rosa y mi marido o mi
mujer! ¡El peor es este/a último/a y lo malo es que no se puede dar un azote!
- El amor no puede
faltar en la vida matrimonial, pero no sólo durante el noviazgo, sino y sobre
todo durante la vida conyugal. Hace un tiempo vino una mujer de unos 35 años
con una revista de Pronto, Semana, Hola o de éstas y me enseñó un artículo en
el que se indicaban algunos signos del enamoramiento: palpitaciones,
sudoración en las manos, insomnio, etc. Me decía que ella tenía algunos de
estos signos, pero que otros no; me preguntaba sí estaría enamorada de verdad.
Frente a esto os puedo contar el caso de una mujer muy enferma y en la UCI que
me mandó llamar. Se veía muy mal y quería descargar su conciencia. Se había
casado muy enamorada; se había casado para toda la vida. El marido la engañaba
y desaparecía con unas y con otras. Cuando volvía a casa, la mujer siempre lo
aceptaba, porque lo amaba. Lo aceptaba aún en contra de la opinión de sus
familiares e hijos, pues el marido le prometía siempre cambiar y ser otro, pero
el marido una y otra vez la dejaba en la estacada. Pasaron hambre los hijos y
ella; trabajó ella en lo que pudo. Esta mujer logró mantener siempre unida la
familia: ella y sus hijos, pero en su interior siempre suspiraba por su marido
al que amaba en secreto. En secreto, porque no podía decírselo a sus hijos,
pues les parecía mal. Ni a sus familiares, porque la reñían. Ni a una amiga,
porque no la entendía. Ni a su marido, porque no estaba ni la correspondía. ¡Qué
triste es el amor de una persona que no es correspondido por la persona amada!
Ahora en el lecho de muerte esta mujer descargaba su conciencia de lo que hizo
mal en su vida, pero sigue confesando su amor por su marido. ¿Es esto amor o es
el de la sudoración de las manos y las palpitaciones de la revista Semana?
Quien no tenga estas notas, es mejor
que no se case. Porque, si lo hace, seguramente su matrimonio fracasará y hará
sufrir mucho a su pareja... y a los hijos que puedan venir.
- Yo siempre digo que
una relación matrimonial es el acercamiento entre un hombre y una mujer. Son
personas muy distintas entre sí, por el género diverso, pero también por la
cultura, por la educación recibida, por las experiencias tenidas, etc. Estas
dos personas tan distintas tienden puentes entre sí, que les unen y les
acercan. ¡Cuántos más puentes mejor! Esos puentes pueden crecer a lo largo de
la vida y pueden ir rompiéndose. Estos puentes son los hijos, el amor, las
aficiones, las finanzas, la hipoteca, las amistades, la fe…
- La fe en el matrimonio. Una de las lecturas que se usan en las
bodas es la de Tobías y Sara. Tobías le dijo a su mujer Sara la noche de bodas:
“Levántate, Sara; vamos a rezar a Dios
hoy, mañana y pasado; estas tres noches las pasamos unidos a Dios, y luego
viviremos nuestro matrimonio. Somos descendientes de un pueblo santo y no
podemos unirnos como los paganos, que no conocen a Dios” (Tob. 8, 4b).
Recuerdo que en 1996, en la parroquia que tenía entonces, comencé una
catequesis del sacramento de la Confirmación. Hacía más de 30 años que no lo
había. En el grupo había gente casada y soltera. Pregunté: ¿Es importante que
los esposos tengan, vivan y practiquen la fe al unísono? Todos los solteros
dijeron que no, que eso no era importante. Todos los casados dijeron que sí.
Sí, Dios está en medio
de todos nosotros y de nuestras vidas, también en medio de todos los
matrimonios. Cuando una pareja se casa, se dan las manos, y Dios pone su mano sobre
las suyas. Puede ser que el marido retire su mano, pero permanecen las manos de
la mujer y de Dios. Puede ser que la mujer retire su mano, pero permanecen las
manos del marido y de Dios. Puede ser que los esposos retiren sus manos, pero
permanece la mano de Dios. El siempre está y permanece.
Termino
con una anécdota que llegó a mí hace tiempo. Es un detalle tonto, pero es una
buena radiografía de un matrimonio: “Un
hombre abrió la puerta y se encontró con un anciano que llevaba un trozo de
tarta en sus manos. ‘Mi mujer cumple hoy ochenta y seis años’, dijo, ‘y quiere
que pruebes un trozo de su tarta de cumpleaños’. El hombre recibió el obsequio
y le mostró su agradecimiento, sobre todo porque el anciano había caminado casi
un kilómetro para entregarlo. Una hora más tarde, se presentó de nuevo el
anciano. ‘¿Qué ocurre ahora?’, le preguntó el hombre. ‘Bueno’, respondió con
timidez el anciano, ‘me envía Agatha a decirte que sólo cumple ochenta y
cinco’”. 1) Me enternece la mujer que quiere compartir un trozo de pastel
con un vecino. 2) Me enternece el marido anciano que obedece a su mujer y
camina dos kilómetros (uno de ida y otro de vuelta) para llevar la tarta de
cumpleaños de su mujer. 3) Me enternece la inocencia y candidez del anciano que
no ve el ‘crimen’ de confesar la edad verdadera de su mujer. 4) Me enternece
imaginarme la escena al regresar el anciano a casa y decir, casi por descuido,
lo de los 86 años, y la vergüenza de la mujer, y la ‘bronca’ que le debió echar
al marido, y el empujarle a volver a caminar otros dos kilómetros para
‘deshacer la equivocación de los 86 años’, pues en realidad eran: ¡¡85 años!!
En definitiva, quiero pediros en el día de hoy a los esposos esto:
construid puentes en vuestro matrimonio; construid más de los que derribáis o
derriban las circunstancias; y pasad con mucha frecuencia, por esos puentes, a
vuestra mujer y a vuestro marido. La Sagrada Familia os ayudará, ¡seguro!
Ay yy si que sabes sobre el matrimonio ..y la relación de pareja ...Dios permita que mucha gente joven la lea tu palabra o la escuche ...pues hoy en día las relaciones son tan livianas ! Que da miedo ...nosotros llevamos ya 35 años de casado y hemos pasado por muchas cosas...pero jamás hemos perdido ni el amor ,ni el respeto por el otro .
ResponderEliminarMi abuela decía que el matrimonio es como una mesa ,con sus cuatro patas que si una se rompe empieza a tambalear ...LAS CUATRO PATAS SON. Las cuatro P
Paciencia ..Prudencia sobre todo al hablar .....Paz interior ...y Perseverancia en el amor ..y si la cubres con un mantel de comprensión ..ya esta listo ....
Muy buena semana ... Y a esperar juntos en Oracion el año 2015 .... Para tener un año de paz lleno de esperanza y fe
Un abrazo
La verdad ,que tenía que existir este día, el de la sagrada familia,yo no sé ,si os pasó a vosotros,cuando yo me cas'e nadie pensaba que nos íbamos a separar.Hoy en día la mayoría de las familias están rotas,los hijos un fin de semana con la madre otra con el padre etc,el matrimonio es muy bonito si hay amor y respeto,pero no es fácil, es la lucha de entenderse,comprenderse y adaptarse uno al otro.Hay personas que sufren mucho y que no les queda más remedio que aguantar por varios motivos,sobre todo económico o por miedo.yo estoy feliz,con la persona que me tocó como esposo,Dios quiera que cuando lleguemos a súper viejos podamos caminar cogidos de la mano ayudandonos uno al otro.Que Dios nos bendiga a todos.
ResponderEliminarPara mi es doloroso, este tema de la Sagrada Familia, por eso precisamente; porque siempre la consideré sagrada, pero comparto totalmente el primer comentario, cuando una pata de la mesa afloja, se tambalea...es lamentable.
ResponderEliminarCuánta sabiduría nos deja la experiencia de lo vivido, sea bueno sea mala; buén ejemplo el de las 4 patas de la mesa. No sabría decirse en mejores palabras el cómo cuidar el matrimonio y por ende la familia. Un abrazo querida familia de este Blog.
ResponderEliminar¡Feliz Año para todos!
Conocí a D. Andrés durante el proceso de mi nulidad matrimonial. Lo llamé un día por teléfono a las ocho de la mañana desde Cangas de Onís y a las nueve ya estaba en su despacho. Me recibió, me escucho y sus palabras me reconfortaron enormemente.
ResponderEliminarDesde aquel día le tengo un gran aprecio y estima y creo que él a mí también a pesar de que soy como un volcán en erupción.
La última vez que nos hemos visto ha sido en una visita rápida que le hice en la parroquia de Mieres, pero a pesar de vernos muy poco sé que está ahí y nunca me olvido de su escucha paciente y su ternura para conmigo.
Gracias D. Andrés por su amistad y por estar siempre a mi lado para orientarme y ayudarme.
Día de la Sagrada Familia:
ResponderEliminarMe parece a mi esta fiesta realmente importante, y para reflexionar en lo que debe ser una familia cristiana. El ejemplo de la Familia de Nazaret, es para tenerlo en cuenta, y tomar nota de como vivían ellos.
Me ha parecido fantástica tu homilía, porque has tocado los puntos necesarios que ha de tener una pareja para unirse en matrimonio, y que este funcione como debe, y puedan transmitir la fe, y la vida familiar a sus hijos.
No podemos olvidar que, la familia es la célula en que se gesta la sociedad, y modelo para que esta pueda llegar a ser una gran familia; que sepa comparir, que sepa darse y ayudar a todo el que lo necesita; que sepa vivir para los demás y no pensando en uno mismo, desentendiéndose de las necesidades ajenas en todos los sentidos.
¿Que ha de primar en la vida conyugal, y en la vida de la sociedad? Amor; es esta una palabra que lo engloba todo; cuando hay un amor verdadero y auténtico, no es difícil el tender esos puentes que nos ayuden a pasar al otro, porque piensas en su felicidad, en una convivencia pacifica y compartida.
Eso sí, hemos de estar seguros de que es amor, amor que se da, que se entrega, y se olvida de si mismo; no lo confundamos con amoríos, ilusiones pasajeras; intereses particulares etc. etc.
Solo desde el amor puede prosperar una unión, y formar hijos que sepan ser personas íntegras. Caminar todos juntos de la mano, hacia una misma meta.
En la familia, en el hogar, hemos de encontrar ese refugio y ese apoyo necesario cuando uno flaquea, la fuerza que nos transmiten, y la paz perdida por los contratiempos.
Gracias amigo por todo. Si sabes lo que es un matrimonio y una familia.
A todos os deseo que el Señor os conceda la gracia de vivir así.
BENDITO SEA DIOS