31-8-2014 DOMINGO XXII TIEMPO ORDINARIO (A)
Queridos hermanos:
En
la homilía de hoy me voy a fijar en la segunda lectura. Todo el capítulo 12 de
la carta a los Romanos es una preciosidad. Yo lo descubrí hace unos años y, con
frecuencia, al confesar, pongo de penitencia que se lea y se medite sobre este
texto.
En
la Misa de hoy hemos escuchado los dos primeros versículos. Vamos a tratar de
profundizar un poco en ellos y aplicarlos a nuestra vida de fe.
-
El primer versículo dice así: “Os exhorto, hermanos, por la misericordia
de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a
Dios; éste es vuestro culto razonable”.
a) San Pablo se
dirige a todos los que tenemos fe en Cristo Jesús, el Hijo de Dios. Y se dirige
a nosotros hablándonos desde “la misericordia de Dios”, desde el
amor que Dios nos tiene, desde la ternura y el interés que siente por nosotros.
Dios no nos exige amor. Dios es el que nos da su amor. Por ello, todo lo que
nos diga y nos indique será para nuestro bien, no para el suyo.
b) San Pablo,
en el nombre de Dios, y no en su propio nombre, nos suplica y nos pide a los
cristianos que presentemos nuestros
cuerpos a Dios. Aquí el verbo ‘presentar’ significa hacer un compromiso para
siempre, pero este compromiso no se hace un día determinado, a una hora
determinada, en un segundo determinado. NO. Este compromiso, esta presentación
se ha de hacer cada día, cada hora, cada segundo de nuestra vida. Unos novios
no pueden decir el ‘sí, quiero’ el día de su enlace y ya está. NO. Los esposos
deben decir el ‘sí, quiero’ cada instante de su vida matrimonial. Un sacerdote
no puede decir el ‘sí, estoy dispuesto’, el ‘sí, lo haré’, el ‘sí, quiero, con
la gracia de Dios’ a su sacerdocio el día de su ordenación y ya está. NO. El
sacerdote debe decir el ‘sí, estoy dispuesto’, el ‘sí, lo haré’, el ‘sí,
quiero, con la gracia de Dios’ cada instante de su vida sacerdotal y pastoral.
c)
¿Qué tenemos que presentar? Nuestros cuerpos. ¿A quién? A Dios. Estos cuerpos que tenemos nos los ha dado
Dios. Al decir ‘cuerpos’, se quiere indicar las cualidades, el pensamiento,
la personalidad, la sabiduría, la salud, la fuerza, los conocimientos, los bienes
materiales, las capacidades… que tenemos. Jesús puso su cuerpo al servicio de
Dios Padre. Los santos pusieron sus cuerpos al servicio de Dios Padre. San
Pablo nos pide que pongamos nuestros cuerpos enteros al servicio de Dios Padre.
Pero
hay distintas maneras de poner nuestros cuerpos al servicio de Dios. Lo explico
con la parábola de la gallina y del cerdo: Un granjero se acercó una mañana a una gallina y a un cerdo, y les hizo
esta pregunta: ‘¿Queréis aportar para un desayuno con jamón y huevos?’ Para
uno, la gallina, aquel desayuno significaba sólo una contribución: entregar
unos huevos. Para el otro, el cerdo, sin embargo, significaba un sacrificio
total. Jesucristo fue quien hizo el sacrificio total: Él entregó a Dios todo su
cuerpo, su vida, su tiempo, su fama, su alegría, sus penas, su juventud… Por
eso, decía Él: “Mi alimento es hacer la
voluntad de mi padre” (Jn. 4, 34). E incluso, a la hora de morir, le
entregó lo único que le quedaba: su espíritu (cfr. Lc. 23, 45). Del mismo modo
los santos, a imitación de Jesús, entregaron sus cuerpos por entero sin
reservarse nada. En nuestro caso, con frecuencia, hacemos como las gallinas:
contribuimos, pero no nos sacrificamos de modo total.
d)
¿Cómo tenemos que presentar nuestros cuerpos? Dice san Pablo: hemos de
presentarlos “como hostia vida, santa, agradable a Dios”. Viva, santa y
agradable a Dios se opone a una entrega muerta, aburrida, a una mera costumbre,
a regatear. Viva, santa y agradable a Dios también quiere decir que crece, que
da alegría (a quien la da y a quien la recibe), que contagia… Tenemos el
ejemplo de Caín y Abel (Gn. 4, 2-7): -Caín ofreció a Dios “algunos frutos del suelo”. No lo mejor, sino ‘algunos’ y de los
frutos más corrientes: cebollas y tomates raquíticos, patatas cortadas por la
azada, lechugas con las hojas comidas por los bichos… Porque lo mejor se lo
reservaba para llevárselo al mercado y sacar buenos precios. La ofrenda era por
salir del paso. Su entrega era aburrida, de mera costumbre, de regateo, de
egoísmo, de mediocridad. – Sin embargo, Abel ofreció a Dios “las primicias y lo mejor de su rebaño”.
La primera oveja, el primer ternero, lo mejor de su rebaño. Su entrega era
consciente y voluntaria. –Por eso Dios se fijó en Abel y su ofrenda. No primero
en su ofrenda y luego en Abel, sino primero en Abel y su corazón y su
desprendimiento, y luego en su ofrenda. Y su entrega le fue agradable a Dios,
porque veía en Abel una entrega viva y santa.
-
El segundo versículo reza así: “Y no os ajustéis a este mundo, sino
transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es
la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”.
a)
Jesús nos dice en el evangelio: “El que
no está conmigo, está contra mí” (Mt. 12, 30). San Pablo presenta a los
cristianos sólo dos posibilidades, como hizo Jesús, o se está con Dios o se
está con el mundo. Quien está con éste, piensa como éste y actúa como éste.
Quien está con Dios, piensa como Dios y actúa como Dios.
Ajustarse a este mundo es adaptarse a lo
que la mayoría dice o hace. Es mejor no significarse, no destacar, que no
te señalen con el dedo. Es decir, estar como en la mili: no destacar ni por lo
malo ni por lo bueno. Así te evitas problemas. ‘¿Dónde va Vicente? Donde va la
gente’.
b)
San Pablo en este versículo nos invita quitar de nuestra vida, de nuestro
corazón, y de nuestra mente todos aquellos valores que no son de Dios: poder,
dominio, egoísmo, cosas materiales, el hedonismo, la crítica, la ira, el
rencor… Y nos invita a poner los valores
de Dios: la entrega, el servicio, la ternura, la escucha, el perdón, la
paciencia, el amor, la alegría… Todo esto es lo que agrada a Dios, lo que es
perfecto, lo que es bueno. Todo esto es la voluntad de Dios y todo esto nos
transformará interior y exteriormente.
c) Voy a leeros trozos de un libro que leí hace
tiempo (I. Larrañaga, Las fuerzas de la decadencia, Paulinas, 256ss).
Cuenta la historia de un chico, Ricardo, de 22 años, enfermo de cáncer.
Estudiante de derecho. Se descubrió su enfermedad en 1987: tuvo diversas operaciones,
recibió quimio y radioterapia, y a primeros de 1989 murió. Ricardo escribió 6
cartas en su enfermedad. En estos escritos veremos la renovación de la mente
y la transformación que tuvo Ricardo: 1) “He sido feliz en este año. Agradezco a Dios este tiempo que me dio
para crecer. Aunque uno nunca va a buscar el sufrimiento, cuando éste viene se
pueden sacar muchos frutos”. 2) “Yo
no me siento frustrado a pesar de que viví pocos años. Me siento realizado.
Estoy en paz. Estoy totalmente en manos de Dios”. 3) “Lo que siento es dejaros. Pero no estéis tristes. Veo que es más fácil
el papel de los que se van que de los que se quedan”. 4) “Si tengo paz interior, el dolor no me
importa. Ya no me importa el sufrimiento físico. Sólo quiero morir en un momento
de paz interior”. 5) “Para mí el
mundo es como un huerto donde hay muchas frutas. Algunas maduran antes y otras
después. Yo me siento de las primeras. Estoy preparado”. 6) “Todos queremos la felicidad, pero la única
manera de alcanzarla es la aceptación de la realidad”. 7) “Señor, no sé hacia dónde me llevas, pero en
ti confío. Tengo temor ante la incertidumbre, pero me apoyo en ti. Siento
dolor, pero también alegría al ver que así participo en tu plan de salvación.
Soy pequeño pero, al amarte, me siento útil”. 8) “Señor, con la enfermedad logré la felicidad, porque me desligó de las
cosas y de mí mismo”. 9) “Hoy, Señor,
vengo a agradecerte todo lo que me das. Hoy la alegría baña mi ser y hace que
mis molestias casi no las sienta”. 10) “Aunque
parece incomprensible, me siento un privilegiado. Porque si tú me pones esta
cruz, es porque de alguna manera me quieres como a tu Hijo”.
Esta homilia me ha ayudado mucho . Tambien mi deseo es olvidarme de mi, y entregarme a la voluntad de Dios, pero que difficil es llevarlo a la practica!. Le pido a Dios la gracia y la fuerza para hacer siempre su voluntad. Y se por experiencia que asi sére verdaderamente feliz.
ResponderEliminarMi querido cura de Tapia,
ResponderEliminarJugosa como fruta madura la homilía de hoy. Acabo de leerla y me brota un sentimiento de gratitud inmenso. Me siento muy querida por Dios.
Gracias por todo tu esfuerzo.
Que dios te siga bendiciendo.
Un abrazo para cada un@
Francisco decreta el fin de la era Rouco. Este jueves la Santa Sede ha hecho oficial el nombramiento del hasta ahora arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, como sucesor del todopoderoso cardenal al frente de la diócesis de Madrid. El actual vicepresidente de la Conferencia Episcopal, de 69 años, es el hombre elegido por el papa argentino para remodelar una Iglesia española, que durante el pontificado de Rouco Varela se ha caracterizado por su carácter....... peculiar.
ResponderEliminarLa decisión de Francisco también respeta el sentir mayoritario de los obispos españoles, quienes el pasado mes de marzo eligieron por abrumadora mayoría al tándem Blázquez-Osoro para liderar la Conferencia Episcopal. Una muestra de una Iglesia "en salida"y que apuesta por una mayor comunicación con la sociedad, alejada de la idea de la "resistencia numantina" acaudillada por Rouco Varela. Carlos Osoro ya fue obispo de Orense y arzobispo de Oviedo, antes de recalar en Valencia, la segunda diócesis en número de fieles de España. Sin ser considerado "progresista", el talante de Osoro es muy parecido al del propio Francisco.
ResponderEliminarRezo para que el nuevo Arzobispo de Madrid se tome su tiempo antes de formar "su" equipo de gobierno.
ResponderEliminarQué tal un año mas?.
Tapiegos, aprovechen el tiempo.
Saludos!!!!
Tapiegos, aprovechen a D. Andrés, de ésta se lo quitan de las manos. D. Andrés NO sabe decir No a los Designios. El Tiempo y los Designios ponen a cada uno en su sitio.
ResponderEliminarQué buen plan de acción; me lo apunto para mi vida. Quiero aprender a decir que NO, a forjar mi personalidad.
ResponderEliminarLo copio de la homilía: No quiero gustar a todos los demás, porque:
".......... Ajustarse a este mundo es adaptarse a lo que la mayoría dice o hace. Es mejor no significarse, no destacar, que no te señalen con el dedo. Es decir, estar como en la mili: no destacar ni por lo malo ni por lo bueno. Así te evitas problemas. ‘¿Dónde va Vicente? Donde va la gente’...."
D. Andrés, para mí tu vida y tu forma de pensar me lo han demostrado siempre: pones a Dios por principio y Norma de todo. Y, siempre has acertado, aunque con bastante sufrimiento moral y espritual, que no dejas trascender. Pero el Tiempo te da la razón, y nos da razones de por qué lo haces.
Un respetuoso y cariñoso abrazo para tí y para todos los Tapiegos que tanto y en tan poco tiempo te quieren. Que tu madre se mejore, que no sufra mucho. Mucho han hecho tus padres por la Iglesia. no quieres recompensa, pero Dios tiene memoria.
Me ha llegado numerosos comentarios de amigos que han reclado este verano por Tu ya querida Tapia. alguno, muy querido por mí, hasta se ha acercado a escucharte predicar. Sabien que es un poco "recalcitrante", me sorprendió que repitiera para seguir tus instrccuiones de cómo meditar. Los comentarios ya te los mandarè en privado. Hasta te han buscado varias veces para saludarte. Gracias por tu caruñosa acogida. Sabes que, contigo, puede uno presumir de ser acogido por personas que merecen la pena.
ResponderEliminar¡Dios mio! Aún sigo con la MACETA a cuestas y ahora llegan a importunarme la GALLINA y el CERDO.Al hacer una primera lectura de la homilia este último ejemplo me pareció casi irreverente, pero ¡es buenísimo! y no deja de cuestionarme sobre mi modo de entrega al Señor: como una contribución simplemente, o como una entrega total,como lo hizo Jesús.
ResponderEliminarSiguiendo tu consejo de la homilía he leído atentamente el capítulo 12 de Romanos y es precioso. Hoy me quedo con el último versiculo: "No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien. " Gracias pater.
ResponderEliminarUna vez mas D. Andrés y el Papa Francisco nos traen el mismo mensaje de la Palabra de este domingo.
ResponderEliminar"Papa Francisco: “Es necesario renovarse continuamente”
En el rezo del Ángelus, anima a renovar la fe “diluida”, con el Evangelio, la Eucaristía y la oración.
El Papa citó la lectura de san Pablo que exhorta a “no conformarse a este mundo, sino dejarse transformar renovando nuestro modo de pensar, para discernir la voluntad de Dios”(Rm 12,2).
Y dijo que “de hecho, nosotros los cristianos vivimos en el mundo, insertados plenamente en la realidad social y cultural de nuestro tiempo, y es justo que sea así; pero esto trae consigo que corramos el riesgo de convertirnos en “mundanos”, que “la sal pierda el sabor”, como diría Jesús (cfr. Mt 5,13), es decir, que el cristiano se “diluya”, pierda la carga de novedad que viene del Señor y del Espíritu Santo.
Seguidamente el Sucesor de Pedro dijo que “es necesario renovarse continuamente nutriéndose de la linfa del Evangelio. ¿Y cómo se puede hacer esto en la práctica?, se preguntó.
“Sobre todo leyendo y meditando el Evangelio todos los días –respondió-, así la Palabra de Jesús estará siempre presente en nuestra vida; además participando en la Misa dominical, donde encontramos al Señor en la comunidad, escuchando su Palabra y recibiendo la Eucaristía que nos une a Él y entre nosotros; y luego son muy importantes para la renovación espiritual las jornadas de retiro y de ejercicios espirituales."
¡Cuánto dan de sí dos versículos del evangelio!Ciertamente la palabra de Dios nos alimenta y ayuda a renovarnos cada día. Gracias a D. Andrés la sentimos mas cercana y comprensible a través de las homilías.
Querido Cura de Tapia,
ResponderEliminar365 días sin usted, 365 días contigo. Gracias por sentirte a mi lado en todos ellos.
Un abrazo grande y que Dios te siga bendiciendo.
Un abrazo para cada un@