17-11-2013 DOMINGO XXXIII TIEMPO ORDINARIO (C)
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Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
Empieza
el evangelio diciendo: “En aquel tiempo,
algunos ponderaban la belleza del templo (de Jerusalén), por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: ‘Esto que
contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será
destruido’”. ¿Esta destrucción se
referirá sólo a un acontecimiento de hace 2000 años o también tiene algo que
ver con nosotros hoy día? ¿Podrá llegar un día en que no quedará nada de
nuestras parroquias, de nuestra Iglesia Católica? El 6 de septiembre tomaba
posesión de estas parroquias y decía en mi homilía: “Es mi firme convencimiento que en 10 ó 15 años la Iglesia asturiana
habrá desaparecido en un 20 % ó en un 40 %, tanto en sacerdotes como en
seglares. Nos estamos quedando solos en nuestros templos y en nuestras
parroquias”.
En este fin de
semana saltó a algún periódico de Asturias la noticia de que en la zona de Boal
hubo varias parroquias que se quedaron sin Misa, ya que uno de los sacerdotes
(¡¡de 85 años de edad!!) está de baja por enfermedad y otro sacerdote, el que
se encargaba momentáneamente de las parroquias del primero y de las propias,
tuvo que ingresar en el hospital de Oviedo. En el periódico se leía: “En Castrillón no hubo misa de Todos los
Santos. Y ya no la habrá. Junto con otras parroquias desde hace dos meses, se
encuentran sin sacerdote que oficie la misa semanal. Aunque los propios
habitantes de la comarca reconocen que la asistencia a misa los domingos no es
muy numerosa, la falta del sacerdote afecta a los fieles de estas cinco
parroquias. ‘Aquí en Castrillón, a la misa de las cuatro de los domingos iban
cinco o seis personas’, afirma una vecina de la localidad. ‘¿Y si se muere una
persona, quién la entierra?’ Es la pregunta que se hace Francisco, un feligrés.
‘Llevamos en esta situación casi dos meses, estamos completamente
desatendidos’, se queja Francisco, que no entiende cómo se puede dejar a una
comarca sin sacerdote. Y más teniendo en cuenta las características de la
población de esta zona interior de Asturias, con una gran cantidad de personas
de avanzada edad y en la que, a un sacerdote, no le falta el trabajo. ‘Al cura
que le toca estar por aquí, entre los entierros y los funerales de aniversario,
no da abasto. Es cierto que hay poca gente en misa: los mayores porque, por
problemas físicos, ya no pueden ir, y los jóvenes, porque van poco’, reconoce
Francisco. ‘En cambio, con los entierros sí que se llena la iglesia’. Bodas y
bautizos, ‘pocos se celebran’”. También el periódico dice que el vicario de
la zona asegura: “‘Nosotros no nos
podemos multiplicar más de lo que lo hacemos, somos pocos. Yo estoy yendo hasta
allí siempre que se necesita algo. La gente tiene que entenderlo y ser
consecuente, hay lo que hay. Si hay un entierro o algún hecho extraordinario,
tendrán alguien que les atienda, seguro. El resto de atenciones las tienen
cubiertas’. Para suplir esta falta de misas semanales, el propio vicario anima
a los fieles de la zona a reunirse los domingos mientras sigan sin cura ‘para
rezar un rosario y escuchar la palabra de Dios, la iglesia la tienen abierta’”.
Sigue diciendo el periódico: “A pesar de
toda la ayuda prestada, las parroquias afectadas se han quedado, en la mayoría
de los casos, sin misa semanal. La solución, dada la escasez de sustitutos,
pasa por esperar una pronta recuperación de los curas titulares. Los sacerdotes
que desempeñan su labor en las zonas rurales han visto como, con el paso de los
años, el número de compañeros ha decrecido notablemente. ‘Hace unos veinte
años, cuando llegué a Navia –explica el párroco de Navia-, éramos 28 curas en
el arciprestazgo, y ahora somos doce o trece. El tema no se resuelve hoy. Cada
día va a peor. No hay gente que siga nuestros pasos. La solución pasa por hacer
que los fieles tomen conciencia de que, como pasa en las misiones, deben ser
los seglares los que cuiden de capillas y templos, y los que se reúnan los
sábados y los domingos a rezar aunque no haya sacerdote. Tampoco es totalmente
necesario que el cura esté presente en los entierros. Los tiempos están
cambiando’”.
¿Qué pensáis de todo
esto? ¿Se acabarán las parroquias? ¿Se
acabarán los curas? ¿Se acabará la Iglesia Católica? ¿Se acabará la fe? De
hecho, el mismo Jesús se hizo esta última pregunta: “cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lc.
18,8).
Bien, ante esta
realidad de falta de sacerdotes, de sacerdotes envejecidos y enfermos; ante
esta realidad de falta de vocaciones en el Seminario…, deseo manifestar lo
siguiente:
* En cualquier
momento esta falta de sacerdotes y de celebración de Misas puede afectar a
estos concejos de Tapia y alrededores. Con
el tiempo habrá un sacerdote en Vegadeo, otro en Tapia, otro en Navia y otro en
Luarca,… y gracias.
* La solución que propone el periódico
(que los sacerdotes enfermos se restablezcan) sólo es un parche. Pido a Dios que mis compañeros se mejoren de
salud, pero hay que buscar soluciones a más largo plazo.
* Dice un feligrés
en el periódico que a un sacerdote por la zona de Boal no le falta trabajo:
tiene muchos funerales y aniversarios, aunque bodas y bautizos hay pocos. Pero
es que un sacerdote no está (ni debe estar) sólo para celebrar funerales, o
bodas, o Misas. La labor del sacerdote
es (y tiene que ser) mucho mayor: anunciar a Jesucristo y ayudar a que los
creyentes vivan en su vida ordinaria según las enseñanzas del evangelio.
* No podemos tener
una visión clerical de la Iglesia, ni de la fe, ni de este problema. La
realidad es que, si hay sacerdote, hay Misas. Si no hay sacerdotes, no hay
Misas y, por lo tanto, no se va a las iglesias ni a las capillas. Desde mi
punto de vista, hay que tener una visión
de Pueblo de Dios sobre la Iglesia. ¿Qué quiere decir esto? Pues quiere
decir que el sacerdote es muy importante en la Iglesia. Sí, pero es uno más
dentro de la Iglesia. No se puede acabar la fe porque no haya casi sacerdotes.
No se pueden quedar nuestras iglesias y capillas vacías porque no vaya el
sacerdote. Entonces, ¿quién es más indispensable en la Iglesia Católica: el
sacerdote o los fieles? Pues la
respuesta es… que el indispensable es Jesucristo.
Para explicar esto
último os narraré un episodio ocurrido en el siglo XX. Hacia 1918 triunfó la
revolución bolchevique en Rusia. Los comunistas aplastaron allí toda
manifestación religiosa. Llegaron a una zona de Rusia de amplia mayoría
católica y expulsaron, mataron o encarcelaron a los sacerdotes. Uno de estos
sacerdotes, antes de ser apresado por los comunistas, reunió a la comunidad de
fieles y les celebró la última Misa. Los comunistas les habían robado todos los
cálices y copones, y este sacerdote cogió un corporal y consagró unas decenas
de formas sobre el paño, y se las dejó a los fieles. Estos se siguieron
reuniendo cada domingo en torno a aquel corporal lleno de formas consagradas.
Se reunían a escondidas de los comunistas; rezaban, leían la Palabra de Dios e
iban comulgando de aquellas formas. Enseguida se acabaron éstas, pero ellos se
siguieron reuniendo cada domingo alrededor de aquel corporal. Pasaron los años
y, a finales de 1989, cayó el muro de Berlín y se desintegró la U.R.R.S. y los
gobiernos comunistas de los países del este europeo. Hacia 1990 ó 1991 los sacerdotes
católicos pudieron volver a entrar en Rusia. Uno de ellos iba vestido con
alzacuellos y, al pasar por una calle, una persona lo llamó y le pidió que lo
siguiera. Así lo hizo el sacerdote y entró en una casa grande en donde se
encontró a un grupo de personas de todas las edades. Todos estaban reunidos
alrededor de aquel corporal de 1918. Era los nietos y bisnietos de los fieles
de 1918. ¿Qué los mantuvo unidos a Dios, a su fe? ¿Qué les dio fuerzas y luz
para seguir transmitiendo la fe a sus descendientes a pesar del peligro que
representaba esto en tiempos de Lenin, de Stalin, de Kruchev, de Bresnev, etc.?
¿Les dieron fuerzas un trozo de tela, o
el miedo a un Dios castigador, o los cuentos de fe de unos ancianos? Yo lo
tengo claro: fue Jesucristo. Por eso digo que Jesús es el único indispensable.
* Por todo ello,
afirmo que aunque los Seminarios se llenaran de chicos con vocación al
sacerdocio, no sería ésa la solución. Ésa es una solución clerical, pues se
basa todo en los curas, en los sacerdotes. La única solución es Cristo Jesús y
que los sacerdotes y los laicos estemos unidos a su alrededor. Por ello, pienso
que todos, curas y laicos, tenemos que cambiar de mentalidad y asumir
corresponsablamente esta Iglesia. Para ello me propongo que, a partir del año
que viene, nos vayamos preparando todos para reunirnos alrededor de Jesucristo,
sea con el sacerdote, o sea sin el sacerdote. ¿Cómo será eso? Ya lo iremos
viendo poco a poco.
Jesús
nos anima a todos, sacerdotes y laicos, laicos y sacerdotes, a no desfallecer
por muy mal que vayan las cosas. Así el evangelio de hoy termina de este modo: “con vuestra perseverancia salvaréis
vuestras almas”.
No nos cabe duda de que tienes el Don de la Predicación, además de muchos otros que te ha dado el Señor.
ResponderEliminarNos has dejado en vilo....con ese "YA LO IREMOS VIENDO POCO A POCO".
"Para ello me propongo que, a partir del año que viene, nos vayamos preparando todos para reunirnos alrededor de Jesucristo, sea con el sacerdote, o sea sin el sacerdote. ¿Cómo será eso? Ya lo iremos viendo poco a poco."
Creo que nosotros laicos, Pueblo de Dios, hemos sido muy poco formados respecto a este y ¡muchos mas temas!! se nos ha ignorado mucho y ahora...nos encontramos con ESTO. Confiamos en llegar a tiempo,aunque solo sera por la paciencia que tiene Dios con todos nosotros: sacerdotes y seglares.
Seguiremos los próximos capítulos de esta homilía con mayor interés aún, que hasta ahora, si es que fuera posible, porque la Palabra de Dios nos invita a ello:“con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Y esto es muy muy serio.
Doy gracias a Dios porque te ha dado ese don de bordar su Palabra de manera clara y sencilla; nos acercas a vivir el evangelio coherentemente y es un alegría ir consiguiendo pequeños logros en ello.
Buena semana, amigos.
Buenos días Andrés.
ResponderEliminarOtro gallo nos cantaría si de verdad viviéramos esto TODOS. No sabes los problemas que tenemos en muchos sitios porque los sacerdotes no nos dejan "el espacio", que es lo que pedimos. Gracias a Dios hay mujeres que a pesar de todo saben que lo que las reúne es Jesús, esté el sacerdote con ellas o no esté. Es un gran consuelo pensar que hay personas como tú que tiene las cosas tan claras y además las dicen. GRACIAS.
Un abrazo
"* Por todo ello, afirmo que aunque los Seminarios se llenaran de chicos con vocación al sacerdocio, no sería ésa la solución. Ésa es una solución clerical, pues se basa todo en los curas, en los sacerdotes. La única solución es Cristo Jesús y que los sacerdotes y los laicos estemos unidos a su alrededor. Por ello, pienso que todos, curas y laicos, tenemos que cambiar de mentalidad y asumir corresponsablamente esta Iglesia".
¡Enhorabuena D. Andrés por esa magnífica foto suya del blog! Es D.Andrés en estado puro, Pastor, amigo, inmejorable comunicador de la Palabra, afable, cercano, humilde, austero y sobretodo real, sin "puesta en escena", en definitiva un coherente discípulo de Jesús
ResponderEliminarLas Iglesias se están vaciando por falta de sacerdotes y de fieles, modestamente pienso que todos somos culpables, como bien dice D. Andrés y el remedio lo veo difícil. Durante muchos años los fieles hemos tenido cometidos que aun siendo dignos, (pasacestas, limpiasantos, monaguillos y algunos catequistas y...), no se nos ha formado para hacer algo más, para ascender un peldaño más en nuestro servicio al pueblo de Dios, ahí parados. Muchos Sacerdotes han tenido y siguen teniendo prevención con los laicos y sus funciones, lo sé por experiencia, yo he sido de los que ante esta encrucijada, ha tomado el camino de "ahí te quedas", ya veré por donde colaboro...
¿Qué pasa con Sacerdotes como D. Andrés? Que donde acampan se convierten en una bendición, trabajan al lado de los fieles, y les dan trabajo comunitario, les preparan para ayudar en las tareas de la Iglesia, (Lectura de la Palabra, Comunión, Catequesis, labor social y humanitaria), y destaco también que D. Andrés, administra sus Parroquias en colaboración estrecha con sus feligreses, su lema es..., el Cura cuanto más lejos del dinero mejor, actitud que no está seguida por muchos de sus compañeros. Cuida de los bienes de la Iglesia, aseando, arreglando y mimando las pertenencias, es respetuoso con los legados del pasado y los cuida, sin olvidar el presente.
Muchos templos están sucios, desasistidos, enmohecidos por el desinterés e indolencia de sus Párrocos y por contagio de sus feligreses, cuando un Párroco actúa y transmite valores, los fieles responden aunque que les cueste, aunque sea más tarde, pero lo harán, así que faltan Párrocos entregados,( más valen pocos y bien preparados) deseosos de transmitir el Mensaje de Jesús, cultivados (es cuestión de hábito y de estudio), aseados y capaces de devolver a cada parroquia por pequeña que sea, ese trocito de dignidad que los siglos le dieron y que ahora está en la debacle (cálices oxidados, ropas sucias, muebles apolillados, templos tristes...), todo esto es el reflejo también de nosotros los fieles, desmotivados cuando vemos tanta falta de interés. Necesitemos que nos ilusionen, Jesús lo haría, que nos muestren caminos de fraternidad, que nos ayuden a compartir, que nos demuestren que los sacerdotes y nosotros somos uno, y que juntos podemos suplir los huecos que se producen y atender las necesidades parroquiales como algo necesario y provechoso para nuestro crecimiento como cristianos y como personas.
D. Andrés, no sé cuanto tiempo durará Vd. en Tapia, pero el que dure será como en sus otras Parroquias, un tiempo de crecimiento, sus feligreses ya no serán los mismos cada vez que Vd. los deje, eso se llama dejar "huella", y esto solo se logra con trabajo y entrega, Vd. tiene sobredosis de todo ello.
Un fuerte abrazo para Vd. y para todos.
Solideo Negro
Me ha encantado la homilia, por su claridad y trasfondo. Ya sabemos que el importante es JESUCRISTO, una realidad que nos situa y nos mentaliza. Sigamos el evangelio como guia para hacernos cristianos, con base en el amor y la unidad.
ResponderEliminarGracias Andres por compartir los dones que Dios te ha regalado.
ResponderEliminarQuerido Andrés,
Menuda homilia!!. Van a date como p'al zorro.
Ya te veo en Africa.
Abrazo desde el pozo del tio Raimundo.
Hola amigos, me ha hecho tanta gracia ésto que deseo compartirlo con vosotros. En la página Web del Vaticano encontramos esta homilía del Papa, que resumo a continuación....¡Por Dios!! ¿a quién se os parece el estilo y manera de expresión de Francisco, nuestro Papa?
ResponderEliminarPAPA FRANCISCO
CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DEL SANTO PADRE
ANTE LA TUMBA DE JUAN PABLO II EN LA CAPILLA DE SAN SEBASTIÁN DE LA BASÍLICA VATICANA
Dos imágenes y una pregunta
Jueves 31 de octubre de 2013
Comentando las lecturas del día tomadas de la carta a los Romanos (8, 31-39) y del Evangelio de san Lucas (13, 31-35) el Papa pronunció la siguiente homilía.
"En estas lecturas hay dos cosas que impresionan. Primero, la seguridad de Pablo: «Nadie puede separarme del amor de Cristo».
La otra cosa que me impresiona es esta tristeza de Jesús cuando contempla Jerusalén. «Pero tú, Jerusalén, que no has comprendido el amor». No comprendió la ternura de Dios, con esa imagen tan bella, que dice Jesús.
La pregunta: ¿me parezco más a Pablo o a Jerusalén?"
Fácil acertijo.
Buen fin de semana.
Habiendo leído varias veces la homilía y escuchado hoy, me vuelvo a preguntar los mismo: ¿qué hicieron aquellas personas en 1918 para trasmitir la Fe a las generaciones siguientes? Como dice el texto:"Todos estaban reunidos alrededor de aquel corporal de 1918. Era los nietos y bisnietos de los fieles de 1918". Es el milagro de la Fe; lo que consigue la perseverancia, si nos mantenemos unidos alrededor de Jesucristo. ¿cómo atraer a los jóvenes y niños y a mayores hacia Jesús? Creo que la situación que vivieron estas personas de falta de libertad religiosa y física fue un detonante para que ellos se agarraran fuertemente a su Fe y a Jesucristo y vivieran mas unidos. Hoy ante el sufrimiento hay quienes se acercan a Jesús, pero también quienes se alejan de la fe y de la iglesia culpabilizando a Dios de tantos males.La gran preocupación de las familias cristianas y de la iglesia es cómo trasmitir la fe a los hijos. Se me ocurre que ya que tenemos cura aún,e iglesias abiertas, trabajemos unidos para trasmitir nuestra Fe, y en la escucha de la Palabra de Dios encontraremos respuestas. Si los seglares nos formamos en las distintos servicios de la parroquia,sentiremos que unidos vamos construyendo esta parcela de la iglesia que nos corresponde.
ResponderEliminarY sabremos trasmitir algo importante a la siguiente generación de la que somos responsables.
Me ha impactado la historia de Fe que vivieron tantos hermanos trasmitiéndose la Fe de generación en generación desde 1918-1991, reunidos alrededor de ese corporal, que había estado en contacto con la formas consagrada,es decir con el mismo Jesucristo.
ResponderEliminarEsta mañana en Misa,al comenzar el ofertorio extendiendo el sacerdote el corporal,viví de forma especial el ofrecimiento al Padre de ese pan, vino y mi propia persona ofrecida junto a lo que serían el cuerpo y sangre de Jesús. ¡Dios mío!, pensé, ¡qué grande es la Fe! Sentí una inmensa alegría y una acción de gracias mayor aún salió de mi corazón.
Buena semana para todos.
Es mi firme convencimiento que, en 10 ó 15 años, la iglesia asturiana habrá desaparecido en un 20% ó en un 40%, tanto en sacerdotes como en seglares.
ResponderEliminarNos estamos quedando solos en nuestros templos y en nuestras parroquias.
Esto afirmaba D. Andrés en Tapia de Casariego, el día que tomó posesión de esta parroquia.
Debo confesar que me alarmé; aunque ya estamos siendo testigos de como los templos cada día están mas vacíos, y cada día parece haber menos vocaciones al sacerdocio. Vino en mi ayuda el recordar algo que Jesús dijo. Aunque esto parece un fracaso total, la iglesia siempre estará presente en el mundo, así lo prometió nuestro Señor Jesucristo: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevaleceran contra ella" Mt 16, 18.
Esto es palabra de Dios, y nuestro Dios no miente.
Allí donde va un cristiano lleva a toda la iglesia consigo, así pues el cristiano está llamado a perpetuar la iglesia ya que el día de su bautismo, fue ungido con el santo crisma, incorporado a Cristo y convertido en sacerdote, profeta y rey.
Agradezco a D. Andrés esta homilía, en la que nos aclara cual ha de ser la misión del laico, en la comunidad parroquial. Todos hemos recibido dones y carismas que, no son para que nos los guardemos en beneficio propio, mas bien son para ponerlos al servicio y ayudar a los demás; a todos, incluidos los sacerdotes.
Es verdad que hemos tenido tiempos de bonanza en que teníamos curas en abundancia, y que por lo tanto, dejamos en sus manos todo el quehacer eclesial, era mas cómodo; ahora las cosas han cambiado mucho, y los curas están sobrecargados, y no pueden desempeñar la misión esencial; anunciar la buena noticia. Bien preparada, con calma y de forma comprensible y cercana, acercándola a la vida diaria de cada uno de nosotros; es preciso que sepamos entender que, Dios está presente en cada momento de nuestra vida; que se va con nosotros, no se queda en el templo, esperando al domingo siguiente despreocupándose de todo.
Que Dios nos ama mucho mas de lo que creemos, y quiere que lo sepamos.
Soy consciente de la preocupación de D. Andrés por formarnos, y prepararnos para desempeñar el papel que nos está asignado en la comunidad y en el mundo.
Muchas gracias Andrés, porque una vez mas dejas las cosas claras, y nos pones de manifiesto la realidad. Claro, todo esto supone mucho trabajo y dedicación, y un gran amor a Jesucristo.
Un gran abrazo hermanos, y que el E. S. nos vaya concediendo esa sabiduría necesaria, para mostrar el rostro de Cristo.
BENDITO SEA DIOS