Suscribo lo que dijo el anónimo de 27-10-2013. Añado que parece el Ángel de la Guarda diciéndonos al oído cómo seguir el camino del Bien, de la vida hermosa, esforzada, responsable y estructurada en valores. Sí, si hubiese conocido a D. Andrés hace años mi vida habría sido bien distinta, pero doy gracias a Dios por esta bendición del Cielo que tenemos ahora.
• ¿Las parejas separadas o divorciadas y casadas de nuevo son una realidad pastoral en su Iglesia? ¿Cómo afrontarlo? • ¿Podría una simplificación de la práctica canónica de reconocer la nulidad del vínculo matrimonial contribuir a solucionar los problemas de las personas afectadas? • ¿Cuál es la actitud de las Iglesias locales y particulares hacia el Estado como promotor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y hacia los involucrados en estas? ¿Qué atención pastoral se puede dar a estas personas? • En el caso de las uniones de personas del mismo sexo que han adoptado niños, ¿qué se puede hacer a nivel pastoral para transmitir la fe? ¿Cómo se acercan a la Iglesia los padres que están en esta situación? ¿Qué es lo que piden? • ¿Saben los cristianos de hoy cómo evaluar moralmente los diferentes métodos de planificación familiar? ¿Podrían sugerirse ideas pastorales? • ¿Cómo puede promoverse una actitud hacia la opción de tener hijos? ¿Y promoverse un aumento de la natalidad? • ¿Qué otros retos o propuestas relacionadas con los temas de las preguntas anteriores cree urgente y útil tratar?
"Para los que aman a Dios, todo les sirve para el bien." Es cierto, yo lo he vivido, aunque a veces he tardado años en darme cuenta. Una enfermedad grave de una persona querida, me ha unido por completo a esa persona. Una muerte terrible, me ha acercado más a Dios. Mi dolor, me ha ayudado a compartir el dolor de otras personas.Una mala acción mía, me ha enseñado a comprender mejor a los demás. Gracias, Señor, porque todo, todo, me sirve para el bien... pero cómo duele a veces.
Me gusta la parábola del Grano de mostaza y ¡qué bonito el ejemplo de la semilla que sin saberlo dejó Sta. Josefina Bakita. Lei su historia y me encantó. Este Blog es también una pequeña semilla que un día sembró con acierto un buén sacerdote y ¡Cuánto ha crecido ese árbol desde que salió por primera vez!! La homilía, acompañada por los comentarios, el rostro que nos sorprende, la voz que enseña...son, cada uno a su manera, quienes hacen crecer y alimentan esa planta, que se ha convertido en un gran árbol. Aunque algunos quisieran talarlo, mientras los frutos sean buenos... Dios no lo permitirá.
Esa frase del evangelio: "para los que aman a Dios todo les sirve para su bien", me ha acompañado estos dos últimos años muchas veces; leída, en predicaciones, en conversaciones con curas, y ¿sabeis que?, Tal como la predica D. Andrés me ha consolado muchísimo siempre, porque aunque el dolor, la ausencia y la pena siguen, ha ayudado a crecer mi fe. Por algo es Palabra de Dios.
Suscribo lo que dijo el anónimo de 27-10-2013. Añado que parece el Ángel de la Guarda diciéndonos al oído cómo seguir el camino del Bien, de la vida hermosa, esforzada, responsable y estructurada en valores. Sí, si hubiese conocido a D. Andrés hace años mi vida habría sido bien distinta, pero doy gracias a Dios por esta bendición del Cielo que tenemos ahora.
ResponderEliminarFrancisco pide consejo
ResponderEliminar• ¿Las parejas separadas o divorciadas y casadas de nuevo son una realidad pastoral en su Iglesia? ¿Cómo afrontarlo?
• ¿Podría una simplificación de la práctica canónica de reconocer la nulidad del vínculo matrimonial contribuir a solucionar los problemas de las personas afectadas?
• ¿Cuál es la actitud de las Iglesias locales y particulares hacia el Estado como promotor de las uniones civiles entre personas del mismo sexo y hacia los involucrados en estas? ¿Qué atención pastoral se puede dar a estas personas?
• En el caso de las uniones de personas del mismo sexo que han adoptado niños, ¿qué se puede hacer a nivel pastoral para transmitir la fe? ¿Cómo se acercan a la Iglesia los padres que están en esta situación? ¿Qué es lo que piden?
• ¿Saben los cristianos de hoy cómo evaluar moralmente los diferentes métodos de planificación familiar? ¿Podrían sugerirse ideas pastorales?
• ¿Cómo puede promoverse una actitud hacia la opción de tener hijos? ¿Y promoverse un aumento de la natalidad?
• ¿Qué otros retos o propuestas relacionadas con los temas de las preguntas anteriores cree urgente y útil tratar?
Me acaban de comentar que A d. andrés se lo quieren llevar a Roma. alguien me lo puede confirmar? Él, tan discreto, no suelta prenda.
ResponderEliminarVaya! por fin se entiende que la problemática de los matrimonios es parte de la pastoral familiar, menos mal. Nunca es tarde si la dicha es buena.
ResponderEliminarSería interesante saber lo que se piensa en la Diócesis de Oviedo sobre la segunda cuestión, dados los últimos cambios.
Buena semana!
"Para los que aman a Dios, todo les sirve para el bien."
ResponderEliminarEs cierto, yo lo he vivido, aunque a veces he tardado años en darme cuenta. Una enfermedad grave de una persona querida, me ha unido por completo a esa persona. Una muerte terrible, me ha acercado más a Dios. Mi dolor, me ha ayudado a compartir el dolor de otras personas.Una mala acción mía, me ha enseñado a comprender mejor a los demás.
Gracias, Señor, porque todo, todo, me sirve para el bien... pero cómo duele a veces.
Me gusta la parábola del Grano de mostaza y ¡qué bonito el ejemplo de la semilla que sin saberlo dejó Sta. Josefina Bakita. Lei su historia y me encantó.
ResponderEliminarEste Blog es también una pequeña semilla que un día sembró con acierto un buén sacerdote y ¡Cuánto ha crecido ese árbol desde que salió por primera vez!! La homilía, acompañada por los comentarios, el rostro que nos sorprende, la voz que enseña...son, cada uno a su manera, quienes hacen crecer y alimentan esa planta, que se ha convertido en un gran árbol. Aunque algunos quisieran talarlo, mientras los frutos sean buenos... Dios no lo permitirá.
Esa frase del evangelio: "para los que aman a Dios todo les sirve para su bien", me ha acompañado estos dos últimos años muchas veces; leída, en predicaciones, en conversaciones con curas, y ¿sabeis que?,
ResponderEliminarTal como la predica D. Andrés me ha consolado muchísimo siempre, porque aunque el dolor, la ausencia y la pena siguen, ha ayudado a crecer mi fe.
Por algo es Palabra de Dios.