jueves, 1 de febrero de 2018

Domingo V del Tiempo Ordinario (B)



4-2-2018                                DOMINGO V TIEMPO ORDINARIO (B)
Homilía en vídeo
Homilía de audio
Queridos hermanos:
            Aunque propiamente la jornada mundial del enfermo es el próximo domingo 11 de febrero, sin embargo, voy a hacer hoy la homilía sobre ello. Así, el domingo 11 lo dedicaré todo ello a la Campaña contra el Hambre.
            - La Palabra de Dios de hoy y el enfermo. La enfermedad forma parte del ser humano. Todos hemos estado enfermos alguna vez. Todos vamos a estar enfermos alguna vez. Quizás ahora mismo, algunos o muchos de nosotros estamos enfermos. Escuchemos lo que decía Job, quizás el enfermo más famoso de la Biblia, en la primera lectura de hoy: “El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero […] Al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré? Se alarga la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba. Mis días corren más que la lanzadera, y se consumen sin esperanza. Recuerda que mi vida es un soplo, y que mis ojos no verán más la dicha”.
            Asimismo el Evangelio nos presenta con mucha frecuencia a enfermos que se acercan a Jesús o a Jesús que se acerca a los enfermos. Jesús se preocupa de ellos, se acerca a ellos, los consuela y los cura… en el exterior y en el interior, pues para Jesús son más graves las enfermedades interiores (del espíritu) que las exteriores (las físicas o las mentales). En el Evangelio de hoy se nos dice: “La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males”.
             - Vamos a escuchar-leer a un enfermo que habla de la muerte. Supongo que habéis oído hablar de Steve Jobs, cofundador de la empresa Apple. Él murió de cáncer en octubre de 2011 a los 56 años. En el año 2005 dio una conferencia en la Universidad de Stanford ante los estudiantes. Les habló sobre varias cosas. Una de estas cosas fue sobre la muerte. (Jobs era budista, por lo que sus palabras dicen verdad, pero desconocen el evangelio de Jesús. Jobs dijo esto: Mi tercera historia es sobre la muerte. Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanecen frente a la muerte, dejando sólo lo que es importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.

Hace casi un año me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un chequeo a las 07:30 de la mañana y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los doctores me dijeron que era casi seguro que se trataba de un cáncer incurable, y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuera a casa y que dejara zanjados mis asuntos, la forma médica de decir: ‘prepárate para morir’. Significa intentar decirles a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado para que sea lo más fácil posible para tu familia. Significa decir adiós.
Viví todo un día con ese diagnóstico. Luego, a última hora de la tarde me hicieron la biopsia, metiéndome un endoscopio por la garganta, a través del estómago y del duodeno, pincharon el páncreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi esposa que estaba ahí, me dijo que cuando vio las células al microscopio, el médico comenzó a llorar porque resultó ser una forma muy rara de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía. Me operaron y ahora estoy bien.
Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere llegar al cielo quiere morir para estar ahí. Y sin embargo, la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella, y así tiene que ser, porque la muerte es posiblemente el mejor invento de la vida. Es el agente de cambio de la vida. Retira lo viejo para dar lugar a lo nuevo. Ahora mismo, lo nuevo son ustedes, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, se irán convirtiendo en lo viejo y serán apartados. Lamento ser tan dramático, pero es demasiado cierto.
El tiempo es demasiado limitado, así que no lo gasten viviendo la vida de otro. No se dejen atrapar por el dogma que es vivir según los resultados de los pensamientos de otros. No dejen que el ruido de las opiniones de los demás ahogue sus propias voces interiores. Todo lo demás es secundario.
- Reflexiones CRISTIANAS sobre la enfermedad, sobre los enfermos, sobre las familias de los enfermos:
* Las transformaciones sociales de nuestro siglo han cambiado profundamente las condiciones del enfermo. En muchas situaciones la ciencia da una esperanza razonable de curación, o al menos prolonga en mucho los tiempos de evolución del mal, en caso de enfermedades incurables. Pero la enfermedad, como la muerte, no está aún, y jamás lo estará, del todo derrotada. Forma parte de la condición humana. La fe cristiana puede aliviar esta condición y darle también un sentido y un valor.
* Después de la larga hospitalización que siguió al atentado en la Plaza de San Pedro, el Papa Juan Pablo II escribió una carta sobre el dolor, en la que, entre otras cosas, decía: “Sufrir significa hacerse particularmente receptivos, particularmente abiertos a la acción de las fuerzas salvíficas de Dios, ofrecidas a la humanidad en Cristo” (Cf. Salvifici doloris, n. 23). La enfermedad y el sufrimiento abren entre nosotros y Jesús en la cruz un canal de comunicación del todo especial.
* Toda persona normalmente vive en una familia y, cuando cae enferma, es toda la familia la que se ve afectada profundamente, se ve alterado el ritmo de su vida, con lo que unas optan por sacrificar parte de su vida social y profesional para acompañar al familiar enfermo; otras lo abandonan o soportan como una carga. En toda esta situación, también la familia necesita, por tanto, atención y apoyo. Porque la familia tiene un papel insustituible en la atención integral al enfermo, que conviene conocer, valorar y fomentar. Porque la familia cristiana ha de ser, también en esta situación, la Iglesia doméstica que acoge, consuela y alivia al enfermo en el nombre del Señor.

1 comentario:

  1. Cuando mi marido estuvo enfermo, me acuerdo perfectamente de las palabras del doctor,Jesús hay malas noticias,nadie dijo la palabra cáncer,mi marido dijo tengo que poner quimio?.la respuesta fue SI.En un segundo de tu vida todo cambia. Sobre todo cuando me dijo el doctor solo queda rezar.
    También me acuerdo de las palabras que le dijo mi marido al médico,Doctor,no me importa sufrir aunque quede en una silla de ruedas y solo me queden ojos para ver a mis hijos crecer,porque tengo tantas cosas que enseñarles,yo me crié sin padre,(le murió cuando tenía 1 año,y hay tantas preguntas y respuestas que recibir.Pero esa lección,nos enseñó a valorar tantas cosas importantes,entre ellas, el dejar de comernos el mundo con el egoísmo de tener,amontonar,porque cuando te viene una de estas lo vendes todo para curar o curarte,y te das cuenta,de que te mueres igual y el dinero no sirve para nada. sabéis una cosa, que yo solo tenía a alguien muy importante en mi vida,solo Él podía ayudarme Jesús de mi corazón,pasase lo que pasase Él me ayudaría.Mi marido está con nosotros . Un abrazo, y valoremos lo que es realmente importante.Noto de falta muchos escritos y todos ellos son lecciones que nos ayudan.

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