12-10-14 DOMINGO
XXVIII TIEMPO ORDINARIO (A)
Salmo 23 (22): EL SEÑOR ES MI PASTOR
Queridos hermanos:
-
Hace un tiempo leí en un periódico una entrevista que hicieron (creo que) a un
director de orquesta. No recuerdo el nombre. Este hombre había estado muy
enfermo, se vio morir y narró cómo fue a un terapeuta (¿?), el cual le ayudó
mucho a salir del bache en que estaba metido. Parece ser que dicho terapeuta
utilizó técnicas orientales como el zen y otras cosas por el estilo. Contaba
este director de orquesta el caso de que, antes de caer enfermo, cuando cortaba
una zanahoria pensaba a la vez en muchas cosas, pero que ahora, al cortar la
zanahoria, todo su ser estaba sólo atento a ello y que esto le alcanzó un
equilibrio (no sé si expreso bien lo que él decía). Este hombre se confesaba
más bien panteísta, es decir, que Dios está y ES todo el universo y todas las
cosas que están en el universo. (El cristiano dice que Dios está en una
persona, en un perro, en una flor, en una montaña… El panteísta dice que Dios
ES cada persona, cada animal, cada flor, cada montaña…). Asimismo, en otro
momento de la entrevista el hombre dijo que ya no era católico, que no
soportaría tener que rendir cuentas al final de su vida al Dios cristiano por
los pecados que pudiera haber cometido. Al
leer estas palabras, yo pensé inmediatamente que este hombre no se había
encontrado cara a cara con Dios nunca, pues, si lo hubiera hecho, no podría
nunca hablar así de Dios.
Dios,
para nosotros, no es el policía o el juez al que rendir cuentas al final de
nuestra vida, sino que Dios es el Padre amoroso. Jesús lo llamaba Abbá, que
significa algo así como ‘papaíto’. Aquellos de vosotros que tenéis experiencia
de Dios entenderéis perfectamente lo que os estoy diciendo. Uno que lo entendió
perfectamente fue el salmista que compuso esta oración preciosa que hemos
escuchado hoy como salmo responsorial. Dejemos que este salmo 23 fluya en
nuestro corazón. Escuchémoslo con paz:
1) “El Señor es mi pastor, nada me falta: en
verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara
mis fuerzas”. Cuando uno es
encontrado por Dios, uno se da cuenta que, con Él nada, nos falta; uno se
da cuenta que Dios nos lleva praderas verdes y jugosas en medio de tantas
‘sequías y calores’; uno se da cuenta que Dios nos conduce a donde hay agua
fresca y abundante, y el lugar es tranquilo (“fuentes tranquilas”); y uno
se da cuenta que Dios hace todo esto para reparar nuestras fuerzas desgastadas por
tantos sufrimientos, golpes, incomprensiones y limitaciones.
2) “Me guía por el sendero justo, por el honor
de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas
conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan”. Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que Dios nos
lleva por caminos justos y honestos. En primer lugar para los otros, y también
para uno mismo. Por ello, quien encuentra a Dios sólo quiere y anhela a Dios, y
no desea llenarse de ‘cacharritos’, de loterías y de viajes… Igualmente uno se
da cuenta que Dios siempre acompaña y no deja a uno en soledad: “aunque
camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo”.
3)
“Preparas una mesa ante mí, enfrente de
mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa”. Cuando uno es encontrado por Dios, uno se
da cuenta que Dios le prepara una mesa con ricos alimentos, con bebidas
generosas y buenas. También uno se da cuenta que Dios unge a uno “la cabeza con perfume”. Dios nos regala
todo esto frente a los ‘enemigos’ que no nos quieren, que desean y procuran lo
peor para nosotros. Así, podemos
comparar cómo nos trata Dios y cómo nos tratan nuestros ‘enemigos’.
4)
“Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin
término”. Cuando uno es encontrado
por Dios, uno se da cuenta que Dios nos regala, sin merecerlo nosotros para
nada, antes bien al contrario, su bondad, su misericordia. Pero, ¿cuántas veces nos da esto, en qué momento nos da esto? Nos lo dice
también el salmista: “todos los días de
mi vida”. Y, por lo tanto –continúa diciendo el salmista-, “habitaré en la casa del Señor por años sin
término”.
¿Decidme si se parece
este Dios que muestra el salmista del salmo 23 al dios que nos ‘dibujó’ el director
de orquesta en la entrevista del periódico? Otra pregunta: Nuestro Dios, el que vivimos día a día, en
el que creemos en nuestro espíritu, al que rezamos… ¿a cuál se parece más, al
del director de orquesta o al del salmista?
-
En la primera lectura se nos dice que Dios “preparará
para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un
festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos […] Aniquilará
la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los
rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país”. Repito la
pregunta de antes: ¿Decidme si se parece
este Dios que muestra el profeta Isaías al dios que nos ‘dibujó’ el director de
orquesta en la entrevista del periódico? Otra pregunta: Nuestro Dios, ¿a cuál se parece más, al del director de orquesta o al
del profeta Isaías?
PRECIOSISIMO ESTE SALMO, CUANTO AMOR DESTILA. BENDITO SEA DIOS
ResponderEliminarEl Salmo 23 es uno de mis favoritos. Lo he recitado y orado muchas veces; lo he dejado fluir, como usted dice...
ResponderEliminarPara mi, es un canto del amor y la ternura de Dios. Pero sobre todo, es una profesión de fe absoluta: El Señor es mi pastor, nada me falta. Y una oración de confianza en el Señor, recogida en este verso precioso: Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque Tú vas conmigo...
Me ha gustado mucho la homilía escrita, espero con impaciencia el audio.
El Buén pastor es uno de los salmos mas conocidos, bonitos y consoladores del Salterio, es verdad; opino como Loli.Estos días me acompaña de forma especial haciéndome percibir la presencia de su pastoreo en mi vida,a través de otras personas. Es una bonita forma que tiene Jesús de cuidarnos.
ResponderEliminarY como dice Loli, sí es una profesión de fe y confianza.."Tú eres mi pastor, nada me falta".
Buena semana para todos.
Precioso Salmo y cuántas veces se me olvida que todo con El nada sin El.
ResponderEliminarBuena semana hermanos!
Buenos días .....me leído y leido tu Homilia esta semana ...pues para mi no hay día que exista sin que pida al Señir y a nuestra Madre guíe mi camino El sábado 4 de octubre día de San Francisco mi hija sufrió un asalto muy brusco .. Y ha quedado eEn estado de shock .... Ella llorando me decia mama donde estaba Dios en ese momento ...... Cuidando que no te mataran o hirieran le decía yo ....... Me ha costado que lo comprendiera y mucho ..le han robado párate de su vida en ese bolso .....me ha costado mucho a mi también por ello día a día le pregunto a mi Señor para que pasó esto ? Que me muestre el para que pues la verdad no lo comprendo ....pero infinitamente tengo Fe en en El ...
ResponderEliminarAmigos les pido una oración para mi hija pues ha quedado tan asustada .......y angustiada que nos preocupa y mucho
Muchas gracias Andrés, esta homilía ha sido como ungüento para mi alma tan necesitada de este Amor.
ResponderEliminarEste salmo es mi preferido, veo en el un amor y una ternura incomparables, produce sosiego y paz, algo de lo que carezco en estos momentos en que camino por cañadas oscuras. ¡¡Como necesito ese brazo amigo que me guíe
en medio de esta incertidumbre. Sí, camino en la oscuridad, y estiro mis brazos como un ciego tratando de no tropezar en la multitud de obstáculos que me encuentro en mi caminar.
Es dura a vida, así que uno necesita pegarse a este Compañero que nos describe el salmo; necesito reparar mis fuerzas con el alimento por excelencia, el Amor; y calmar mi sed con ese agua que te refresca y te da la fuerza para seguir adelante.
¡¡Como necesito creerme esto de verdad!! porque cuantas veces surgen las dudas, y el demonio te hace creer, que estas sola, no solo físicamente, que también, sola en tu lucha interna, sola para afrontar los problemas, sola en el combate de la fe, SOLA.
Yo hoy quiero pedirle al Señor con todo mi corazón, que me de LA FE, esa fe que te hace ver a tu Dios en todos los acontecimientos de tu vida, que te hace sentirlo y palparlo, que te da ánimos, que sufre contigo y extiende su brazo para ayudarte a llevar la carga. También quiero pedirle que, no sea yo uno de esos invitados a LA BODA, y no acude porque prefiere otros festines; sí, que acuda a las bodas con el traje adecuado, y que cuando decida recoger los frutos de su viña, encuentre el fruto deseado; las sabrosas vides de las cuales se sacan esos vinos enjundiosos.
Todo mi agradecimiento a este pastor que también sabe acompañarme en mi oscuridad, para que no tropiece; Que Dios te bendiga Andrés.
Un abrazo hermanos, que la Virgen María nos cuide a todos, y interceda ante su Hijo por cada uno.Amén
Parece que este salmo ha hecho saltar alarmas de sufrimiento, dolor y oscuridad, a la vez que de fe, ternura y agradecimiento. Voy a misa y os encomendaré a cuántos ha llegado al corazón el salmo y la homilía y sobretodo lo han compartido con sencillez en el blog. Me han emocionado vuestros sentimientos y palabras.
ResponderEliminar"Cuando uno es encontrado por Dios, uno se da cuenta que...", nos dice en varios momentos la homilía escrita, y qué importante es esto; significa que yo me he dejado encontrar por Jesús, el buén pastor. Me he dejado conducir, me he dejado sostener, me he dejado ungir y alimentar y sobretodo, me he dejado habitar por el Señor.
ResponderEliminarHoy, Sta. Teresa nos acompaña en un camino de V siglos lleno de huellas de intimidad en el seguimiento de Jesús; aprovechemos su intercesión para un día habitar juntos en la casa del Señor.
ResponderEliminarDices Andrés que "Dios, para nosotros, no es el policía o el juez al que rendir cuentas al final de nuestra vida, sino que Dios es el Padre amoroso". Es cierto que siento las "caricias" de Dios.
Sin embargo a mi también, como a "anónimo", muchas veces me inunda la duda, y el demonio me hace creer, que estoy solo en la lucha, me hunde en el pecado y me puede la desesperanza y a mi mente vienen citas del N. Testamento que hablan de un Dios Juez, que pide cuentas y condena: "Alejaos de mi malditos al fuego eterno..(Mt. 25,41..)... "Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres darán cuenta en el día del Juicio"(Mt 12,36). "¿Y te figuras, tú que juzgas a los que cometen tales cosas y las cometes tu mismo, que escaparás al Juicio de Dios?" (Rom, 2,3). Son palabras duras y que en muchos momentos me llenan de inquietud.
"Nuestro Dios, ¿a cuál se parece más, al del director de orquesta o al del profeta Isaías?". Siento decir que en ocasiones al Dios Juez, y en otras al Dios Amor.