jueves, 18 de julio de 2013

Domingo XVI del Tiempo Ordinario (C)



21-7-2013                   DOMINGO XVI TIEMPO ORDINARIO (C)
                                 Gn. 18, 1-10a; Slm. 14; Col. 1, 24-28; Lc.10, 38-42

Homilía del Domingo XVI del Tiempo Ordinario (C) from gerardoperezdiaz on GodTube.

Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:
            El evangelio de hoy nos habla de las dos hermanas de Lázaro, amigo de Jesús. Estas dos hermanas eran Marta y María. Hace tiempo, en una homilía me fijé en Marta, pero hoy voy a hacerlo en María. Dice el evangelio que Jesús llegó a casa de los tres hermanos y María, “sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
            En la homilía de hoy quisiera hablaros de la escucha. Para ello, vamos a imaginar que estamos subiendo una escalera. Tenemos que ir subiendo escalón a escalón.
            Primer escalón. Hay que distinguir entre oír y escuchar. Hace un tiempo sucedió esto: “La profesora de una pequeña escuela se dio cuenta de que un alumno no estaba escuchando. Estaba muy perezoso, nervioso, inquieto. Así que le preguntó: ‘¿Por qué? ¿Tienes algún problema? ¿Tienes alguna dificultad? ¿Eres capaz de oírme?’ El chico respondió: ‘Oír es fácil; escuchar es el problema’”. En efecto, oír es percibir las vibraciones del sonido. Nuestro sentido auditivo nos permite percibir los sonidos en mayor y menor medida. Oír es algo pasivo. Sin embargo, escuchar es la capacidad de captar, atender e interpretar la totalidad del mensaje del interlocutor a través de la comunicación verbal, del tono de la voz y del lenguaje corporal. Escuchar es acoger, deducir, comprender y dar sentido a lo que se oye. Para oír necesitamos sólo la oreja y el oído. Para escuchar necesitamos el oído, nuestros ojos, nuestra mente, nuestro corazón, nuestro cuerpo entero, que dicen: ‘Sí, lo que estás hablando me interesa, porque me importas tú’. Desde esta perspectiva tenemos que concluir que muchas veces oímos, pero no escuchamos, y que muchas veces nos oyen, pero no nos escuchan.
            Segundo escalón. “La fe nace de la predicación” (Rm. 10, 17) y de la escucha. Lo expresaba muy bien san Pablo en la carta a los romanos: “Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero, ¿como invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ‘¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias!’” (Rm. 10, 13-15). Sí, es totalmente necesario que venga alguien a nosotros de parte de Dios para que nos hable de Él. El lunes estuve haciendo dirección espiritual con una persona que me decía: ‘Andrés, necesito que me hablen de Dios’. Cuando tenemos la suerte de que existe ese alguien que nos habla de Dios y de parte de Dios, entonces es cuando nosotros hemos de hacer nuestra parte: nuestra parte no es simplemente oír, sino ESCUCHAR. Así nos lo aconsejan los profetas: “Escuchad la Palabra de Dios” (Jr. 7, 2; Am. 3, 1); y los sabios: “Escucha, hijo mío” (Prov. 1, 8); y Dios mismo a su pueblo. “Escucha, oh Israel” (Dt. 6, 4); y el mismo Jesús no exhorta a escuchar: “¡Escuchad!” (Mc. 4, 3). Por la escucha, que implica acogida, interiorización, comprensión, aplicar la Palabra a nuestra vida, digo que por esta escucha de Dios y de su Palabra nacerá en nosotros la fe en Dios y el amor a Dios y a los hombres. Hacia 1997 fui a celebrar una Misa cerca de Avilés y hablaba a los niños y les hacía preguntas. De repente, un niño de unos 7 años dijo algo que no tenía nada que ver con lo que estábamos hablando en la homilía. Dijo el niño: ‘Mi hermano no quiere venir a Misa porque se aburre’. Todos en la iglesia quedamos cortados. Entonces yo le pregunté al niño. ‘Y tú, ¿no te aburres?’ A lo que el niño contestó: ‘No, porque yo atiendo’. Fue una respuesta preciosa. ‘Atiendo’, o lo que es lo mismo ‘escucho’. Lo que el niño aquel quiso decir fue esto: ‘Atiendo y por eso entiendo. Escucho y entiendo, y por eso no me aburro’.
            Tercer peldaño. El hombre no escucha al hombre; el hombre no escucha a Dios. Hace ya unos años vi una película argentina titulada ‘la novia de mi padre’. El argumento básicamente consistía en que un hombre convivió maritalmente con una mujer de la que tuvo un hijo. Esta mujer siempre había querido casarse por la iglesia, y de hecho había comprado un vestido blanco para la ocasión, pero el hombre se negó siempre. Años más tarde, siendo los dos mayores, y teniendo la mujer alzheimer, quiso este hombre darle una alegría a la mujer y casarse por la Iglesia. La película narra todas las peripecias para lograr esto, pero, cuando finalmente lo logra, la mujer quiere marcharse de la ceremonia, pues no entiende nada debido a su enfermedad. Yo al terminar la película me hice esta pregunta: ‘¡Hombre, ¿por qué no escuchaste y acogiste años antes los deseos y anhelos de tu compañera? ¿Por qué sólo oíste (no escuchaste) lo que te decía ella y sólo pensaste en tu conveniencia?’ Este hecho puede ser trasladado a tantas situaciones humanas en que no escuchamos a los otros o no nos escuchan los otros.
            También los hombres somos sordos a las Palabras de Dios. En tantas ocasiones Dios ha estado y está a nuestra vera para hablarnos, para abrazarnos, para guiarnos… y en tantas ocasiones rechazamos sus manos y sus Palabras. Ya conocéis la poesía de Lope de Vega:
‘¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío,
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
«Alma, asómate ahora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía»!
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!’
            Cuarto peldaño. Para escuchar hay que hacer silencio: silencio de los ruidos exteriores, silencio de los ruidos interiores. Los ruidos a los que me refiero no son sólo los sonidos que entran por el oído, sino también todas aquellas preocupaciones, deseos, iras, rencores, cosas materiales que anhelamos, amores y desamores, soberbia, miedos… En fin, todo ello impide, en tantas ocasiones, que escuchemos la voz del Señor (y de los hombres que nos rodean). Así, Jesús nos dice: “Por eso os digo: No os inquietéis por vuestra vida, pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? […] Buscad primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura. No os inquietéis por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le bastan sus disgustos” (Mt. 6, 25.33-34). En definitiva, confianza en Dios para que haya silencio en nuestro interior y así podamos escuchar a los otros y a Dios.
Rellano. Antes de subir otros peldaños. Ahora sí; ahora, después de haber asimilado todo lo anterior, podremos, junto con María, la hermana de Marta, sentarnos a los pies de Jesús y escuchar su Palabra. Y entonces el Señor dirá de nosotros, como dijo de María antes: “María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán”.
            EN OTRA OCASIÓN HABLARÉ DE CÓMO DIOS SÍ QUE ESCUCHA AL HOMBRE.

23 comentarios:

  1. ¡¡Qué homilía tan hermosa!! No es la primera vez que nos hablas de PELDAÑOS….es una invitación a seguir creciendo a tu lado, hacia Jerusalén, el Calvario; pasado éste y resucitados llegaremos, habiendo vivido en parcelas el Cielo aquí, a esa Jerusalén Eterna donde Todo será Dios.
    Sabes Pater, creo que me acercaré a María –la de Betania – y le haré muchas preguntas (si es que entonces aún quedan en mi interior) disfrutando con ella el Encuentro que ya estaremos viviendo.
    Envío el trozo de la homilía del D. XVI TO del 2007, en que nos hablas de Marta. No podemos contemplar una sin la otra. Aunque sea largo comentario, espero que os venga bien y al menos, a mano.
    Recuerda Pater, que te queda pendiente el CÓMO SÍ DIOS ESCUCHA AL HOMBRE. En estos momentos diocesanos necesitamos sabernos escuchados por Él, TODOS.
    ......................
    - Según nos cuenta el evangelio, Jesús estaba constantemente ocupado y de acá para allá. Siempre hablando y enseñando a la gente. Siempre curando y caminando de una aldea a otra, de un pueblo a otro. No podía sacar tiempo ni para estar a solas. Solía apartarse un poco por la noche para estar con Dios a solas. Asimismo ¡cuántas veces quiso estar con los apóstoles únicamente, pero no podía! Jesús necesitaba, como todos los hombres, su espacio de silencio, de soledad, de estar en paz, de ! Y lo mismo que nosotros tenemos nuestros rincones preferidos, nuestros amigos… también Jesús lo tenía y se llamaba Betania. Era un pequeño pueblo cercano a Jerusalén, en donde habitaban sus amigos Lázaro, Marta y María; hermanos entre sí. El evangelio de hoy nos narra un episodio ocurrido en Betania, en casa de los tres hermanos: Llega Jesús y con él sus discípulos. Las amas de casa ya sabéis lo que come un hombre de más en el hogar. ¡Pues imaginaros 12 hombres y Jesús: en total 13 varones! En aquel tiempo no había agua en la casa, no había neveras ni supermercados con comida rápida. Para cualquier mujer toda esta situación hubiera supuesto un verdadero quebradero de cabeza. Lo sería hoy día con todos los medios modernos con los que cuentan las casas, ¡cuánto más en tiempos de Jesús! Por eso, nos cuenta el evangelio que Marta se multiplicaba para atender a todo y a todos, y al ver a su hermana María que no hacía nada, que no ayudaba en nada, y que estaba sentada a los pies de Jesús escuchándolo, fue cuando Marta se paró y le dijo a Jesús aquello de: <Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.” Marta tenía toda la razón, pero el Señor con su respuesta parece que se la quita. En efecto, Jesús le dice: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.” Podía Marta haber contestado que entonces ella también pararía de trabajar y de preparar comidas y lechos para dormir, que ella también se sentaría a los pies de Jesús a escuchar y a no hacer nada. Y, cuando llegase la hora de comer, que cada cual se arreglase por sí mismo.
    Continua....

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  2. Hay personas (sobre todo mujeres) que me han comentado lo mal que les parece esta respuesta de Jesús… por injusta y porque se ve que Jesús es un hombre y que no pisa los pies en el suelo. Ayer me enviaba otra ama de casa el siguiente mensaje al móvil: “Marta parece que sale mal parada, pero la hospitalidad para que no le falte de nada es acción. Repartido el trabajo, las dos hubieran escuchado.” Sin embargo, yo entiendo que Jesús no contesta a Marta para aquel momento concreto, sino que más bien le dice algo a Marta que llega a lo más profundo de su corazón y de su alma. En efecto, Jesús ve que Marta es una persona ajetreada, pero no sólo en ese momento, sino en todos los momentos de su vida. Es una persona toda actividad y poca reflexión, toda impaciente y con poca paz, todo ruido y con poco silencio, todo el ‘aquí y ahora’ y no ver las cosas un poco más allá. (El jueves me contaba una persona que pasó unos días de julio en Orense y que se dio cuenta de lo mucho que gritaba y hablaba alto la gente por allá. Antes esta persona hacía igual, pero, desde que conoció al Señor más de cerca, habla más suave y más pausadamente y su corazón no está tan agitado).
    Ante este texto y esta explicación, ahora os pregunto yo: ¿Nosotros nos parecemos en nuestra vida ordinaria más a Marta (inquietos, nerviosos, con falta de paz, ruidosos, volubles…) o a María (con más serenidad, con más paciencia y más paz, estables, con equilibrio en nuestra personalidad…)? Cuanto más estamos con el Señor, El nos da los dones de María y nos va quitando los nerviosismos de Marta.

    Buena semana junto a María, amiga de Jesús.
    Precioso lugar BETANIA, para veranear. ¡Me encanta!

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  3. Que hermosa homilía ... Eso de subir los peldaños ....grandioso .... Y como decía mi abuel oír lo haces con los oídos ..pero escuchar en hacerlo con el corazón ... Es involucrar te ..prestar la debida atención ... Hermosa tu homilía ... Y Pepitina gracias por recordarno la homilía del año 2007 .... Una tarde aquí para leerlas leerlas reflexionar ... Y poner el corazón...
    Aprovecho este momento para pedr qu tengan en oración a una mama que esta sufriendo de un cáncer de Colón ....
    Gracias amigos por estar .... Gracias Padre Andrés por darme luz cada semana ....

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  4. Quisiera resaltar de ese Primer escalón, que nos propone D. Andrés esa diferencia entre Oir y Escuchar en la que una vez más me he detenido. ¡Qué importante es para mí el ser escuchada!! ¡qué importante debe ser para el “otro”, también, el que yo le escuche!!

    Subrayo además la importancia del tono de la voz y del lenguaje corporal…porque si yo me fijo en ellos, también el otro lo hará y le agradará, porque decirle: ‘Sí, lo que estás hablando me interesa, porque me importas tú’, creo que lo necesitamos todos.
    Es un propósito que me hago para este verano.

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  5. Querido D. Andrés; que bonita su homilía!!! GRACIAS
    Un abrazo

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  6. Hermosa homilía,y la reflexión que nos hace la sñª:Pepita esta más que bien,pues me hizo darme cuenta de algo hasta ahora me había pasado desapercibido_¡Chopo,por ella!
    Hace ya casi dos semanas,me enfade con Dios.Fui al convento y le monte una bronca que no se de donde me salio tanto coraje.Luego me arrepentí de reprocharle sus designios,pero ya lo había soltado.Lo más suave que le dije creo que fue:injusto.Ahora comprendo que mi enfado,no fue por el hecho que me llevo allí.Este solo había sido el detonante de un estado de ansiedad que se ha ido acumulando por muchos otros y desahogue de esa forma toda mi impotencia.Estaba agobiada por todas las cosas que me han ido pasando y que no he querido pararme a pensar para que no me dolieran y de pronto estalle por algo, que por muy triste que pueda haber resultado,ni tan siquiera iba conmigo,o al menos tengo que reconocer que a mi concretamente no me va a cambiar la vida.Y todo por no pararme a escucharme a mi misma a reflexionar sobre donde estoy parada,pero sobretodo por no poner mi confianza 100% en Dios.
    Y es que no tengo remedio,siempre armo la misma,una vez más he vuelto a demostrar que es mayor mi lealtad
    hacia el que mi confianza.En fin,me toca empezar de nuevo una vez más.A este paso ya debería estar acostumbrada_¡Pero es que es que no aprendo!. Un abrazo fraternal para todos y feliz semana. C.

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  7. No por mucho rezar las cosas van a cambiar

    Desde su primer mensaje, desde la Logia central de San Pedro en el acto de proclamación, este papa no ha dejado de repetir que se rece por él. Ayer, pocas horas antes de emprender el vuelo a Brasil, precisó en el rezo del Angelus la esencia de su ruego. Dió a entender que no por mucho rezar las cosas van a cambiar.

    "Una plegaria -dijo a los fieles- que no conduce a una acción concreta a favor de los pobres, de los enfermos o de los más necesitados es una plegaria estéril e incompleta". E hizo extensible su advertencia al clero: "Cuando en el servicio eclesiástico -añadió- se da solo importancia a las cosas materiales, a las funciones y estructuras se corre el riesgo de servir solo a uno mismo. Y no a los necesitados".

    De ahí la recomendación de Bergoglio a laicos y clérigos, Ora e Labora, inspirada en la regla del siglo VI de Benito de Norcia. Algunos vaticanistas observan en las palabras del papa el criterio que, tras su viaje a Brasil y después de la varios meses de reflexión, regirá en la remodelación a partir de septiembre de la jerarquía eclesiástica, especialmente de la romana acomodada en la autocomplacencia desde hace algunas décadas. En síntesis, Francisco les ha dicho 'a Dios rogando, monseñor. Pero siga remando'.

    Escuchar a los jóvenes

    En Brasil el papa quiere escuchar a los jóvenes según ha explicado el presidente de los obispos brasileños, el cardenal Damasceno. "Resuena todavía en nuestras orejas -ha declarado al Osservatore Romano- el clamor de centenares de miles de jóvenes que, llenando plazas y calles, han expresado su indignación ante estructuras de poder y acciones de instituciones que hieren la vida y la dignidad humana".

    La revuelta de la derecha italiana

    Italia es el mayor consumidor del mundo de noticias del Vaticano. El papa aparecen habitualmente en portada, incluso de la prensa menos pía, y sus mensajes alimentan a los políticos como en ningún otro país. A los 6 meses de pontificado de Bergoglio llegan las primeras indigestiones en algunos sectores de la derecha italiana. Un empacho por activa, y en ocasiones por pasiva, ante el cambio de estilo, de lenguaje, de sensibilidad y rigores de un pontífice que renuncia al palacio, viste sotana blanca que deja entrever sus pantalones y zapatos de negro sacerdotal o expresa ideas complejas con extrema sencillez. Ante los derechos de los inmigrantes africanos que Francisco reclamó en Lampedusa algunos dirigentes de esta derecha han replicado que una cosa es predicar y otra gobernar, que sea el Vaticano el que les conceda asilo e incluso hubo quien ante las palabras del Papa ratificó su deseo ver naufragar las pateras con su carga en alta mar. Por pasiva sorprende el silencio del resto de la mayoría de dirigentes conservadores, muchos de ellos democristianos, tan dados a elogiar la alta intelectualidad teológica. Siguen sin digerir la caída aristocrática, la austeridad material y la ausencia de la vida lujosa y reposada que está implantando el nuevo pontífice.

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  8. El pontificado del primer papa no europeo y el primero llegado de las Américas arrancará definitivamente con su viaje a Brasil, desde donde lanzará la próxima semana el programa revolucionario de su pontificado basado en el llamado “evangelio social”. Llegado a la silla de Pedro desde la periferia de la Iglesia, Francisco ha escogido el continente de donde salió para presentar su programa a un millón de jóvenes llegados de todo el mundo para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

    El Papa ha elegido el país con mayor número de católicos del mundo y que aunque está saliendo de la pobreza aún tiene las venas abiertas de una profunda desigualdad social. Desde Brasil hablará a todas las periferias abandonadas y humilladas del planeta y a todos los países emergentes que pueden caer en la tentación de poner sus riquezas en manos de los que menos las necesitan.

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  9. Amigos del Papa aseguran que la importancia que ha dado a su viaje a Brasil, donde permanecerá una semana, se debe a que desde allí desea presentar al mundo su programa de gobierno. Lo escucharán cerca de seis mil periodistas llegados desde todos los rincones del mundo.

    En sus primeros cuatro meses de pontificado, Francisco ha ido mostrando con la simbología de los gestos y algunas afirmaciones clave que desea centrarse en los olvidados del planeta. Ha pedido que la Iglesia no solo se preocupe por los pobres sino que sea pobre ella misma y hasta mostró su tristeza en una visita al parque móvil de coches de lujo de los prelados del Vaticano, a los que pidió austeridad en su testimonio de vida. También ha arremetido contra las mafias anidadas en el Banco del Vaticano mientras él sigue viviendo en una habitación de hotel tras haber renunciado a los aposentos pontificios.

    Francisco se ha ido despojando de los símbolos del poder que alejaron durante siglos al papa de Roma de sus los obispos de la Iglesia. Ni siquiera se ha llamado "papa" a sí mismo, solo obispo de Roma, que es lo que es. Ha criticado la “tiranía del dinero” y la “globalización de la indiferencia” hacia los que sufren.

    En Brasil abrirá el resto de su caja de sorpresas y presentará la identidad de la Iglesia que él desea. Hay hasta quien apuesta que a partir de sus discursos en Brasil, el catolicismo de América Latina ya no será el mismo.

    Se engañan los que han pronosticado que el papa Francisco va a Brasil y a América Latina para “frenar la avanzada de los evangélicos” en favor de los católicos, Francisco aspira a un programa para la Iglesia mucho más amplio, que sirva incluso como acicate para todas las otras confesiones religiosas, a las que pronto desea convocar a Roma.

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  10. La visión del futuro de la Iglesia que él sueña no pasa por las viejas teologías, ni siquiera por la teología de la liberación, que nació en tierras latinoamericanas como antídoto contra las injusticias sociales y que se inspiraba socialmente en las ideas de El Capital de Marx. La revolución que presentará Francisco en Brasil viene del cristianismo de hace dos mil años, del profeta Jesús que proclamó las bienaventuranzas de los pobres, de los que tienen hambre y sed de justicia, de los hacedores de paz. La teología que Francisco predicará es la del “evangelio social” del cristianismo, no ideológico sino práctico.

    Hace unas semanas ya pudo escucharse de sus labios el eco de lo que será el verdadero y definitivo mensaje de su pontificado, cuando recordó en la periferia de Italia el drama de los emigrantes ilegales que arriesgan su vida en busca de trabajo. El Papa se preguntó "quién llora por ellos” en el mundo y en la Iglesia.

    En la idílica playa de Copacabana, en Río de Janeiro, han organizado un vía crucis representado por artistas. Quienes conocen de cerca al papa Francisco han alertado de que bajo ese escenario casi irreal de la Pasión de Cristo, él dirá a los jóvenes cuales son las “nuevas heridas del crucificado”, las “venas aún abiertas en su carne” por las injusticias sociales que conviven con la opulencia del consumismo mundial.

    Hace 15 días Francisco anticipó parte de lo que dirá en Río: “El cuerpo de tu hermano está herido porque tiene hambre, tiene sed, está desnudo, humillado, porque es un esclavo, porque está encarcelado, porque sufre en un hospital”. Y añadió: “Estas son las heridas de Jesús, hoy”. Esa quiere que sea la nueva revolución social de la Iglesia, con menos perifollos teológicos e ideológicos y más encarnada en el hermano que sufre.

    El de Francisco será, según los obispos brasileños, un programa y un mensaje que servirá para creyentes y agnósticos, para todos los que dicen inspirarse en el evangelio de las bienaventuranzas y para los creyentes de cualquier dios. En ese contexto, no extraña que el Papa haya confirmado que estará al lado de los jóvenes brasileños que están saliendo a las calles a pedir más justicia social y mejor calidad de vida para todos.

    Por eso, Francisco ha pedido que no quiere estar blindado en sus encuentros con la gente. Quiere poder mirarles a los ojos sin que se interpongan ni cristales antibalas ni militares armados. Ya le había dicho a su amigo, el rabino de Buenos Aires, Abraham Skorka, que él “no tiene miedo a morir”. Extracto de El País.

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  11. Todo lo que es este Papa, es lo que hemos venido aprendiendo de P. Andrés.

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  12. Me encanta; en más de una ocasión hemos oído predicar a D. Andrés algo parecido, hablando del evangelio práctico, "de andar por casa", como suele decir.

    Ahora del Papa, escuchamos algo parecido:
    La revolución que presentará Francisco en Brasil viene del cristianismo de hace dos mil años, del profeta Jesús que proclamó las bienaventuranzas de los pobres, de los que tienen hambre y sed de justicia, de los hacedores de paz. La teología que Francisco predicará es la del “evangelio social” del cristianismo, no ideológico sino práctico.

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  13. Así es, querido amigo. Recuerdo cuando alguien decía que había que ser predicadores más abstractos, de doctrina, de teología. No les gustaba a algunos las homilias más cercanas a los fieles, a lo humildes de espiritu, a la teología con los pies en la tierra. Me alegro que hagas estas aportaciones.

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  14. Sólo quiero resaltar un párrafo: "..... El de Francisco será, según los obispos brasileños, un programa y un mensaje que servirá para creyentes y agnósticos, para todos los que dicen inspirarse en el evangelio de las bienaventuranzas y para los creyentes de cualquier dios. En ese contexto, no extraña que el Papa haya confirmado que estará al lado de los jóvenes brasileños que están saliendo a las calles a pedir más justicia social y mejor calidad de vida para todos...."

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  15. “Este primer viaje es para encontrar a los jóvenes, a los que quiero encontrar no aislados, sino en medio del tejido social. En sociedad, ya que cuando aislamos a los jóvenes les hacemos una injusticia pues les quitamos la pertenencia”, añadió el Papa.

    Francisco agregó que “los jóvenes pertenecen a una familia, una patria, una cultura y una fe y hay que mantener esa pertenencia. Ellos son el futuro de un pueblo, porque tienen la fuerza, la juventud y van hacia delante”, pero también recordó que “en el otro extremo de la vida, están los ancianos”.

    “Un pueblo tiene futuro si camina hacia adelante, con los jóvenes, con la fuerza que llevan y también con los ancianos, porque ellos son la sabiduría de la vida”, dijo el Papa argentino, quien subrayó “como muchas veces se comete la injusticia de dejar de lado a los ancianos al pensar que no tienen nada que darnos, pero ellos tienen la sabiduría de la vida, la historia de la familia y de la patria”.

    Por ello, explicó que quiere encontrar a los jóvenes “en su tejido social, es decir, también con los ancianos”.

    El Papa afirmó que es verdad que la crisis mundial “no hace cosas buenas con los jóvenes” y comentó cómo la semana pasada conoció “el porcentaje de jóvenes sin trabajo”.

    “Corremos el riesgo de tener una aceleración de una generación que no ha tenido nunca trabajo y del trabajo viene la dignidad de la persona, que es el poder ganarse el pan“, subrayó el Papa Francisco.

    La ‘cultura del desecho’

    Asimismo, el Pontífice añadió “que por desgracia, estamos acostumbrados en esta sociedad actual a la cultura del desecho” y explicó que “con los ancianos se practica esta cultura, y que ahora también se está haciendo con los jóvenes que no tienen trabajo”.

    “Hay que acabar con esta cultura y cambiarla con cultura de la inclusión y del encuentro. Hay que hacer un esfuerzo para llegar a todos, a la sociedad, y este es el sentido de mi visita: llevar a los jóvenes a la sociedad”, dijo.

    En nombre de los más de 70 periodistas que viajan en el vuelo Papal, la periodista mexicana Valentina Alazraki, decana de los reporteros a bordo, dio las gracias al Papa por sus palabras y después le dijo: “sabemos que los periodistas no somos santos de su devoción, pero tampoco somos tan feroces” y le entregó en nombre de todos una estatua de la virgen de Guadalupe, patrona de América, para que acompañase durante el viaje.

    Cuando acabó el encuentro con la prensa, el Papa pidió a los periodistas que le ayudasen “para el bien de la sociedad, de los jóvenes y de los ancianos”.

    Y recordando al profeta Daniel y en referencia a los periodistas bromeó: “He visto los leones, pero no son tan fieros”.

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  16. El Papa: “La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo y, por tanto, nos impone grandes retos. Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio; tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir y corresponsable del destino de todos”.

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  17. La importancia del viaje del Papa a Brasil es que desde el gigante sudamericano, potencia emergente, Francisco pretende pergeñar una nueva visión no solo de una Iglesia que vuelve a sus orígenes de pobreza, sino de una sociedad que está viviendo bajo las garras de un modelo económico que ensancha la exclusión. N

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  18. El Pontífice tiene la ambición de influir en un cambio social en el mundo
    Francisco llega a un continente, el suyo, para gritar no contra los que pretenden excluir a Cristo de la historia. Aquí no hay dictaduras que encarcelan a los cristianos, ni comunismos estalinistas que impiden las libertades fundamentales de los ciudadanos. Lo que existe son las políticas neoliberales o populistas teñidas de socialismo que siguen creando pobres. Lo que puede hacer que este viaje cambie la historia, como lo hizo Wojtyla en Polonia, es que ayude a convertir esta realidad en políticas de inclusión y de igualdad de oportunidades.

    Quien lo conoce de cerca afirma que el papa argentino es sencillo en su vida y humilde religiosamente, pero sutil y con ambiciones de cambiar no solo a la Iglesia sino de influir en un cambio de sociedad a escala mundial.

    Lo mismo que suele decirse que el hombre religioso no puede dejar de ser un animal político, pero sin entrar en la política de partidos e ideologías, Francisco piensa que el católico —el cristiano en general—, así como el judío o el musulmán o el budista, sin dejar su fe, debe bajar al infierno de las desigualdades y colocarse al lado de los que la sociedad de la opulencia y del consumo deja abandonados a su suerte. Es significativo que él insiste en que cuando encuentra a una persona no le pregunta cuál es su credo, sino “si hace o no algo por los demás”, si se preocupa por el prójimo. Texto extractado de El País.

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  19. Lo siento, pero cuanto más leo sobre esta Papa, cada vez encuentro más paralelismo con la forma de ser y de pensar de D. Andrés.

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  20. Siento mucho desviar la atención de las homilías; pero necesito decirlo bien alto.

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  21. Se respiraba mucha paz el domingo en la parroquia del Cristo de La Peña; también se sentía la nostalgia de las cosas hermosas que se acaban. Preciosa homilía y poema de la amistad, acogida y escucha a Jesús. Es muy serio eso de Jesús; es muy serio eso del Reino de Dios y su justicia. Cuántas veces dejamos a Jesús desplazado, fuera de nosotros, porfiando a nuestra puerta por Amistad y Amor… ¡Que yo pueda amarte un poquito Jesús! ¡Ahora! ¡Que ya no espere más! ¡Que te encuentre en el silencio de mi corazón! ¡Que también te encuentre en los otros!

    El Papa Francisco nos explicará muy bien estos días qué es el Reino de Dios y su justicia...

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  22. Como dice uno de vuestros comentarios, es muy serio eso del Reino de Dios...¡qué serio también nuestro trabajo de buscar como María, "la mejor parte", pues, ¿no es acaso esto la forma de establecer Su Reino entre nosotros? Si llegamos a este peldaño, seguro que nuestra escucha se transformará en obras, pues si no, nuestra Fe sería muerta y no permaneceríamos en Su volutad.
    La anécdota a la que se refiere nuestro pater, sobre el orar o rezar, es un testimonio precioso por parte de Emma. Gracias Emma y también a tu hija.. Ya la conocía desde hace tiempo y la he tenido presente dando un testimonio oral en algún grupo, o bien en conversaciones con personas que tienen deseos de Dios pero también dificultades en la oración. Hoy será la catequesis con mis dos nietos mayores, de 7 y 5 años: escuchar/oir y orar/rezar.
    Buena semana para todos.
    Y para nuestro querido pastor a quien Dios sigue bendiciendo también en los momentos de enfermedad de su madre, que se encuentra nuevamente ingresada, que cuente con nuestra continua oración.

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  23. Deseo especial que se reponga pronto la madre de D. Andrés. Un sufrimiento más a añadir al calvario que le han impuesto en pago de no sé sabe qué penitencia. La madre, que es dependiente de él sufirendo también el alejamiento de su hijo "al destierro".

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