jueves, 28 de marzo de 2013

Domingo I de Pascua (C)



31-3-2013                              DOMINGO I DE PASCUA (C)

Homilía del domingo I de Pascua (C) from gerardoperezdiaz on GodTube.

Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            - ¿Habéis visto alguna vez una persona muerta? ¿Habéis tenido que tocar alguna vez a una persona muerta? ¿Habéis tenido que amortajar alguna vez a una persona muerta? ¿Habéis tenido que asistir alguna vez a un desenterramiento de un cadáver en un nicho o en una sepultura en tierra? Nada de esto es agradable y, sin embargo, son realidades con las que podemos encontrarnos a lo largo de nuestra vida.
            En estos días que llevamos de la Semana Santa hemos acompañado a Jesús en su pasión, en su muerte y en su entierro. Con Jesús, los judíos y los romanos hicieron una auténtica carnicería. Una vez muerto Jesús y con el cuerpo totalmente destrozado, los discípulos depositaron su cadáver en el hueco de una roca que se había habilitado para sepulcro. ¡Por fin Jesús iba a poder descansar! ¡Por fin iban a dejarle en paz los soldados romanos y los judíos que le habían pegado, insultado y asesinado!
            Dice el evangelio que María Magdalena avisó el domingo de madrugada a Pedro y a Juan que el cuerpo de Jesús no estaba en el sepulcro donde le habían dejado el viernes por la tarde-noche. “Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró”. Juan era más joven y, por eso, corría más; llegó primero al sepulcro, pero todo su ímpetu juvenil quedó en nada ante la entrada de un sepulcro. Quizás él nunca había entrado en un sepulcro que contenía un cadáver. Tuvo miedo; miró, pero no entró. “Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro”. Pedro era mayor que Juan. Él ya tenía más experiencia y ya había visto a lo largo de su vida más muertos y más cosas terribles. Su ojos ya tenían ‘más callo’ para ver podredumbre y, por eso, Pedro entró inmediatamente en el sepulcro.
            Al penetrar en el sepulcro, primero Pedro y luego Juan, ¿qué es lo que vieron? Nos lo dice el evangelio: vieron “las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza”. Pero el cuerpo de Jesús no estaba. Ya María Magdalena les había dicho poco antes: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. En efecto, tanto Pedro y Juan, por un lado, como María Magdalena, por otro lado, no habían visto el cuerpo de Jesús al entrar en el sepulcro. Sí que estaban algunas pruebas de que Jesús había estado allí: sangre en la piedra, las vendas con las que cubrieron el cuerpo de Jesús y el sudario con el que le taparon la cabeza, pero… el cuerpo no estaba. ¿Qué había pasado?[1] Este evangelio nos da dos soluciones o interpretaciones: una fue la que sacó María Magdalena y otra la que sacó Juan.
a) La primera pensó que alguien había ido por la noche, había removido la piedra y se había llevado el cuerpo de Jesús. ¿Para qué? Con un buen fin: Pues quizás para protegerlo de los judíos o de los romanos, y/o para guardarlo y enterrarlo en un lugar al que sólo esa persona tuviera acceso. Con un mal fin: Otra interpretación sería que alguien habría robado el cuerpo de Jesús para destrozarlo aún más y tirarlo a la basura, o para enterrarlo en un lugar desconocido y que no sirviera de lugar de peregrinación para sus discípulos, y para que no lo convirtieran en un mártir.
b) El segundo pensó otra cosa: Juan, al ver que el cuerpo de Jesús no estaba en el sepulcro, pensó y creyó que era cierto lo que Él había dicho en varias ocasiones antes de su crucifixión: que resucitaría de entre los muertos. Sí, Jesús estaba vivo.
            Los cristianos nos quedamos con esta última conclusión de Juan: Jesús resucitó. Entonces y ahora los cristianos tenemos tres fundamentos de nuestra creencia en la resurrección de Jesús: 1) la tumba vacía, 2) las apariciones de Jesús a los discípulos, 3) y los testigos, pero testigos de las dos primeras, es decir, de haber visto la tumba vacía y de haber visto vivo al Jesús que había muerto en la cruz. Muchos de los discípulos creyeron en la resurrección con la aparición del Jesús resucitado; algunos, como Juan, creyeron ya antes de las apariciones: creyeron sólo con la visión de la tumba vacía. Así nos lo dice el evangelio de hoy: “Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos”.
            Y nosotros, los cristianos de ahora y los cristianos que vendrán a este mundo, ¿en qué basaremos nuestra creencia en la resurrección de Jesucristo? No puede ser en la visión de la tumba vacía. Ninguno de nosotros la hemos visto ni la veremos. Tampoco podemos creer en la resurrección de Jesús a través de la aparición del mismo. Muy pocos de entre nosotros le verán en una aparición. Sólo algunos escogidos por Dios. Entonces –repito- ¿en qué basaremos nuestra creencia en la resurrección de Jesús? Únicamente en el tercer punto del párrafo anterior, o sea, en aceptar el testimonio de los testigos, de aquellos que en su día vieron la tumba vacía y a Jesús resucitado y vivo. Y los que crean después de nosotros lo harán en base al testimonio de aquellos primeros testigos y de nosotros que les transmitimos lo que hemos recibido y lo que hemos creído.
            - Una última idea para la homilía de hoy: también nosotros tenemos que entrar en el sepulcro en el que están nuestros pecados. Esta tumba hace veces de cubo de la basura. Allí echamos nuestros pecados, nuestros miedos, nuestros errores, nuestras rabias, nuestras desilusiones… Pero, si nos asomamos a ese cubo de la basura, que es nuestro ser, en un día como hoy (día de la resurrección de Jesús), veremos que también nuestro cubo de la basura está vacío. Cristo Jesús lo ha vaciado por completo. Nos lo decía el propio San Pablo en su primera carta a los Corintios: “Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe carece de sentido y seguís aún hundidos en vuestros pecados” (1 Co. 15, 17), pero, como Cristo sí que ha resucitado, entonces nuestra fe tiene pleno sentido y nuestros pecados han sido perdonados totalmente.
            ¡¡Felices Pascuas de Resurrección para vosotros y para vuestras familias!!


[1] Si hoy día se preguntara a los judíos qué piensan de la resurrección de Jesús, contestarían que fueron sus discípulos quienes robaron el cadáver y luego dijeron que había resucitado. Fijaros cómo esta respuesta ya se dio en el evangelio de San Mateo: “A la mañana siguiente (el sábado santo), los sumos sacerdotes y los fariseos se reunieron y se presentaron ante Pilato, diciéndole: ‘Señor, nosotros nos hemos acordado de que ese impostor, cuando aún vivía, dijo: ‘A los tres días resucitaré’. Ordena que el sepulcro sea custodiado hasta el tercer día, no sea que sus discípulos roben el cuerpo y luego digan al pueblo: ‘¡Ha resucitado!’ Este último engaño sería peor que el primero’. Pilato les respondió: ‘Ahí tenéis la guardia; asegurad la vigilancia como lo creáis conveniente’. Ellos fueron y aseguraron la vigilancia del sepulcro, sellando la piedra y dejando allí la guardia” (Mt. 27, 62-66). El domingo por la mañana, después de haber desaparecido el cuerpo de Jesús, “algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido. Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: ‘Decid así: ‘Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos’. Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitaros cualquier contratiempo’. Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy” (Mt. 28, 11-15).

16 comentarios:

  1. ¡Cuánto deseamos resucitar, encaminarnos al sepulcro y escuchar nuestro nombre, como María, de labios de Jesús!!
    Antes hemos de pasar por el jueves y viernes santo...
    Nuestro Papa Francisco en su primera audiencia nos habla del amor de Dios y del Amor fraterno,ambos inseparables:

    "Queridos hermanos y hermanas:
    Con el domingo de Ramos, hemos iniciado la Semana Santa, centro de todo el Año litúrgico, en el que acompañamos a Jesucristo en su Pasión, Muerte y Resurrección. ¿Qué significa para nosotros vivir este tiempo? ¿Qué significa seguir a Jesús en su camino hacia el Calvario, hacia la Cruz y la Resurrección?

    Significa salir de nosotros mismos para ir al encuentro de los demás, a la periferia de la existencia, a los más alejados, a los olvidados, a quienes necesitan comprensión, consuelo y ayuda. Vivir este tiempo significa también entrar cada vez más en la lógica de Dios, de la Cruz y del Evangelio. Es seguir y acompañar a Cristo, lo cual exige “salir”: Él ha salido de sí mismo para venir a nuestro encuentro, ha colocado su tienda entre nosotros para traer la misericordia que salva y da esperanza. Es un tiempo de gracia que el Señor nos ofrece para abrir las puertas del corazón, de la vida, de las parroquias y movimientos, saliendo al encuentro de los demás y brindando la luz y el gozo de nuestra fe. Salir siempre con el amor y la ternura de Dios, en el respeto y la paciencia, sabiendo que nosotros ponemos las manos, los pies, el corazón, pero es Dios quien guía y hace fecundas nuestras acciones."

    * * *
    Abrir las puertas del corazón para llenarlo del Amor de Dios, que luego podamos llevar a los hermanos.
    Ojalá semos capaces de salir al encuentro de los demás, como dice el Papa llevándoles la luz y el gozo de nuestra Fe.
    Santo día del Amor Fraterno para todos, amigos.

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  2. Despues de leer tu palabra .. solo me queda decir AMEN ¡¡¡¡
    Me has hecho como siempre reflexionar ... y ver las cosas con mas claridad ....mas lo que nos dicho en su palabra el Santo Padre .. tendre una tarde de introspección para buscar dentro mio y asi poder resucitar este domingo de la mano de Jesus¡¡ para dar lo mejor de mi ...y empezar a oler como pastor .. con olor a oveja ¡¡¡

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  3. Cuanto más oigo al Papa Francisco, tanto más me recuerda tu forma de escribir y predicar. Y pienso en el tremendo atropello cuando te sometieron al esarnio de poner en duda tu forma de predicar. No sigo porque me pongo...... Qué aviesos intereses perseguiràn algunos. Que sias siendo tan feliz a la gente como feliz, se nota, que eres tù.

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  4. Hoy durante la homilía,pensaba en las palabras que hay debajo del pantocrator que hay sobre el atril desde donde se hacen las lecturas,y mientras usted nos animaba a vaciarnos y vestirnos de la humildad de Cristo esas palabras me golpearon aun más.No les diré cuales son(eso lo dejo a la curiosidad de cada cual)aunque algunos al igual que yo todavia las recuerden a pesar de que alguien buscando un lugar destacado para poner el pantocrator diera por bien taparlas,aun así me di cuenta de que podía leerlas por que las guardaba en el corazón y que aveces me queman por que no es así en mi practica._ ¡ Están difícil vaciarse!_Siempre estoy empezando de nuevo; todo lo que me cuesta tiempo conseguir lo pierdo en un instante.No aspiro a la santidad,si tan siquiera me interesa,pero si me gustaría ser un poquito del reflejo de la luz con la que Jesús ilumino el mundo, por eso cuando llega la semana santa e intento entender la cruz de Cristo se me hace que es mucho lo que tengo que soplar para avivar mi propia llama.Quiero llegar a Cristo como el llego a la cruz,por la caridad de mi corazon,pero e este esta lleno de soberbia y orgullo que no me dejan ser fiel a sus palabras.Aun así sigo intentándolo,no para ganarme el cielo,si no para ser consecuente con lo que hago y digo.
    Un fuerte abrazo para todos los que formáis la fraternidad de este blogger del padre Andres que ya siento también mía.

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  5. ¡¡¡Que hermosa homilía, que aviva nuestra esperanza!!!
    Estos días contemplo a un Jesús ultrajado, machacado, herido interiormente y físicamente, de una forma cruel, y pienso: Jesús mio cuanto me has amado, nadie puede amar de semejante manera; yo culpable, y Tu, pura misericordia y amor.
    En el día de hoy mi alma desborda de júbilo; no estás en el sepulcro, aunque sí has dejado huella del tiempo que allí pasaste; donde te encuentras Señor? No está aquí, HA RESUCITADO. Sí, Jesús ha resucitado, ha vencido a su muerte y a la mía.
    Nos invitas a entrar en nuestros sepulcros, a mi al menos, casi me da miedo, como a Juan, por lo que pueda encontrar allí; mas el pensar que Cristo Jesús dando muerte a la muerte, ha vaciado por completo mi sepulcro, dándome paso a la vida eterna, no puedo por menos de exultar de gozo.
    Cristo ha muerto y resucitado por mi, sí por mi; ¿Como pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? "alzaré la copa de la bendición"

    También me llama la atención la llegada de los apóstoles al sepulcro: Vieron y creyeron. Juan se acordó de lo que Jesús había dicho, y creyó.
    ¡¡Que importante ser testigos de nuestra fe!! No tenemos derecho a guardarnos todos estos acontecimientos para nosotros mismos, y recrearnos en nuestra propia alegría. Esto tiene que saberse, que todos puedan participar de este gozo, salir de sus sepulcros como lo hizo Lázaro: Lázaro sal fuera.
    Salir, salir afuera, a las calles, a las plazas, y anunciar esto, la Buena noticia: Cristo ha resucitado, y vive en medio de nosotros y con nosotros. La gente ha de saber que, Dios les quiere.
    CREYERON PORQUE VIERON. Hoy en día nuestros hermanos han de VER; esa es nuestra misión. Ser testigos de algo inaudito.
    Gracias Andrés, ¡como nos haces entrar en estos maravillosos misterios!
    Hermanos, somos unos privilegiados por contar con un pastor, del pueblo y para el pueblo.
    FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN.
    BENDITO SEA DIOS.

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  6. ¿Que puedo decir,me encanto el comentario de Chony!.Esta lleno de optimismo y esperanza .La verdad es que necesitaba oir(en este caso leer) algo así pues durante estos días solo he sido capaz de pensar en el sufrimiento que por amor Cristo tuvo que pasar.Me reprochaba a mi misma,todas las veces a diario le causamos el mismo martirio,siendo el martillo de sus clavos o simplemente obviando su dolor,camino del calvario, ocultándonos en el confort de muestra casas y nuestras vidas.Decimos rechazar las guerras,el hambre,la violencia... y en cambio,es tan cotidiano y lo tenemos tan normalizado que cada vez que veo una noticia sobre el estos temas más que lastima siento pudor de mi propia inutilidad para hacer algo.Pero las palabras de la señora Chony y releyendo las de la señora Pepita me han hecho darme cuenta de lo que realmente celebramos en semana santa¨La resurrección ¨Fue esta quien movilizo a los primeros cristianos y a de ser esta quien a de movilizarme a mi y no volver a pensar en mi impotencia para hacer algo, si no todo lo contrario,como dijo la madre teresa de Calcuta_A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota de agua en el mar,pero el mar seria menos si le faltara esa gota_ Así que hoy durante la misa de sabado de gloria le ofreceré al señor no volver a quejarme por ser una simple gota,si no más bien me gozare de la alegría de serlo.Nuevamente un fuerte abrazo para todos.

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  7. He recibido este hermoso poema:

    DESPIERTA VIDA MÍA

    Despierta ya Jesús porque amanece,
    venciste mi pecado, vence la muerte.
    Prefiero yo pensar que estás dormido,
    prefiero aguardar a que regreses.

    Despierta mi Jesús, Tú eres la Vida,
    ¿y quién me la dará si está dormida?
    Tu Madre está tan triste y afligida,
    su último recuerdo es tu agonía.

    Despierta Dulce Amor, no tardes tanto
    que la humanidad sin Ti se ahoga en llanto.
    Tú eres nuestra paz, nuestra esperanza,
    ¿a quién iremos pues si estás dormido?

    Despierta Vida mía, cobra aliento,
    resurge a medianoche en mi vigilia,
    temprano cantaré con alegría:
    ¡resucitó, está viva la Vida!

    ¡Feliz Pascua de Resurrección, queridos amigos!

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  8. El Papa Francisco busca obispos que, como buenos Pastores helan a rebaño, a Iglesia. Querido Andrés, de ésta no lo va a librar a Vd. ni Dios!!!!! Que Dios le bendiga, puede que sea lo que necesite este buen Papa.

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  9. Feliz Pascua de Resurrección!

    Asi como en cuaresma me hice un plan, voy a proponerme recordar con mas frecuencia todo lo que he vivido éstos días y recordarme que todo ha sido por Amor, por Amor a nosotros y por Amor a mi.

    Un abrazo para cada un@

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  10. Cuantas veces en algún momento vivido, se nos hacen luz unas palabras de Jesús… que quizás habíamos leído días atrás en la Sagrada escritura o bien las habíamos escuchado en las lecturas dominicales. ¡Jesús ha resucitado!, porque esas palabras suyas están vivas en mí, me han tocado el corazón y allí están guardadas, pero…van tomando vida, van saliendo de mí sin yo percibirlo en ocasiones, y en otras dándome cuenta de ello, haciéndome consciente de su fuerza en mí. Esto nadie me lo puede quitar, es la Fe, la fe viva que mueve mi vida. Una fe en un Dios que vive en mí y para mí. Por eso me llegan al corazón las palabras del evangelio de hoy: Juan vió y creyó. Creyó en la Palabra de Dios, que había dicho: ¡Resucitaré! Veo con los ojos del apóstol y creo, que Su Palabra es palabra Viva y que como dice en el ambón del templo de la Peña, en unas letras encima del Pantocrator: “Jesús, es la Palabra de Dios”.
    Por si alguien quedó con curiosidad, tras uno de los comentarios anónimos, sobre lo que decía en el ambón desde el que se proclama la Palabra de Dios, me acerqué hoy y pude leer levantando la tela del Pantocrator: “Dichosos los que escuchan la Palabra y la ponen en práctica”. Importante mensaje para ir viendo y creyendo en el Paso de Dios por nuestras vidas.
    Anoche en la “Vigilia de las vigilias”, como es la del Sábado de la Vigilia Pascual, pude percibir mi pertenencia a ese Pueblo de Dios, que es la Iglesia. Y, ¡qué gozo sentí durante toda la celebración! ¡Qué importante celebrar la Fe! Allí nos congregaba un Dios vivo, un Dios, que en su Hijo amado nos une en comunidad; mi comunidad parroquial.
    Pero hoy me acerqué a la Peña, quería abrazar y percibir también esa riqueza y cercanía de iglesia que me ayuda a vivir, esa pequeña comunidad de La Peña, en Mieres, junto a la Comunidad de las Once – que siempre está presente en mi oración- con su pastor; pastor, ¡que huele a las ovejas, de tanto contemplar y mimar a su rebaño!
    Nunca había visto el sepulcro como ese lugar oscuro dentro de mí donde se esconden mis pecados… pero si es cierto, ya que tras el sacramento de la Confesión, me siento liberada, con luz y alegre; liberada de cuánto no me deja elevarme hacia Dios, y alegre, con una felicidad que nadie me puede arrebatar. Lo dijo el mismo Jesús y así lo vivo; la suya es una Felicidad que nada ni nadie nos podrá quitar. Cómo ha dicho en varias ocasiones nuestro Papa Francisco: ”No se dejen arrebatar la Esperanza”.
    ¡Cristo vive! ¡Feliz Pascua de resurrección a todos!

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  11. Este comentario no es sobre la homilía, sino para responder a mi querida "cristiana con el alma roja" (con todo el cariño).
    Creo que te interpreté mal y me pareció ver como un "ataque" a la Iglesia, al Vaticano, desconfianza hacia el Papa etc. y sin pensarlo dos veces me apresuré a responder. Te pido perdón.

    Veo que amas a la Iglesia y, por eso, te duelen muchas cosas, de ahí tus comentarios aunque, como reconoces, influenciados por tus ideas marxistas.

    En cuanto al comentario que hice sobre la elección del Papa, tienes razón, no fué muy acertado. Es cierto que hubo papas que dejaron mucho que desear, con una conducta depravada, sin embargo en lo referente a la salvaguarda de la fe, la Doctrina y Moral de la Iglesia se mantuvieron fieles e intachables. Esto, pienso yo, sin la ayuda y asistencia del Espíritu Santo sería totalmente imposible.
    Yo aquí le pediría a D. Andrés alguna aclaración sobre esto.

    Me das las gracias, pero soy yo el que te las tengo que dar a ti porque, en tu comentario, me das una gran lección de humildad al no aferrarte a tu posición y aceptar mis puntos de vista, cosa que a mí me cuesta muchísimo trabajo, ya que siempre me creo en posesión de la verdad. No sabes cúanto bien me has hecho. De nuevo GRACIAS.
    Me hiciste "ver" (el Señor por medio de ti) que si tú tienes en la cabeza el manifiesto de Marx, yo tengo otros "manifiestos" que contaminan más el Evangelio de Jesús, como son: el orgullo y el egoísmo.
    Como tú bien dices nos une nuestra fe y yo añado que también la oracion. Rezo especialmente por ti y espero de ti lo mismo para que, desaparezcan nuestros "manifiestos" y quede sólo el Evangelio del Señor.
    Oremos unos por otros
    Un abrazo.

    Feliz Pascua de resurrección para todos

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  12. Querido Andrés.
    Yo sí he visto a una persona muerta. Le he tocado y acariciado, le he besado y abrazado. Y después, como María Magdalena, sentí que se lo llevaron, y no sé dónde lo han puesto.
    A veces lo siento muy cerca, a mi lado. Otras veces no se dónde está, me cuesta percibirlo.
    La Resurrección de Jesús me llena de Alegría y Esperanza: es muriendo que resucitamos a la Vida Eterna. Y un día yo también moriré y resucitaré. Sentiré el Amor de Dios, y podré otra vez tocar, acariciar, besar y abrazar a mi amado.
    Hoy me hiciste llorar.
    Un abrazo.

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  13. Lo siento. Aquí estoy otra vez, ¡¡pesada!!... pero no puedo callar la emoción que me ha regalado este Blog, desde ese diálogo precioso entre Ángel y nuestra "Cristiana marxista". Habeis dado, a mi entender, muestra de vuestro amor a la Iglesia y al Evangelio de Jesucristo...Vuestro celo por la Casa de Dios, por Su Iglesia, ha dado paso a gestos de humildad, que sólo un Dios vivo y resucitado ha podido regalaros. Él los ha puesto en vuestros corazones, y no los habeis callado,sino compartido para el enriquecimiento de todos. Gracias.

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  14. Asomémonos cada día de esta semana de Pascua al Sepulcro. Lo veremos vacío,sin nuestros pecados y sin el cuerpo de Jesús, que ¡ha resucitado!; sentiremos la alegría de la fe. Nosotras las mujeres, hemos recibido la primicias de la Resurrección;las madrugadoras; las que se arriesgan aunque saben que encontrarán una gran piedra para remover; las que buscan al amado hasta encontrarlo aunque en ocasiones esconda Su rostro;las que con paciencia saben escuchar y reconocen la voz de Jesús en su corazón;las primeras misioneras enviadas a dar la Buena Noticia: Ha resucitado, como había dicho.
    He hecho mias estas palabras de la homilía que esta mañana nos dirigía un joven sacerdote, en la misa tempranera a la que suelo acudir. Me han calado. Y pensé en vosotros, amigos.
    También fue una mujer, María,quien con su sí primero, haciendo las delicias de todo un Dios, hiciese posible su encarnación entre nosotros.Qué forma tan hermosa la de Dios de devolver a la mujer, en aquella época y cultura de Israel, la dignidad que no tenía ni recibía de sus contemporáneos.
    ¡Benditos los pies de los que anuncian el evangelio!Yo lo he recibido y como decía Andrés en el audio, he de seguir trasmitiéndolo.
    No sea que se me aparezca San Pablo y me recuerde aquello de: "Ay de mí, si no evangelizare!
    Un abrazo para todas y todos.

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  15. ¡Feliz Pascua de Resurrección para D. Andrés, los Hermanos del Blog, la Comunidad de las 11 y los Feligreses de la Peña y sus familias!

    Hoy este blog está lleno de preciosos mensajes de esperanza y de fe. Destaco dos anónimos, aunque creo que son de la misma persona, que hablan de la gran esperanza que representa para todos la llegada de el Papa Francisco, con esos "nuevos aires" de porteño humilde, sosegado, inteligente pero con "remango" suficiente para ir poniendo a nuestra Iglesia en Orden, si amigo anónimo, este Papa está comenzando a limpiar la casa, el nombramiento de su sucesor en La Argentina, es un buen referente para que tomemos nota, efectivamente estoy con Vd., espero por el bien de toda la Iglesia que cesen las persecuciones internas a sacerdotes en nuestra Diócesis y en el mundo, como Vd. y yo sabemos, a sacerdotes seguidores de Jesús con una coherencia excepcional, trabajadores incansables en la viña del Señor, brillantes en su formación académica y humildes pastores con olor a oveja, lejos de otros olores al "estiércol" de la envidia, la insidia, la calumnia y a la falsa humildad, cualidad excelsa de los fariseos, gentes éstas, muy "devotas y metidas en todos los saraos donde haya foto y boato", pero que nos ignoran, o marcan esas distancias de las que ya hablé en alguna ocasión, totalmente inalcanzables para los fieles de a pié, y que están muy lejos del Legado que nos dejó Aquel maravilloso galileo, tan cercano y protector de su rebaño.

    La alegría de nuestro caminar en esta vida, está en la certeza de que nuestro Jesus, está con todos, con los que tenemos el basurero repleto y con los otros hermanos, que parece que "siempre lo tienen limpio", con todos gracias a Dios.

    Un fuerte abrazo para todos y nuestra oración por el trabajo de nuestros Pastores y del Papa Francisco.

    Aloya

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  16. Quiero dar las gracias a todos los hermanos que visitáis y expresáis en esta pagina_¿Y como no!,en especial al padre Andres, por darnos la oportunidad de compartir nuestra fe he inquietudes espirituales a través de su blog_No os podéis imaginar el bien que me hace poder compartir lo que me hace sentir la palabra y como va enriqueciendose luz de la vuestra.Pues como ya dije en otra ocasión,en mi entorno no me es posible,pues aunque algunos se dicen creyentes,tal parece que por aquí , Dios sea olvido ,ya que como se me ocurra sacar el tema, solo recuerdan lo que Dios no hace por ellos;lo que lo hace más difícil,pues no están dispuestos para escuchar.Y aunque ya estaba acostumbrada,ni yo misma me daba cuenta de lo mucho que necesito compartir mis emociones de fe. Esta pascua de resurrección( y gracias a esta pagina) a supuesto un verdadero subidón ,pues como ya he dicho no es fácil. No es fácil hablar de la esperanza de resurrección,ni del amor de un Cristo vivo a los que lloran a sus muertos perdidos y no ausentes,cuando debería ser al revés.
    En fin,no me enrollo mas,solo daros de nuevo las gracias y decirle a Angel que no tiene por que disculparse ,ya que en ningun momento sus palabras me parecieron una ofensa o agresión,si no más bien una criticas constructiva que tome de buen grado.
    Tanto él como el resto recibir mis mejores afectos
    Gracias por estar ahí y que Dios os bendiga.

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