viernes, 1 de enero de 2016

Santa María, Madre de Dios

1-1-2016                               Santa María Madre de Dios



Homilía en vídeo
Homilía de audio en MP3

3 comentarios:

  1. “Al terminar el año, Señor, te diré sólo dos palabras. Quiero que sean sinceras y sencillas.
    En el silencio de la soledad te digo desde lo más profundo de mi corazón: ¡Gracias, Señor!
    Gracias… por todo lo que este año me has concedido, porque te lo he pedido. Por todo lo que me has dado, sin habértelo rogado. Por todo lo que me has otorgado, sin haberlo merecido.
    Gracias… por la salud y el bienestar. Por las alegrías y las satisfacciones.
    Gracias también… por la enfermedad. Por las penas y sufrimientos. Aunque me cueste trabajo, Señor, te agradezco esto último. ¡Tú sabes lo que hiciste!
    Gracias… por el rayo de esperanza que me iluminó. Por aquella mano que me levantó. Por ese consejo que me guió. Por aquellas palabras que me alentaron.
    Pero sobre todo… te doy las gracias, Señor: por la fe que tengo en Ti. En este tiempo, un tanto confuso, aunque lleno de esperanza, es a veces difícil creer.
    Te confieso sinceramente: no siempre he sabido cómo actuar, qué hacer, a dónde ir. Sin embargo, mantengo mi fe en Ti.
    Te doy gracias, porque en las tinieblas me has iluminado. Porque en las caídas me has levantado y has perdonado mis pecados.
    Y sobre todo, Señor…, te doy las gracias por todo aquello que ignoro que has hecho por mí y de lo cual debo estarte profundamente agradecido.”

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  2. Gracias Señor!!!!!.

    Dame Señor,
    Serenidad para llevar el día a día, para preguntar antes de disparar.
    Paciencia para entender el por qué de algunas cosas.
    Misericordia para ponerme en los zapatos del otro.
    Aceptación de mis errores y caídas, sé que tú me los perdonas, pero yo no.
    Confianza en que todo lo que me pasa está pensado especialmente para mí por ti y que de todo ello me sacarás airosa.
    De lo demás, Tú ya sabes.


    Mi querido cura de Tapia, un abrazo grande para ti y otro para cada un@

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  3. Querido Andrés:
    Gracias por la homilía, me ha gustado mucho. La oración ya la conocía, es muy bonita y muy profunda, mucho más de lo que parece. No es una oración para leer solamente, sino para interiorizar.

    Recuerdo cuando encontré esta oración por primera vez hace unos años; casualmente era la oración para terminar el año 2006: el año de la enfermedad de mi marido, y de la muerte de mis suegros. Me costó mucho tiempo, y muchas lágrimas, conseguir rezar sinceramente, desde la tristeza de mi corazón: "Gracias también... por la enfermedad. Por las penas y sufrimientos. Aunque me cueste trabajo, Señor, te agradezco esto último. ¡Tú sabes lo que hiciste!"
    Y si, lo sabía, porque esas penas y sufrimientos, fueron el punto de partida de mi búsqueda, de mi camino de la fe. Por eso, cuando volví a la oración al cabo de un tiempo, la frase que más me llamó la atención fue: "Pero sobre todo.. te doy las gracias, Señor: por la fe que tengo en Ti. En este tiempo, un tanto confuso, aunque lleno de esperanza, es a veces difícil creer. Te confieso sinceramente: no siempre he sabido como actuar, qué hacer, a dónde ir. Sin embargo, mantengo mi fe en Ti."
    Creo que la clave de esta oración, lo que le da unidad y sentido, es la fe, la confianza en que el Señor sabe lo que hace, nos guste, o nos duela.

    "Te doy gracias, también porque en las tinieblas me has iluminado. Porque en las caídas me has levantado y has perdonado mis pecados."

    ¡Gracias, Señor! Por todas estas cosas, y por muchas más que ni siquiera me puedo imaginar.
    ¡Gracias, Andrés! "Por aquella mano que me levantó, Por ese consejo que me guió. Por aquellas palabras que me alentaron."
    ¡Un abrazo!

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