18-8-2013 DOMINGO XX TIEMPO ORDINARIO (C)
Homilía del Domingo XX del Tiempo Ordinario (C) from gerardoperezdiaz on GodTube.
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
La primera
lectura de hoy nos habla del profeta JEREMÍAS. Para mí fue él la puerta que me
introdujo en la riqueza maravillosa del Antiguo Testamento. Hasta entonces éste
había sido un cúmulo de historias, de narraciones, de batallas, de un Dios
terrible y extraño, pero, a partir de conocer un poco al profeta Jeremías,
descubrí un Dios cercano, cariñoso, amigo de los hombres y que acompañaba a los
creyentes de todos los tiempos: los del Antiguo Testamento y los del Nuevo
Testamento, los de entonces y los de ahora.
Vamos a
conocer y profundizar en algunas cosas del profeta Jeremías:
- Jeremías fue
llamado por Dios a realizar una labor profética siendo aún muy joven. Por eso,
en un primer momento se resiste y pone excusas a Dios: “¡Ay, Señor! Mira que no sé hablar, porque soy demasiado joven”
(Jr. 1, 6). Pero el Señor le deja sin esas excusas, ya que Jeremías no tendrá
que profetizar basado en sus fuerzas o conocimientos, sino en la fuerza y en la
sabiduría de Dios y, además, le dice cuál va a ser su tarea: “El Señor me dijo: ‘No digas: ‘Soy demasiado
joven’, porque tú irás adonde yo te envíe y dirás todo lo que yo te ordene. No
temas delante de ellos, porque yo estoy contigo para librarte –oráculo del
Señor –’. El Señor extendió su mano, tocó mi boca y me dijo: ‘Yo pongo mis
palabras en tu boca. Yo te establezco en este día sobre las naciones y sobre
los reinos, para arrancar y derribar, para perder y demoler, para edificar y
plantar’” (Jr. 1, 7-10).
- Jeremías era
un joven sensible y tímido, pero Dios lo sacó con fuerza de su vida tranquila
para ser su voz en medio de las desgracias y de los pecados de su pueblo.
Jeremías se sentía en medio de una tempestad, de un huracán que tiraba de sí y
lo desgarraba interiormente: Por una parte estaban su propia timidez y
sensibilidad que lo impulsaba a lo bueno, a congraciarse con la gente; por otra
parte tenía ante sí los pecados e idolatrías de sus coetáneos, que lo herían en
lo más profundo de su ser; y, finalmente, estaba Dios que tiraba de él para que
fuera su voz, su denuncia ante los judíos.
-
En tantas ocasiones Jeremías tuvo que denunciar los pecados a la cara de sus
vecinos: Denunció a los labradores, a los comerciantes, a los sacerdotes, a los
falsos profetas, a los gobernantes, a los reyes y se enemistó con todos ellos.
En cierta ocasión Jeremías se enfrentó con el profeta Ananías. Dios le había dicho
a Jeremías que se pusiera un yugo sobre sus hombros para simbolizar que el
pueblo iba a ser esclavizado por extranjeros (Jr. 27, 2). Así lo hizo, pero
entonces Ananías “quitó el yugo del
cuello de Jeremías y lo rompió” y negó que esto fuera a ser cierto (Jr. 28,
10). A esto respondió Jeremías: “‘¡Escucha
bien, Ananías! El Señor no te ha enviado, y tú has infundido confianza a este
pueblo valiéndote de una mentira. Por eso, así habla el Señor: Yo te enviaré
lejos de la superficie del suelo: este año morirás, porque has predicado la
rebelión contra el Señor’. El profeta Ananías murió ese mismo año” (Jr. 28,
15-17). Otro caso de denuncia nos los narra la primera lectura de hoy. Él
hablaba en nombre de Dios y muchos tergiversaron sus palabras y lo acusaron de
desmoralizar a los soldados que luchaban contra el enemigo. Como castigo a
Jeremías lo echaron a un pozo lleno de barro para que se muriera de hambre y
sed.
-
Todos los profetas nos han dejado, al lado de sus profecías, algunas
experiencias íntimas de su relación con Dios y/o de lo que sentían en su
interior. Pero el que más escritos íntimos nos ha dejado ha sido Jeremías. Por
ellos podemos conocer lo que él sintió, lo que sintieron otros profetas y
cualquier creyente que se relaciona con Dios de un modo serio y profundo:
a)
Jeremías se sentía odiado y repudiado por tanta gente de su pueblo, al que él
amaba y para el que buscaba todo bien. Sí, Jeremías buscaba el bien de la gente
y ésta reaccionaba con ira y odio: “¡Qué desgracia, madre mía, que me hayas dado a luz, a
mí, un hombre discutido y controvertido por todo el país! Yo no di ni recibí
nada prestado, pero todos me maldicen […] Yo no me senté a disfrutar en la
reunión de los que se divierten; forzado por tu mano, me mantuve apartado,
porque tú me habías llenado de indignación” (Jr. 15, 10.17).
b)
Pero lo que más le dolió fue el comprobar que sus familiares y sus mismos
amigos más íntimos lo habían traicionado: “Oía los
rumores de la gente: ‘¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo! ¡Sí, lo denunciaremos!’
Hasta mis amigos más íntimos acechaban mi caída: ‘Tal vez se le pueda seducir;
lo podremos y nos vengaremos de él” (Jr. 20, 10).
c)
Por eso, de sus labios surgió un grito desgarrador, que en tantas ocasiones ha
sido imitado por muchos hombres a lo largo de la historia: “¡Maldito el día en que nací! ¡El día en que mi madre
me dio a luz jamás sea bendecido! ¡Maldito el hombre que dio a mi padre la
noticia: ‘Te ha nacido un hijo varón’, llenándolo de alegría! […] ¿Por qué no
me hizo morir en el seno materno? ¡Así mi madre hubiera sido mi tumba y nunca
me habría dado a luz! ¿Por qué salí del vientre materno para no ver más que
pena y aflicción, y acabar mis días avergonzado?” (Jr. 20,
14-15.17-18).
d) Algunas de las
consecuencias de ser fiel a Dios fueron su soledad, la incomprensión, el
rechazo y el odio de la gente. Al sentirse solo y desamparado, Jeremías se
vuelve y se entrega por entero a Dios, y se establece entre los dos un diálogo
maravilloso: “Cuando encontraba tus palabras, yo las devoraba, tus
palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón” (Jr. 15, 16). Y
Dios le respondía: “Si vuelves a mí, yo te haré volver, y estarás a mi
servicio; si separas lo precioso de la escoria, tú serás mi portavoz. Que
vuelvan ellos a ti, no tú a ellos. Yo te pondré frente a este pueblo como una
muralla de bronce inexpugnable. Lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque
yo estoy contigo para salvarte y librarte” (Jr. 15, 19-20).
e)
Sin embargo, hubo tantos momentos en los que Jeremías dudó, tuvo miedo y quiso
abandonar su misión y a Dios. “¡Tú me has
seducido, Señor, y yo me dejé seducir! ¡Me has violado y me has podido! Soy
motivo de risa todo el día, todos se burlan de mí. Entonces dije: ‘No lo voy a
mencionar, ni hablaré más en su Nombre’. Pero había en mi corazón como un fuego
abrasador, encerrado en mis huesos: me esforzaba por contenerlo, pero no podía” (Jr. 20, 7.9). Por
eso, Jeremías fue fiel a Dios durante toda su vida hasta que el último aliento
salió de su boca y cerró los ojos para siempre.
Por
todo ello, la Iglesia hoy nos pone estos textos para animarnos en estos tiempos
difíciles en los que estamos. Así, en la segunda lectura nos dice San Pablo: “Una nube ingente de testigos nos rodea: por
tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la
carrera que nos toca, sin retiramos, fijos los ojos en el que inició y completa
nuestra fe: Jesús […] No os canséis ni perdáis el ánimo”.
Interesante homilía. Gracias, padre. Dios le bendiga.
ResponderEliminarInteresante homilía. Gracias, padre. Dios le bendiga.
ResponderEliminar"No os canséis ni perdáis el ánimo”.
ResponderEliminar¡Cuántas veces necesitamos que Alguien nos diga esas palabras!
Que claro eres Amdres ... Como siempre tu palabra me llena de luz y da ánimo para seguir adelante .... Con alegría .. Buena semana ....
ResponderEliminarQué hermosa homilía sobre Jeremías. Cuántas enseñanzas nos dejas Andrés. Y pensamos que Dios quiere a hombres y mujeres dotados de gran coeficiente o de belleza física para llevar a cabo su labor a través de nosotros. Un hombre llamado desde joven, con sensibilidad y timidez que tiene que denunciar los pecados de los poderosos, etc. Qué labor! y pensar que Dios nos envía pero al mismo tiempo nos acompaña para hablar y enfrentar las grandes situaciones. Qué gran testigo es Jeremías. Qué gran predicador eres Andrés!
ResponderEliminarBendito sea Dios que te acompaña con su sabiduría.
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El personaje de Jeremías suavizó la dureza del evangelio mostrándonos situaciones que el profeta vivió saliendo victorioso en el cumplir la voluntad de Dios,simplemente porque ese mismo Señor que le exigía actuar y denunciar de aquella forma tremenda era Él mismo quien hablaba y actuaba en él. Confiar; eso nos enseña, confiar a pesar de que lo que el Señor nos pida en tantas situaciones nos superen; Él hablará, Él actuará si somos dóciles.
ResponderEliminarCuando conocí el mundo de los profetas, en unos EE con nuestro Pater, me entusiasmé con la lectura de varios de ellos y comencé a comprenderlos, viendo mi vida reflejada en algunas situaciones que ellos vivían...de forma especial Jeremías.Esas palabras:"Me sedujiste Señor y me dejé seducir" y esas otras:"No hablaré más en su nombre..pero un fuego abrasador interior no me permitía callar", han formado una parte importantísima de mi vida espiritual, de mi oración.
Por todo ello, me ha encantado que el pater hoy nos hablase tan preciosamente de nuestro amigo Jeremías.
Feliz semana, amigos.
Gracias, pater.
Mi agradecimiento por esta maravillosa homilía. Esto es predicar, lo demàs, son monsergas.
ResponderEliminarEl Papa emérito Benedicto XVI ha explicado que fue Dios quien le dijo que renunciara a su pontificado, según informa la agencia católica Zenit.
ResponderEliminarDurante una de las pocas visitas privadas que concede tras su retiro, Benedicto XVI, al ser preguntado por uno de los asistentes por las razones de su decisión, respondió: "Me lo dijo Dios", según la agencia.
Ratzinger ha explicado que no se trató "de ningún tipo de aparición o ningún fenómeno de este tipo", sino que fue "una experiencia mística" en la que el Señor hizo crecer en su corazón "un deseo absoluto de permanecer a solas con él, recogido en la oración".
Asimismo, Benedicto XVI ha comentado durante ese encuentro que a medida que observa el "carisma" del Papa Francisco, se da mayor cuenta de que su elección de renunciar a su pontificado fue "la voluntad de Dios".
Durante estos encuentros, añade el artículo de Zenit, el Papa emérito "no comenta y no desvela secretos, no concede declaraciones que podrían pesar como las palabras dichas por el otro Papa, sino que mantiene la discreción que siempre le ha caracterizado".
Así, señala que como máximo, "observa satisfecho las maravillas que el Espíritu Santo está haciendo con su sucesor, o bien habla sobre sí mismo", como por ejemplo de "cómo su decisión de renunciar fue una inspiración recibida de Dios".
El Papa Francisco ha tocado el corazón de Gianluigi Buffon. El capitán de la Juventus F. C., de la Selección Italiana de Fútbol y, por varios años mejor portero del mundo, se maravilló ante la gran humildad y humanidad del Pontífice, quien pidió a los jugadores que rezaran por él durante una audiencia en el Vaticano el pasado 13 de agosto.
ResponderEliminar“El hecho de que él nos haya pedido como discípulos rezar por él es el enésimo signo de humildad y de humanidad es una figura que representa la Iglesia, y que está calentado los corazones de todos los fieles y también de quienes se habían alejado”, aseguró Buffon en la conferencia de prensa con los periodistas, celebrada en la Casina Pio VI del Vaticano, después de saludar al Papa.
El deportista explicó también que “seguramente entre nuestras partidas y su ‘partida’ –la del Papa-, claramente hay una gran diferencia de dificultad y de compromiso”.
Buffon llegó al Vaticano acompañado por la Selección Italiana y la Selección Argentina de Fútbol –liderada por su capitán Lionel Messi-. Los dos astros del balompié visitaron la ciudad eterna con ocasión del partido de fútbol que se disputa en el Estadio Olímpico de Roma en honor al Pontífice argentino.
El guardameta de Juventus FC expresó en nombre de todo su equipo estar muy orgulloso del Santo Padre, y aseguró que el encuentro “quedará en nuestras mentes y en nuestro corazón para siempre”.
“Tener el honor de participar en la audiencia con este Papa es realmente algo gratificante que nos hace sentir de manera especial”, y “por primera vez he visto a una persona tener más éxito que Messi, y esto es un gran gesto de normalidad, y es algo que se agradece hoy día”, añadió bromeando.
“Creo que con un Papa así que nos indica el camino justo a seguir, que nos calienta el corazón y nos abre el alma, hace que sea más fácil ser mejores y hacer mejores cosas que nos hagan sentir orgullosos”, concluyó.
Buffon está actualmente casado por la Iglesia con la modelo checa Alena Seredova, con quien tiene dos hijos. Se reconoce católico y su visita en julio de 2012 al Santuario de la Virgen de Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina, fue noticia.
El portero italiano está incluido en la lista de “Futbolistas FIFA 100”, que incluye el nombre de los mejores futbolistas vivos del mundo. Además recibió el Balón de Plata, el premio al guardameta del año en la Serie A, entre otros, y fue elegido el “Mejor Portero del Mundo del Cuarto de Siglo” y “Mejor Portero del Mundo de la 1ª Década del Siglo XXI” por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol.
Claro, si breve, tremendamente evidente. Como siempre, Andrés, deberíamos llamarte Crisóstomo ( boca de oro). Qué suerte los de Tapia, qué triste y sola se queda la catedral....... (me ha dado por cantar ya, tan temprano. Hoy amanece, que no es poco, Buen día!!!!!!!!!
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