Homilía Domingo V Tiempo Ordinario (C) from gerardoperezdiaz on GodTube.
10-2-2013 DOMINGO
V TIEMPO ORDINARIO (C)
Queridos
hermanos:
Celebramos
el 5º domingo del tiempo ordinario. Y la Iglesia nos presenta tres lecturas para nuestra
reflexión personal y comunitaria. A esas preciosas lecturas os remito.
- También hoy celebramos
hoy en toda España la Campaña
contra el Hambre. La Iglesia Católica quiere aportar, a través de todos sus
fieles, una ayuda a esas personas concretas. Cada día en todo el
mundo mueren decenas de miles de personas de hambre, en esta 1/2 hora de la Misa morirán algunos miles de
personas. Pero no pensemos sólo en los ‘negritos de África’. Aquí en España hay
gente con hambre (hemos visto gente rebuscando entre las sobras de las comidas,
por ejemplo, en Oviedo ya hay gente que por las noches se planta ante los
portones de ingreso de las mercancías de los supermercados para recoger el pan
del día, que no han vendido y que van a deshacerse de ello, o también para
recoger la fruta madura que van a tirar a la basura; asimismo se ve a padres
llorar porque tienen que pedir, y no dinero, sino comida para sus hijos, los
cuales hace tres días que no comen).
Yo nunca he pasado
hambre, gracias a Dios; sin embargo, sí sé que mis padres la han pasado.
Seguramente algunos de vosotros la pasaríais. Pues bien, igualmente hoy podemos hacer un esfuerzo para
acordarnos de esas personas que sufren y mueren por hambre y miremos nuestras
casas y nuestras despensas. También hoy podemos ayudar a esas personas con
nuestra oración: para que Dios nos ablande el corazón, para que Dios, por
nuestro medio, les dé el pan de cada día. El
mismo Dios se vuelve tan pequeño, que, pudiendo hacer todo, solicita nuestro auxilio.
Así sucede en la 1ª lectura, cuando Dios pide ayuda al profeta Isaías: “¿A
quién mandaré? ¿Quién irá por mí?”
Dios podría mandar
bocadillos desde el cielo, pero ésa no es solución. Él, cuando creó el mundo,
lo dejó dispuesto de tal manera que hubiera comida suficiente para todos y… la hay. Pero unos pocos nos hemos
apropiado de la mayor parte. Y mientras esos pocos hacemos gimnasia o dietas
para adelgazar, otros se mueren de hambre[1].
Esta es la situación
real que vivimos en el mundo, ante esto
Dios no se queda callado. Nos está llamando a los cristianos, igual que a
Isaías, que a Pedro y Pablo. Cada uno en
su situación: templo, barca, persiguiendo cristianos, y a nosotros: en la
escuela, nuestra casa, en el campo, en nuestro trabajo. Nos llama cuando hacemos oración, cuando nos predica el cura, cuando
nos hablan los demás, cuando oímos la radio, o vemos la tele… y algo nos
revuelve por dentro dejándonos intranquilos.
Nuestra respuesta: ‘Señor,
¿qué puedo hacer yo? Es tan poco lo que yo puedo dar’.
Alguno que Dios le
toque más profundamente su conciencia dirá: ‘Señor, yo soy también culpable de
que haya muertos por el hambre; cada vez que yo desprecio una comida, que gasto
en bobadas mi dinero; cada vez que cometo un pecado de egoísmo, yo estoy
matando de hambre a alguien, porque el hambre proviene del egoísmo humano.
Acordaos de “tuve hambre, tuve sed”.
-
Vamos a ver ahora algunos datos concretos:
* En
2011 la Campaña
contra el Hambre ha financiado 908 proyectos y ha invertido algo más de 35
millones y medio de euros. El 82 % de los ingresos han sido de fuentes
privadas: socios, donativos, parroquias, colegios, herencias, etc. El 18 % de
los ingresos tuvieron su origen en fuentes públicas: Gobierno español,
Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
* Proyecto para las parroquias de las cuencas
mineras-2013: Los donativos de estas parroquias irán destinados a la
construcción de una escuela primaria en la ciudad de Lomé (Togo-África). La
construcción alcanza el coste de 75.142 €. Al frente de este proyecto está una
religiosa y se beneficiaría, de modo directo, a 120 niños y, de modo indirecto,
a sus familiares, a unas 1200 personas. La escuela se construiría en una
barriada para dar una formación a niños y niñas con pocas posibilidades de
salida laboral. En el año 2006 se abrió un jardín de infancia que atiende a 116
niños. Los padres están muy contentos con la formación que se da a sus hijos,
pero piden a las religiosas que abran una escuela de primaria. Los padres han conseguido
un terreno y las religiosas tendrían que construir la escuela, es decir, un
edificio de una planta con 3 aulas, almacén, secretaría y despacho, además de 9
WC y 3 lavabos. Se dejarían previstas unas escaleras para posteriormente
construir otra planta superior. Los beneficiarios provienen de diferentes
grupos étnicos. Se quiere aplicar la
máxima: es mejor enseñar a la gente a pescar que entregarles un pescado.
[1] Hace pocos días me he enterado de un ejercicio que realiza
un profesor de religión con sus alumnos de 1º de la ESO. Llega el profesor
por estos días de la Campaña
contra el Hambre a la clase y trae consigo un saco grande de plástico y lo pone
sobre su mesa. Los alumnos le preguntan: ‘Profe, ¿qué hay en la bolsa?’ Él les
contesta que eso ahora no interesa. Se pone a explicar algunas cosas de
religión y logra que los alumnos estén intrigados con lo que hay en la bolsa: Les
pica la curiosidad. A los 10 minutos se dirige el profesor a la mesa, descubre
la bolsa y aparecen muchísimos caramelos, chicles y ‘chuches’. Los chicos abren
los ojos como platos. ‘¿Para quién es eso? ¿Es para nosotros?’ El profesor les
dice que sí y coge un montón de chuches y se los pone a un alumno sobre su
mesa. Luego coge un único caramelo y se lo pone en la mesa al siguiente. Luego al
que está a su lado no le pone nada. Al siguiente le pone dos montones de
chuches. Y así, de modo arbitrario, va depositando sobre los pupitres de sus
alumnos caramelos: a unos, mucho; a otros, poco; y a otros, nada. Algunos quieren
empezar a comer ya de lo que tienen sobre sus pupitres y les dice el profesor
que no cojan nada. Los que tienen muy poco o no tienen nada protestan de modo
airado y dicen que aquel reparto es muy injusto. El profesor pregunta el por
qué es injusto el reparto. Y se abre un debate sobre la arbitrariedad, el
favoritismo y la injusticia del profesor al repartir los chuches de aquel modo.
Entonces el profesor hace que recaiga su atención sobre la distribución de las
riquezas y los alimentos en el mundo. Dios ha creado suficientes alimentos para
todos, pero algunos hombres se han apropiado de ‘dos montones’ de riquezas y de
alimentos, mientras que a otros esos hombres les han dejado ‘un caramelo’ o
ninguno. Asimismo les hace ver a los alumnos cómo, los menos favorecidos por el
reparto del profesor, han protestado por los chuches; los más favorecidos han
enseguida protegido con sus brazos sus caramelos sin querer compartir. Y eso es
lo que pasa a nivel mundial y también a su mismo nivel, pues no ha visto a ninguno
de sus alumnos hacer algo efectivo por el justo reparto de la riqueza mundial
entre todos los hombres. Los alumnos se han molestado y quejado sólo cuando a
ellos ‘les ha ido mal’, pero no antes, cuando a otros les iba mal.
Ahhh!!!! si todos los profesores y maestros fueran tan grandes pedagogos como el ejemplo que expones, cuán vivenciales y enriquecedores serían las clases. Eso se trasmitiría a nuestra vida. Lo peor es que cuando lo aprendido y vivido es en sentido negativo, también eso va a nuestro vivir diario.
ResponderEliminarGracias por trabajar tanto tus homilías, Andrés. Sigue,por favor, haciéndonos madurar en nuestra fe y en tantos valores humanos como aún nos faltan. Gracias.
Hola D. Andrés; una vez más me ha gustado su forma sencilla de explicar, que si no nos atañe directamente, nos cuesta ver lo mal repartidos que están los alimentos y cuantas personas carecen de algo que nosotros recibimos diariamente de forma facil y natural.
ResponderEliminarGRACIAS DIOS MIO!.Por tantos caramelos que me has dado;amor,salud, trabajo,familia, hijos,fe,amistades,homilias,incluso la cruz de cada dia....
ResponderEliminarPD.Busco un caramelo muy dificil para mi, se llama, humildad, si alguien lo tiene repe.....
Aunque me este mal decirlo(que tu mano derecha,no sepa lo que hace la izquierda)hoy durante la homilía,no podía dejar de sentirme orgullosa de mi misma.Nunca he sido una persona que nadara en la abundancia,más bien soy de las que se van arreglando para llegar a fin de mes e incluso aveces tiene que hacer malabarismos,pero aun así,siempre he intentado compartir de una manera u otra.la verdad es que no me cuesta, quizá por venir de una familia numerosa,de mi madre también aprendí_que no importan las estrecheces si esta en tu mano ayudar en lo que puedas hazlo y que no te pese_Ella tenia una pequeña pensión de viudedad y muchos hijos y aun así tuvo una niña apadrinada durante muchos años e ingresaba todos los meses 3000 ptas,de las que decía que a ella no la iban hacer más rica,ni sacar de pobre,pero podía contribuir a que la vida de otra persona fuera un poquito mejor.Supongo que esa idea se me quedo grabada-No importa lo que tengas,siempre puedes compartir,así que seguí sus pasos, contribuyendo en lo que puedo con Cruz Roja,Plan España... y nunca me a pesado,ni tan siquiera en esos meses en los que tengo que hacer malabarismos,todo lo contrario,agradezco a Dios la pequeña oportunidad de poder hacerlo.
ResponderEliminarComo muy acertadamente dice Aloya,¡eres un gran comunicador!! Don hermoso de Dios, que pones a nuestro servicio, Pater. Gracias. Dios te bendiga.
ResponderEliminarQué bien nos has hecho conscientes de la situación que vivimos hoy día y de nuestra responsabilidad, ante un panorama tan duro, para tantos hermanos sin trabajo, sin lo necesario y con tanto sufrimiento.Estas situaciones, ¡cuánto cambiarían si cada uno supiésemos compartir, lo que pudiéramos (Dios nunca pide mas)! Veríamos verdaderos milagros... seríamos muchos los que responderíamos afirmativamente como el profeta: “¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?”. Y el Señor, podría realizar esos milagros contando con nosotros, que es lo que desea.
Buena semana con las Manos Unidas, para llevar algún consuelo a tantas necesidades.
Interesante homilía, que nos pone delante una realidad bien patente.
ResponderEliminarY muy importantes los ejemplos que nos narras, hechos concretos que nos ayuden a ver la situación concreta de muchas personas; porque resulta muy habitual escuchar decir: Es que con esta crisis, es que la crisis se nota, hay menos gente en los comercios, cafeterías etc. etc. pero esto es necesario concretarlo, y verlo, con nuestros ojos, que las personas lloran por falta de alimentos, de ropa, de un techo donde cobijarse etc. etc. es la mejor manera de que nuestro corazón se ablande, y sienta la necesidad de compartir.
Voy a añadir otro caso, a los ya mencionados por D. Andrés. En este mes de diciembre, por las navidades mas o menos, en un supermercado de Oviedo, las cajeras se dieron cuenta de que, todos los días pasaba por allí una señora relativamente joven aún, iba humildemente vestida y calzada, y cada día se llevaba un tarro de garbanzos cocidos, 0,55 ctmos. y se marchaba; así un día tras otro. Entre ellas se pusieron de acuerdo para hacerle un pedido y entregárselo, para ayudarla un poco, ya que supusieron que, pasaba necesidad, Cuando le dieron las bolsas con los alimentos, la mujer se creyó que le estaban gastando una broma "pesada" al fin consiguieron convencerla de que era para ella, y no era ninguna broma; la buena señora cuando comprendió la realidad hizo la siguiente pregunta ¿No crees que habrá alguien que lo necesite mas que yo? Siempre se puede compartir, aún lo poco que tengamos. Sinceramente a mi me conmovió la reacción de esta mujer necesitada; estuvo varios días sin acudir a la tienda, sin duda hasta que se le acabaron las esistencias, luego volvió a por su tarro de garbanzos.
Ahí os queda por si puede ayudar.
A mi esto me recuerda a la viuda del Evangelio que, echo todo lo que tenía para vivir, en el cepillo del templo, eran una monedas, que al lado de lo que depositaban los ricachones, parecía no servir para mucho; pero bien dice Jesús: Esta mujer ha echado mas que nadie, porque lo que depositó era todo lo que tenía para vivir.
Creo que todo esto ha de llevarnos a reflexionar en cual ha de ser nuestra actitud. Hago ya como D. Andrés, pregunta: ¿seríamos capaces de hacer por amor a Jesucristo, y a esos hermanos necesitados, algo semejante?
Andrés, gracias, gracias, porque sabes muy bien despertar nuestras conciencias, y aprender a comportarnos como auténticos cristianos. "Ama al prójimo como a ti mismo"
Hermanos, gracias a todos por lo que aportáis, gracias por estar ahí, y saber que contamos con una comunidad, una comunidad con inquietudes y ganas de ayudar y ayudarnos los unos a los otros.
BENDITO SEA DIOS.
Hoy voy a repetir, porque me "tocó" el Evangelio:
ResponderEliminarLa verdad es que ahora me resulta fácil el "ver" a Jesús y a los apóstoles por aquellos lugares, y en el lago de Tiberíades, o mar de Galilea.
Hoy me parece escuchar a Jesús "Rema mar adentro, y echad las redes para pescar" Simón contestó: " Maesro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cagido nada; pero por tu palabra, echaré las redes",
Chony, rema, rema mar adentro, no te quedes en la orilla, no busques la seguridad de la costa, lánzate mar adentro, allí hay multitud de peces. Señor, llevo tanto tiempo intentándolo y creo que no consigo nada, y me encuentro como los apóstoles, desanimada, cansada. Ahí está el problema, lo has hecho tu, tú solita, y ya sabes: sin mi no puedes hacer nada.
Ahora veo que es tu palabra la que me empuja a confiar en ti, y remar hacia adentro, y cuanto mas lejos vaya, mas "peces" descubriré, porque Tu Señor, no defraudas, y siempre cumples lo que prometes; hay un océano inmenso para descubnrirte cada día, y encontrarme con tu amor.
Maestro bueno, Quiero fiarme de ti, y dejar todo aquello que pienso que es mi seguridad, para adentrarme de tu mano, en lo profundo de ese mar en el que Tu me esperas con los brazos abiertos; donde estás Tu que me dices: Ven, camina sobre las aguas. Confía, confía, no dudes de mi amor, ni de que yo siempre siempre esteré a tu lado.
Quiero obedecerte, y hacer lo que me pides, y esa, creo yo, es la mejor forma de que mi corazón se ablande, y sea consciente de lo que debo compartir con mis hermanos. Y cuando preguntes ¿A quien mandaré? ¿Quien irá por mi? pueda contestar: Aquí estoy, mándame.
Oh Dios mio, cuanta tarea te doy, porque yo soy torpe y dura de oído; ten piedad de mi.
BENDITO SEA DIOS.
Hace unos años, tras un largo diálogo telefónico con un sacerdote, acabó diciéndome: "si lo que quieres es chapotear a la orilla, para eso no me necesitas". Trás varios años navegando mar adentro con su ayuda y la del Señor, por supuesto, hoy solo puedo decirles, gracias a ambos. A D. Andrés por ser dócil al Espíritu y a Dios, que ha ido marcando mi vida con su paso por ella, llenándola de su bondad y de su misericordia.
ResponderEliminarGracias.
Qué razón tiene mi buena amiga Aloya, al decir que nuestro pater es un ¡¡gran comunicador!!. Ciertamente lo es.
ResponderEliminarEs un don que Dios te ha concedido y ¡Qué bien lo utilizas, Pater! Yo que tanto me beneficio de ello no puedo dejar de agradecértelo. Gracias.
Con que sencillez nos has hecho responsables de tantas situaciones de necesidad y pobreza que tenemos a nuestro alrededor. Mi respuesta a la pregunta de Jesús, sobre a quién enviar, quiere ser afirmativa, fiel y comprometido. ¡cuento con Su Gracia! ¿acaso no es eso, "remar mar adentro"? No contar con otras seguridades sino Él mismo.
La noticia de la renuncia del Papa, no solo ha dejado con sensación de orfandad a muchos sacerdotes, también yo la siento en lo mas profundo. He escuchado por los medios de comunicación que ha sido el Papa de la coherencia....¡¡guao!! Yo he percibido mucha luz desde este servidor de la viña del Señor, mucha luz. Su persona, sus escritos, su inteligencia, su tímida sonrisa, su serena vejez, han sido luz para mi espíritu. Oremos por él y su sucesor.
Buena semana, amigos.
Buena semana, amigos