10-5-20 DOMINGO
V DE PASCUA (A)
Queridos hermanos:
Si
me lo permitís, quisiera hoy hablaros algunas cosas sobre la Iglesia, ya que la
primera y la segunda lectura aluden a ella de un modo tan directo.
*
¿Qué sucede hoy día con esta Iglesia de Dios? En este primer momento vamos a
quedarnos en Asturias, aunque muchas de las cosas que a continuación se digan
valdrán para otras diócesis. Cosas
negativas de o en la Iglesia: templos semivacíos; sacerdotes ancianos (edad
media en torno a los 68 años); ausencia de juventud en nuestras parroquias; una
mala imagen de la Iglesia entre los creyentes y entre los no creyentes
(riquezas del Vaticano, una liturgia y doctrina trasnochada y aburrida…); una
mediocridad grande en cuanto a la vivencia del evangelio entre los sacerdotes y
los católicos practicantes; grupos de francotiradores, es decir, cada uno de
nosotros va a lo suyo y cada uno de nosotros critica al de al lado...
También
es cierto que en la Iglesia católica de Asturias hay cosas positivas: realidades sociales con albergues para transeúntes
como el de Cano Mata en Oviedo, la Cocina Económica, Manos Unidas, Caritas,
atención a drogadictos en Proyecto Hombre, a enfermos de SIDA en Siloé-Gijón, a
ancianos en asilos de religiosas (a mí siempre me llamó la atención que
ancianos de 70 años en Vegadeo eran atendidos por religiosas de 80 años; ahora,
ya no pudiendo más, hubieron de retirarse hace unos años); en las parroquias
rurales asturianas están la mayoría de los sacerdotes jóvenes que existen en
nuestra diócesis y están atendiendo a gente anciana y sola (estos sacerdotes
proceden en su mayor parte de barrios y ciudades); sacerdotes, monjas y
cristianos laicos que se esfuerzan en vivir su fe con coherencia; una cantidad
grande de voluntarios en nuestras parroquias para servir a los demás:
catequistas, colaboradores de Caritas, en la limpieza de los templos,
lectores...
Pero
salgamos ahora de las fronteras de nuestra Asturias y veamos otras realidades
de nuestra Iglesia:
-
Hace varios años el mundo estaba conmocionado por el secuestro de 200 niñas en
Nigeria por un grupo islamista radical. Estos las han secuestrado con el
objetivo de irlas vendiendo como esclavas. ¿Por qué las secuestraron? Por dos
razones: la primero porque las pequeñas estaban recibiendo educación occidental
y no islámica y, la segunda razón, por ser cristianas. Otras niñas que eran
musulmanas y que estaban en el mismo centro educativo no fueron secuestradas.
Con estas 200 niñas están haciendo, al menos, tres salvajadas: sacarlas de su
entorno y de su familia (secuestro), querer venderlas como esclavas, y
violarlas hasta quince veces al día a cada una de ellas. Si estas crías no
hubieran sido cristianas, nada de esto les estaría pasando ahora mismo.
-
Por esta razón, hace tiempo el Papa Francisco recordó el calvario que padecen
cientos de miles de cristianos perseguidos en todo el mundo. En una homilía de
2014 dijo el Papa: ‘Lloré cuando vi en
los medios la noticia de cristianos crucificados’. Se refería a la noticia
de cristianos crucificados por grupos islamistas en Siria. El Papa sufre cuando
sabe que ‘en algunos países, solo por
llevar el Evangelio, vas a la cárcel. No puedes llevar una cruz porque te harán
pagar una multa’. Sí, sigue diciendo el Papa, se discrimina, se acosa, se
humilla, se maltrata e incluso se asesina a cristianos por el simple hecho de
serlo. ‘Hoy hay más mártires que en los
primeros tiempos’. El Papa ha denunciado esta caza al cristiano ante varios
organismos internacionales. Incluso un alto representante de un organismo
internacional ha dicho: ‘Con el aumento
de la intolerancia religiosa en todo el mundo, está ampliamente documentado que
los cristianos son los más discriminados, también en la zona OSCE[1].
De hecho, en algunos países de esta zona sigue habiendo leyes, decisiones y
comportamientos intolerantes y discriminatorios contra la Iglesia católica y
otras confesiones cristianas’. Leyes como las recopiladas recientemente por
el Observatorio sobre la intolerancia y la discriminación contra los cristianos
en Europa. En su último informe anual registraron 41 ejemplos de normas
nacionales discriminatorias en 15 países europeos y 169 casos de intolerancia
contra cristianos en la Unión Europea.
*
Vamos a dar un paso más: Cuando escuchamos la palabra ‘Iglesia’, ¿cuál es el
sentimiento que se suscita en nuestro interior?
- Decía Bernhard
Häring, religioso redentorista y famoso moralista católico: ‘Amo a la Iglesia, porque Cristo la ama
hasta en sus elementos más externos. La amo incluso allí donde descubro, con
dolor, actitudes y estructuras que juzgo no están en armonía con el Evangelio.
La amo tal cual es, porque también Cristo me ama con toda mi imperfección, con
todas mis sombras, y me da el empuje constante para llegar a ser lo que
corresponde a su plan salvador’.
- O también lo dicho
por Carlo Carreto: ‘¡Cuan contestable me resultas, oh Iglesia, y, sin
embargo, cuánto te amo! ¡Cuánto me has hecho sufrir, y, sin embargo, cuánto te
debo! Querría verte destruida, y, sin embargo, necesito tu presencia. Me has
proporcionado tantos escándalos, y, sin embargo, me has hecho entender la
santidad. Nada he visto en el mundo más oscurantista, más comprometido ni más
falso, ni he tocado nada más puro, más generoso y bello. Cuántas veces he
tenido deseos de darte en los morros con la puerta de mi alma, y cuántas veces
he suplicado poder morir entre tus brazos seguros. No, no puedo liberarme de
ti, porque soy tú, aunque no por completo. Además, ¿dónde iría? ¿A construir
otra? Pero no podría construirla sin los mismos defectos, porque llevo dentro
los míos. Y si la construyera, sería mi Iglesia, no la de Cristo. Soy lo
bastante viejo para comprender que no soy mejor que los demás’.
Termino
esta homilía con el precioso texto de san Pedro, en el final de la segunda
lectura de hoy. En este texto nos describe así a los cristianos que formamos la
Iglesia de Dios: “Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación
consagrada, un pueblo adquirido por
Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a
entrar en su luz maravillosa”.
¡Que
Dios nos conceda a los cristianos vivir los maravillosos tesoros que se
encuentran en su Iglesia y en este texto de san Pedro! Es verdad: sin mérito
alguno por nuestra parte, Dios nos ha
escogido; somos sacerdotes de Dios, esto es, somos mediadores entre Dios y
los hombres y podemos dirigirnos a Él gracias a nuestro sacerdocio; estamos consagrados a Dios, por lo que
le pertenecemos a Él y no a nosotros mismos, ni a un país, ni a un partido
político…; y sí, Dios nos adquirió con
la sangre y muerte de su Hijo: nos ama tanto, porque le ha costado tanto
tenernos entre sus brazos y en su corazón.
[1] La OSCE está
integrada por todos los países de Europa, incluida la Federación Rusa, los países
de Asia central, Estados Unidos y Canadá.
Buenísima y preciosa homilía,Pater. Gracias.¡Cuánto deseamos poder asistir mañana, a la Misa en Directo y Comunitariamente en nuestras parroquias! ¡Qué trabajo tan cercano, callado y generoso estás haciendo en esta dura situación que vivimos de Pandemia. Gracias. Estás en mi oración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Pepitina. Dios te bendiga y que, a partir de mañana, las Eucaristías y comuniones sacramentales hagan un gran futro en nosotros y nos ayuden a valorar más la Gracia que suponen,
ResponderEliminarQuerido cura de San Lázaro del Camino,
ResponderEliminarEl ser humano tiende a echar la culpa a los demás de todo lo negativo sin darse cuenta de que él mismo es parte de ese todo al que critica.
Siempre es buen momento para corregir errores y éste que estamos viviendo es precioso para modificar alguna actitud, ¡qué tal si empezamos por nosotros mismos y nos pronunciamos en positivo a partir de ahora?. Nosotros... tu... yo... que somos Iglesia empecemos a mejorar todo lo bueno que ella tiene y en consecuencia cada uno de nosotros.
Gracias por tu trabajo, que celebres el santo del día.
Buen domingo para todos, un abrazo