1-11-2016 TODOS LOS SANTOS (C)
- El 18 de septiembre de 2013, a los
pocos días de haber llegado yo a estas parroquias de Tapia de Casariego, tuve
que celebrar un funeral. En dicho funeral prediqué algunas ideas. Hoy, día de
Todos los Santos y en el que recorremos las iglesias y cementerios de toda esta
zona, quiero rescatar una de aquellas ideas y volver a recordarla. Ahí va:
Hace unos años, creo que siendo yo
seminarista, presencié este diálogo. Resulta que un vecino mío había fallecido,
cuando contaba con unos 45 años de edad. Murió de cáncer. Al morir dejó mujer y
cinco hijos. El mayor de los hijos tenía entonces 12 años y la pequeña unos 2
años. La conversación que yo escuché fue ésta: A la vuelta del funeral-entierro
uno decía: ‘Al menos él descansó, lo peor es para los que se quedan, pues, con
una pensión de viudedad y con cinco hijos, ¡qué difícil va a ser llevar
adelante la familia!’ Otro le contestó: ‘Pues yo no estoy de acuerdo contigo.
Yo creo que lo peor es para el que se fue, porque ése ya no volverá y los que
se quedaron (mujer e hijos), de una forma u otra, saldrán adelante. El que no
puede seguir adelante es el que se va’. Vosotros, ¿qué decís? ¿Es mejor para el que se queda… o para el
que se va? Habrá unos que estén de acuerdo con el primero y otros con el
segundo. Y habrá otros que digan como el gallego: ‘Depende’. Sí, depende, pues,
si el que se muere, muere joven o relativamente joven, es una pena que haya
acabado su vida tan pronto, pudiendo vivir más tiempo, y no ver crecer a sus
hijos y a sus nietos, y disfrutar más de la vida. Pero, si el que fallece, lo
hace ya de mayor, pues es buena su muerte, porque tendría bastantes achaques,
dolores y querría descansar y no dar qué hacer a los demás. Y así podemos sacar
tantas opiniones como personas hay en el mundo a la pregunta que yo planteaba
más arriba: ¿Es mejor para el que se queda… o para el que se va?
Sin embargo, a esta pregunta hemos
respondido desde nosotros, desde esta vida terrena en la que nos encontramos,
desde nosotros, que vivimos, respiramos y comemos. Pero es conveniente también responder a esta pregunta desde el otro lado, es
decir, desde Dios y desde los que han fallecido. Si les preguntamos a ellos:
‘¿Es mejor para el que se queda… o para el que se va?’ ¿Qué nos responderán?
Como veis, os doy algo de tarea para pensar.
- Asimismo deseo reseñar aquí
algunas de las frases de la Instrucción de la Congregación para la Doctrina de
la Fe sobre sepultura de los difuntos
y la conservación de las cenizas en caso de cremación. Básicamente para leer este documento tenemos que hacerlo desde la perspectiva de tres preguntas: ¿Para quién es el documento? ¿Qué dice o establece el documento? ¿Por qué establece estas disposiciones esta Instrucción?
y la conservación de las cenizas en caso de cremación. Básicamente para leer este documento tenemos que hacerlo desde la perspectiva de tres preguntas: ¿Para quién es el documento? ¿Qué dice o establece el documento? ¿Por qué establece estas disposiciones esta Instrucción?
* ¿Para quién es el documento? Este escrito está dirigido a los
católicos, a aquellos que creen en Cristo Jesús y aceptan su santa Iglesia
Católica.
* ¿Qué dice o establece el documento? En los números 6 al 8 del
documento dice: “6. Por las razones
mencionadas anteriormente, no está
permitida la conservación de las cenizas en el hogar. Sólo en casos de
graves y excepcionales circunstancias, dependiendo de las condiciones
culturales de carácter local, el Ordinario, puede conceder el permiso para
conservar las cenizas en el hogar. Las
cenizas, sin embargo, no pueden ser
divididas entre los diferentes núcleos familiares y se les debe asegurar
respeto y condiciones adecuadas de conservación.
7.
Para evitar cualquier malentendido
panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las
cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la
conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o
en otros artículos, teniendo en cuenta que para estas formas de proceder no
se pueden invocar razones higiénicas, sociales o económicas que pueden motivar
la opción de la cremación.
8.
En el caso de que el difunto hubiera
dispuesto la cremación y la dispersión de sus cenizas en la naturaleza por
razones contrarias a la fe cristiana, se le han de negar las exequias”.
* ¿Por qué establece estas disposiciones esta Instrucción? Las
razones que da el documento son, entre otras, éstas: “2. La resurrección de Jesús es la verdad culminante de la fe
cristiana, predicada como una parte esencial del Misterio pascual desde los
orígenes del cristianismo. Gracias a
Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. Por la muerte, el
alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida
incorruptible a nuestro cuerpo transformado, reuniéndolo con nuestra alma.
3.
la Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean
sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados. Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su
fe en la resurrección de la carne, y pone de relieve la alta dignidad del
cuerpo humano como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo
comparte la historia. No puede permitir, por lo tanto, actitudes y rituales que
impliquen conceptos erróneos de la muerte, considerada como anulación
definitiva de la persona, o como momento
de fusión con la Madre naturaleza o con el universo, o como una etapa en el
proceso de re-encarnación, o como la liberación definitiva de la “prisión” del
cuerpo.
Por
último, la sepultura de los cuerpos de
los fieles difuntos en los cementerios u otros lugares sagrados favorece el
recuerdo y la oración por los difuntos por parte de los familiares y de toda la
comunidad cristiana. La Iglesia sigue prefiriendo la sepultura de los
cuerpos; sin embargo, la cremación no está prohibida.
5.
Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del
difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en
el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente
dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente.
Desde el principio, los cristianos
han deseado que sus difuntos fueran objeto de oraciones y recuerdo de parte de
la comunidad cristiana. Sus tumbas se convirtieron en lugares de oración,
recuerdo y reflexión. Los fieles difuntos son parte de la Iglesia, que cree en
la comunión «de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican
después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que
todos se unen en una sola Iglesia».
La conservación de las cenizas en
un lugar sagrado puede ayudar a reducir el riesgo de sustraer a los difuntos de
la oración y el recuerdo de los familiares y de la comunidad cristiana. Así,
además, se evita la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que
pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas
inconvenientes o supersticiosas”.
LOS DOS TEMAS DE ESTA HOMILÍA, HAN LEVANTADA POLÉMICA....¡SÍ SEÑOR!! AL MENOS EN MI CASA Y A LA HORA DE LA COMIDA EN QUE NOS REUNIMOS LA FAMILIA EL DOMINGO.
ResponderEliminarME HUBIERA GUSTADO TENERTE PRESENTE DE "MODERADOR". ¡SALVASTE!
UN ABRAZO Y BUEN FINDE AMIGOS. OREMOS POR NUESTROS DIFUNTOS.
Quién se pierde el próximo audio?!! Yo no, desde luego.
ResponderEliminarGracias Andrés.
Pienso que cuando Dios te llega al corazón,es algo tan especial,que ríes y bailas al son de su música con muchos tropiezos,altibajos,pero su amor sale por los poros de la piel,y los demás lo notan,por el amor que compartes.Por eso a Julio le llegó y ya nadie lo pudo parar.Compartamos una oración por todos los difuntos.Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos días ¡ comparto con ustedes mi oración y por todos los difuntos para que descasen en paz y nunca mueran dentro de nuestros corazones
ResponderEliminarHace años alguien me dejó unas "cintas" con charlas de Julio,con un sonido muy deficiente, eso sí, pero que escuché cientos de veces, pero que ahora en la época del CD,mp3 etc, ya no las podía oír. Esta misma persona también me dió un cuaderno escrito por quién fué su director espiritual:"Semblanza espiritual de un amigo", que guardo como "oro en paño", creyendo que ya no podría volver a conseguir otro.
ResponderEliminarPués bién, gracias a ésta homilía el Señor me iluminó y me dió la idea de buscar en internet, y encontré dos páginas donde aparecen todas las charlas de Julio en audio, así como la "Semblanza espiritual". Si ponéis en google "Julio Figar" aparecerán:
-Julio Figar, O.P. - Gratuidad, y
-Maranatha - Archive - AudioMaranatha.
Estas dos son las más completas. Comparto esto con vosotros porque, seguro, nos puede hacer mucho bien.
Para mí Julio es un "santazo" y hoy, día de Todos los Santos, os encomiendo y me encomiendo especialmente a él.
Gracias Andrés y que el Señor te bendiga y nos bendiga.
Querido cura de Tapia,
ResponderEliminarHabía leído el documento del Papa sobre las cenizas pero no puede haber mejor explicación que la que has dado, alto y claro como siempre.
Gracias de nuevo por tu trabajo.
Un abrazo y otro para cada un@