Al escuchar el slogan de este dia creo que una sonrisa incrédula se dibujó en mi rostro; que puedo hacer yo para cambiar este mundo, que cada vez me gusta menos, y por donde campea el mal por doquier? yo que no tengo ningún poder, que no pinto nada, y que practicamente no se ni gobernar mi casa.
En esta homilía tan bonita y sencilla se me encinde una luz, y se me da una respuesta. Mi mente retrocede a los comienzos de la iglesia; eran acaso hombres poderosos y sabios aquellos que siguieron a Jesús? todos sabemos que no, y sin embargo llevaron a cabo una misión faraónica, mostrar el rostro de Cristo a un mundo paganizado, donde al igual que ahora, lo único que importaba era el poder y el dinero; pero fueron valientes, y supieron mostrar al mundo, a pesar de su sencillez, todo lo que el Maestro les había enseñado, el amor; bajo este lema que nos dejó S.Agustin, Ama, y haz lo que quieras, encontramos la respuesta.
Pequeñas cosas nos dice D. Andrés, pequeñas cosas que salen de un corazón que sabe amar; pequeñas cosas como olvidarnos del egoismo, pensar un poco mas en los demás etc.
Muchas gracias a D. Andrés, que nos ayuda a saber poner en práctica la Palabra de Dios.
Saludos a todos
Anónimo
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