5-2-14 DOMINGO V TIEMPO
ORDINARIO (A)
El sábado pasado, 28 de enero, bajé
a abrir la iglesia hacia las 7 de la mañana, como siempre hago. Encontré al
final del templo una bolsa vacía de patatas fritas o de gusanitos. Supuse que
algún crío del instituto u otra persona la habían dejado el día anterior.
También descubrí que las puertas de los confesionarios estaban abiertas, como
de alguien que hubiera estado haciendo alguna pequeña trastada. Cogí la bolsa
vacía y pensé, en un primer momento, en tirarla sin más fuera de la iglesia, a
la plaza, a la calle, a modo de protesta contra quien había tenido poco respeto
por el lugar sagrado. También sentí cómo mi corazón se enfurecía algo contra esa
persona o personas, pero, al instante, como una voz interior me decía: ‘Coge la
bolsa y llévala hasta el contenedor de los plásticos. No te cuesta nada y no
dejes que la ira se cobije en tu ser’. Así lo hice y de camino al contenedor
percibía cómo mi ira se iba desvaneciendo. Luego rece por esa persona o
personas. Era lo que Dios quería de mí. Después ya no quedó nada de
resentimiento ni juicio en mi interior contra esa persona o personas.
Luego, a las 10,30 horas, tuve clase
de moral católica en Navia con unos seglares y dando la clase, vino a cuento,
les narré este episodio. Una de las alumnas me dijo: ‘Si nosotros hacemos como
tú, los otros van a pensar que somos tontos e imbéciles, y van a abusar de
nosotros dejando más basura en las iglesias para que las limpiemos nosotros’. Y
esta alumna TIENE TODA LA RAZON… en la lógica y en la dinámica del mundo, pero
¿EN LA LÓGICA Y EN LA DINÁMICA DEL EVANGELIO? ¿TIENE RAZÓN, O NO?
En este mundo el que estamos es tan
fácil y corriente ir de listillo y aprovecharse de los otros (dueño de un bar
que tenía contratados a camareros a tiempo parcial y les hacía trabajar 13 y 14
horas diarias por un sueldo bajísimo, empleados u obreros que no cumplen sus
horarios laborales y zanganean todo lo que pueden). Es tan fácil entrar en la
ira, el rencor, los insultos, el machacar a los otros, el murmurar…
En estos días ha sido muy famosa
una carta[1] de Eva María Romero, profesora de
un instituto en Marchena (Sevilla). Dice así la carta: “Yo no estoy aquí (en el instituto) para aguantar, y utilizo las palabras textuales que un padre me dijo
por teléfono cuando lo llamé para que corrigiera la actitud de su hija, que no
me dejaba hacer mi trabajo. A mí, que yo sepa, me pagan para enseñar,
no por aguantar. Estoy harta de la sociedad, que encumbra a seres que
presumen de su ignorancia, que valora a un futbolista o a un ‘nini’ más que a
una persona con estudios, respetuosa y educada. De los programas de televisión,
que presentan como modélicos a aquellos que sin estudios y sin sacrificio
alguno se han colocado ganando un sueldazo por criticar, acostarse con, comprar
en… Estoy harta de aguantar la mala educación con la que llegan, cada vez en
mayor porcentaje, los niños al Instituto. Estoy harta del proteccionismo de los
padres, que quieren que sus hijos aprueben sin esfuerzo y sin sufrir,
sin traumas… De la falta de valoración del esfuerzo que sí hacemos nosotros. Estoy
harta de la Administración, que cambia las leyes y la normativa que rige en mi
trabajo sin preguntarme qué opino y sin darme formación para hacer bien mi
nuevo trabajo […] ¿Qué vamos a hacer cuando a un alumno no lo podamos expulsar
unos días por mal comportamiento? Además, tampoco está bien visto que lo
pongamos a barrer o hacer tareas para la comunidad…el padre no quiere que
humillemos a su hijo […] Yo así no aguanto más, vosotros haced lo que queráis.
Llevo 19 años en la docencia, tengo 45, a lo mejor es mi crisis de la mediana
edad..., pero, si algo me han dado los años es valor, no tengo miedo, y, como
me aprieten más el tornillo, saltaré como un resorte. Solo quiero
avisar: de aquí en adelante no pienso quedarme callada ‘por
educación’. Contestaré en el mismo tono y con la misma contundencia
que se me trate. A mí me gusta enseñar y transmitir. Me gusta el trato con los alumnos,
los quiero y animo. Me considero un motor social de cambio, una fuerza
generatriz. No soy un burro de carga dispuesto a aguantar hasta que
reviente”.
¿Cómo hemos de reaccionar ante unos
chicos que ensucian y no respetan las propiedades ajenas, o los lugares
sagrados? ¿Cómo hemos de reaccionar ante los comportamientos de falta de
educación de los demás?
- En la lógica y en la dinámica del
mundo debo cabrearme, llenarme de ira, protestar, murmurar y, si puedo,
castigarlos.
- En la lógica y en la dinámica de
una persona más preparada y con la razón queriendo gobernar su vida, la carta
de la profesora es un ejemplo de cómo se puede uno comportar ante los
comportamientos molestos e inadecuados, por ejemplo, de los alumnos del
instituto y de sus padres.
-
Pero, ¿qué debo hacer en la lógica y en la dinámica del evangelio? Veamos que
nos dice el profeta Isaías en la primera lectura de hoy: “Cuando alejes de ti
la opresión, el dedo acusador y la calumnia […], brillará tu luz en las
tinieblas”. Veamos
también lo que nos dice el salmo 111, que acabamos de escuchar: “En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y
compasivo”. Y Jesús
en el evangelio de hoy nos dice: “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si
la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? […] Brille así vuestra luz ante los
hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que
está en los cielos”.
Por supuesto que, según el modelo
del evangelio, la primera reacción aquí recogida no encaja. No pertenece al
evangelio de Jesucristo la murmuración, el rencor, la ira, la maledicencia…
Tendremos ‘razones’ para comportarnos así, pero no es la voluntad de Dios que
lo hagamos así.
La segunda reacción, la de Eva, la
profesora, es muy razonable y se ve a una persona vocacionada, preocupada por
su labor y queriendo hacer las cosas bien, no conformándose con las medias
tintas, pero falta un algo. Falta esa sal de Dios de que nos habla el evangelio
de hoy, falta la luz de Dios o, al menos, a mí me lo parece.
En estos días estoy
leyendo un pequeño folleto de Práxedes Fernández, una mujer de Mieres, que
murió con fama de santa, y el Papa ha declarado Venerable[2] en 2015. En ella sí que se cumplió perfectamente la
Palabra de Dios que hemos escuchado hoy. Ella nos enseña a vivir según el
evangelio y no según la rabia, e incluso nos dice con su vida que vivir sólo
con la razón se queda muy corto para un cristiano. Ahí van dos ejemplos de su
vida, y de cómo ella fue sal y luz para tanta gente, en vida y después de
muerta: 1) Ante la violencia desatada contra clérigos y católicos ya en la
Revolución de Asturias de 1934, “todos en
el pueblo coinciden en que Práxedes nunca se definió
políticamente ni la escucharon hablar mal de nadie. Una vez,
cuando los revolucionarios quemaron la iglesia de Seana (Mieres), su hijo
Gabriel, el menor, le preguntó si eran malos, y ella contestó que era gente como la demás, como sus vecinos, pero que
no sabían bien lo que hacían”. 2) Famoso, sin quererlo, fue el caso de la llamada ‘tuberculosa de
Rimeses’; una mujer que había sido agraciada en su juventud, habiendo trabajado
en los lavaderos de carbón. Casada en 1913 tuvo cuatro hijos que se sumaron a
los tres de soltera, lo que hizo que viviese míseramente en su pueblo. Su
situación hizo que pronto despertara las atenciones de Práxedes porque, tras la
muerte de su marido, había quedado sin recursos, sufriendo posteriormente los
achaques de una enfermedad: la tuberculosis. Práxedes le prodigó los mayores
cuidados con visitas diarias, subiendo hasta el caserío, a veces en condiciones
extremas de frío y nieve durante el invierno. Esta entrega encontró la
oposición de la familia de Práxedes, que temían el contagio de la enfermedad.
Pero Práxedes superó este obstáculo gracias a su fuerza y tesón, viéndose obligada
a emplear las más rigurosas cautelas.
¡¡Cuántas oportunidades nos presenta cada día el Señor, para "Ser Luz y Sal" en el mundo. Ojalá las aprovechásemos mejor...
ResponderEliminarBuena semana y un abrazo para todos.
Buenos días !!!! El mundo está lleno de ira de reacciones frías frívolas y falta de respeto !!! Por cualquier cosa la gente grita pega insulta !! No sé dónde vamos a llegar con tanto odio hasta los que dirigen lis países don intolerantes
ResponderEliminarRecuerdo que a mí niño cuándo tenía 15 años le dieron el premio en el
Colegio Ser luz y sal yo al principio no lo comprendí cuando me explico la directora que era el mejor premio pues Tomas siempre trataba de poner paz cuando alguien se peleaba que su pazcera muy buena para el todo el
Grupo etc etc me llene de orgullo hoy es un hombre de 33 años neurocirujano y por sobre todo lleno de paz !!!! Por más que muchas veces es agredido físicamente y de palabra por los pacientes que atiende en el hospital
Oro diariamente x La Paz entre los hombres !
Pienso que hay una falta de valores primordiales en las familias, un valor que pensamos que es importante hoy en día,es que todo vale,vivir demasiado comodamente,hacer dinero fácil,que estudien muy bien,notas magnificas.Y después está el otro lado,falta de casi todo,chicos apartados del resto, sus estudios no importan,con falta de amor y de esperanza a una vida normal. Entonces nos encontramos,con dos extremos,los que van a por todo pisando a los demás. Y los que se sienten,pisados apartados, y esto genera rabias ,odios,en una palabra hacer daño.
ResponderEliminarSe pasó del miedo y al respeto a los padres,a lo que todo vale.Pienso que los cristianos, debemos tener paciencia,cercanía,diálogo,con muchos de esos chic@s,muchas veces quieren ser aceptados,valorados,y escuchados.Creo que en todas las parroquias,habría que tener un curso,para chic@s rebeldes,meterlos en la sociedad.El amor todo lo puede, y Jesús es amor. Padre,que esto no caiga en saco roto.Un abrazo
Andres al escuchar por segunda vez su homilia de hoy senti la necesidad,no se si sera una buena postura evangelica,de lanzar un viva por todos aquellos funcionarios,personal laboral o de carrera,que dia a dia y año tras año,no solo cumplieron con su deber sino que se dejaron la salud por atender a los demas,ya se que tambien,como en todas las profesiones o empleos,los hubo que no cumplieron o cumplen pir su deber,por esos elevare una oracion a Dios para que lis perdone, un abrazo
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