4-3-2018 DOMINGO III
CUARESMA (B)
Ya estamos en el ecuador de este
tiempo de Cuaresma: * tiempo de preparación para celebrar la pasión, muerte y
resurrección de Jesús; * tiempo de prueba en el que tenemos que desprendernos
de tantas cosas que no son Dios para que Él pueda habitar en nosotros; * tiempo
de conversión, es decir, de abandono del pecado y de crecimiento en santidad.
Hoy la primera lectura nos propone
un camino por el que podemos llegar al Padre. Este camino lo han practicado
antes que nosotros los israelitas, ya que les fue dado a ellos primero: Son los
diez mandamientos. Muchas veces los hemos reducido a sólo dos: no robar y no
matar, pero son diez. Vamos a leerlos otra vez, pero procurando aplicarlos a
nuestra vida (daré unas simples pinceladas a cada mandamiento):
- 1º
Amarás a Dios sobre todas las cosas. “Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No
tendrás otros dioses frente a mí”.
Dios es un Dios cercano: ‘¡Dios mío, mi
Dios!’ Pero es un Dios celoso: Sólo Él. Ni el dinero, ni el poder, ni el
tabaco, ni la comodidad, ni la familia, ni el trabajo, ni uno mismo pueden
estar por delante de Él.
- 2º No
tomarás el Nombre de Dios en vano. “No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso”. Ni en juramentos, ni en blasfemias, ni en
chistes, ni en cabreos, etc. (Hace unos días llegó a casa una niña del
catecismo de preparación de la 1ª Comunión. En el catecismo le dijeron que Dios
era Padre, que cuidaba y se preocupaba de todos. Esto se lo dijo la niña a su
padre, no creyente, y éste le respondió: ‘Pues
si Dios es tu padre, que te dé Él de comer’) ¡Que su nombre sólo sea usado
para bendecir, para rogar, para agradecer!
- 3º
Santificarás las fiestas. “Fíjate en el sábado para cumplirlo”. Ahora Jesús nos ha dejado el domingo. Día de
descanso, día de entrega al Señor y a la familia; día de la santa Misa, día de
mayor tiempo de oración, día de obras de misericordia, día de visita a
enfermos. Como dicen los sociólogos: ‘Una
religión que no se practica, desaparece’. Sí, desaparece de nuestra vida.
Es como si la arrancáramos de nuestro ser.
- 4º
Honrarás a tu padre y a tu madre. “Honra a tu
padre y a tu madre”. Frente a
tantas familias rotas. Frente a casas donde, más que hogares familiares,
parecen pensiones donde se come, se ve la
TV, se tiene la ropa limpia y cada uno va a su rollo. Este
mandamiento nos pide trabajar por la unidad y el amor en la familia, orar para
que nuestra familia sea como la Sgda. Familia de Nazaret. ¡Cuánto cambiarían las
cosas si todos intentásemos amar más en nuestra familia!, pero sin convertirlo
tampoco en un coto cerrado.
- 5º No
matarás. “No matarás”. Se mata demasiado fácilmente en nuestra sociedad: a los cónyuges o a
las parejas, ahora tantos muertos en Siria y en tantos lugares del mundo,
abortos… Pero hay otras clases de asesinatos: el desprecio con el que tratamos
a los que nos caen mal, los insultos en la familia o fuera de ella (caso de una discusión automovilística en que
uno se paró y se puso a discutir con otro, y los demás conductores, que no
podían pasar, les pitaban, daban voces y blasfemaban contra los dos primeros),
las críticas, los juicios interiores. Esto también es matar.
- 6º No
cometerás actos impuros.
9º No consentirás pensamientos ni deseos
impuros. “No cometerás adulterio”. Antes se hablaba con mucha frecuencia del tema
del sexo en las iglesias, ahora casi nunca. En este “no cometerás adulterio” se ha de englobar el sexto y el noveno
mandamientos, es decir, la totalidad de la sexualidad humana. Se atenta contra
estos mandamientos por la lujuria, la masturbación, la fornicación, la
pornografía, la prostitución, la violación y el adulterio. Sobre esto último
quisiera aclarar algunas ideas: * se da el adulterio cuando un hombre o mujer
casados engañan a su cónyuge con otra persona. * Y, si se separan y se casan
por lo civil o conviven maritalmente con otra persona, cometen adulterio,
porque siguen vinculados por el primer matrimonio. * Y, si el cónyuge engañado
o inocente de la ruptura matrimonial se va con otro o con otra, comete a su vez
adulterio contra su matrimonio cristiano. Dios sigue siendo fiel a la palabra
dada por los esposos y por Él mismo el día de su boda primera. * Cuando
nosotros decimos: ‘Sí, debes rehacer tu
vida’. En realidad, lo estamos empujando al adulterio. Si nos parecen duras
estas palabras, más riguroso fue el mismo Jesús cuando dijo: “Habéis oído que se dijo: ‘no cometerás
adulterio’. Pues yo os digo: ‘todo el que mira a una mujer deseándola, ya
cometió adulterio con ella en su corazón” (Mt. 5, 27s).
- 7º No
robarás. “No robarás”. Robar es apropiarse de lo que pertenece a otra persona o institución.
Robar es no dar al otro lo que le pertenece (por ejemplo, cuando no se paga un salario
justo). Robar es no entrar/salir a la hora del centro de trabajo. Robar es no
usar bien el tiempo que Dios me ha dado en favor de los demás. Robar es coger
tijeras o tiritas o papeles en la empresa donde trabajo. Robar es… caso de las alfombras en un supermercado.
- 8º No
dirás falso testimonio ni mentirás. “No mentirás”. Mentimos
por aparentar otra realidad. Mentimos porque hemos hecho un mal y para que no
nos riñan. Nos justificamos demasiado con las mentiras piadosas. Estamos en la
sociedad de la mentira y de la apariencia: no nos lo podemos permitir
(económicamente hablando), pero vamos a este restaurante o celebramos la boda o
1ª Comunión con este cubierto, o cambiamos de coche... No estamos en la verdad,
y la mentira nos atrapa como una tela de araña que, cuanto más nos movemos en
la falsedad, más nos enreda y más difícil es salir de ella.
- 10º No
codiciarás los bienes ajenos. “No
codiciarás los bienes de tu prójimo”. Codicio y deseo el trabajo del otro, el novio-marido-novia-mujer-hijos-físico-carácter-ropa-coche-vacaciones-suerte-salud-juventud-etc.
del otro Si aceptara y me conformara con lo que tengo, con lo que Dios me ha
dado, con lo que soy y como soy… sería más feliz.
Cuanto nos enseñan los mandamientos.Me acuerdo cuando era pequeña,cuando iba a confesar,que los repasaba,entendía muy bien,lo de no tomarás el nombre de Dios en vano,santificarás las fiestas,honrarás a tu padre y a tu madre,no matarás y no robarás.
ResponderEliminarY hoy me doy cuenta,del mandamiento más importante,amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.Ese mandamiento es todo amor ,amor a Dios,y de ese amor brota lo demás.
Yo creo que estoy en pecado,quiero mucho a Dios,pero quiero mucho a mi familia.Mejor dicho muchísimo.Pero también creo que a través de ese amor tan grande hacia los míos,quiero muchísimo a Dios.La cuaresma tenía que ser para nosotr@s todo el año,y cuando la celebramos,sea para fortalecer,reflexionar,y examinar la muerte y resurrección de Jesús. Un abrazo y seamos capaces de hacer una buena confesión,y hacer lo posible para ser un poco mejores cada día.