20-8-2017 DOMINGO XX TIEMPO ORDINARIO (A)
El amor…
7.-
No se irrita (sin violencia interior).
“Si
la primera expresión del himno nos invitaba a la paciencia que evita reaccionar
bruscamente ante las debilidades o errores de los demás, ahora aparece otra
palabra, que se refiere a una reacción interior de indignación provocada por
algo externo. Se trata de una violencia interna, de una irritación no
manifiesta que nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran
enemigos molestos que hay que evitar. Alimentar esa agresividad íntima no sirve
para nada. Sólo nos enferma y termina aislándonos. La indignación es sana
cuando nos lleva a reaccionar ante una grave injusticia, pero es dañina cuando
tiende a impregnar todas nuestras actitudes ante los otros” (n. 103).
“Los
cristianos no podemos ignorar la constante invitación de la Palabra de Dios a
no alimentar la ira: ‘No te dejes vencer por el mal’ (Rm 12,21). ‘No nos
cansemos de hacer el bien’ (Ga 6,9). Una cosa es sentir la fuerza de la
agresividad que brota y otra es consentirla, dejar que se convierta en una
actitud permanente: ‘Si os indignáis, no llegareis a pecar; que la puesta del sol
no os sorprenda en vuestro enojo’ (Ef 4,26) […] Si tenemos que luchar contra un
mal, hagámoslo, pero siempre digamos ‘no’ a la violencia interior” (n. 104).
8.-
No lleva cuentas del mal (perdón).
Lo contrario de llevar cuentas del
mal y de ser rencoroso “es el perdón[1], un
perdón que se fundamenta en una actitud positiva, que intenta comprender la
debilidad ajena y trata de buscarle excusas a la otra persona” (n. 105). “Cuando hemos sido ofendidos o
desilusionados, el perdón es posible y deseable, pero nadie dice que sea fácil
[…] El egoísmo, el desacuerdo, las tensiones, los conflictos atacan con
violencia y a veces hieren mortalmente la propia comunión: de aquí las
múltiples y variadas formas de división en la vida familiar” (n. 106). Cuando
no eres capaz de perdonar, cuando sacas siempre la ‘lista de los reyes godos’
(todo lo malo que te han hecho o te han dicho) no amas, o si te lo hacen a ti,
no te quiere. Al menos, al modo de Dios. Imaginaros que Cristo llevara siempre
ante sí la ‘lista de los reyes godos’ nuestra. ¿Quién podría salvarse? Tengo que perdonar, tengo que ser
perdonado, y tengo que perdonarme.
“Para poder perdonar necesitamos pasar por
la experiencia liberadora de comprendernos y perdonarnos a nosotros mismos.
Tantas veces nuestros errores, o la mirada crítica de las personas que amamos,
nos han llevado a perder el cariño hacia nosotros mismos. Eso hace que
terminemos guardándonos de los otros, escapando del afecto, llenándonos de
temores en las relaciones interpersonales. Entonces, poder culpar a otros se
convierte en un falso alivio. Hace falta orar con la propia historia, aceptarse
a sí mismo, saber convivir con las propias limitaciones, e incluso perdonarse,
para poder tener esa misma actitud con los demás” (n. 107).
[1] Cursillo prematrimonial de
Laurentino.
Cuando las cosas duelen es difícil poner amor.Es bonito amar y perdonar,pero cuando te fastidian un día y otro,también sabes decir basta.Creo que una cosa es ser bueno y otra tonto.Dios es perfecto,pero para estar reconciliados con Él,tenemos en primer lugar, examen de conciencia, darnos cuenta que hicimos daño; En segundo lugar,pedirle perdón,y en tercer lugar pedirle al Señor que nos ayude a no volver caer en lo mismo. Creo que dije la semana pasada,que a mi no me cuesta pedir perdón,me cuesta más contenerme,para no tener que pedirlo.
ResponderEliminarCuando hay verdadero amor,no se toman las cosas a mal.Pero ese verdadero amor,solo lo tenemos con unas cuantas personas.Otras nos caen bien,las queremos,pero cada uno en su casa y Dios en la de todos.La cosa es complicada, pero no hay cosa más bella que amar. D.Andrés,gracias por fascinarnos en cada homilía hablándonos del amor.Piensa que siempre nos quedan grabadas tus palabras en el corazón. Un abrazo Para tod@s.
Muy lindas tus palabras comparto tus pensamientos
EliminarMuchas gracias
Yo tengo que confesar que alo largo de mi vida me he puesto ala defensiva " tantas veces" pero creo que ahora que ya me estoy haciendo mayor algo he cambiado ,procuro que no salte tanto el brote de la agresividad por supuesto que no es facil ,pero la experiencia me hace sentir más paz cuando no salto.
ResponderEliminarEsto tambien nos lleva a procurar no herir a los demás y a perdonar de corazón .Que bello cuando cuando recibo el Sacramento de la penitencia y me siento perdonada por Dios parece que floto de alegria pero tengo que orar mucho y no bajar la guardia ,porque satanás tampoco la baja.Un abrazo para todos y que el Señor nos bendiga
Buenas tardes podría escribir tantas cosas que pienso pero tengo el alma tan triste con lo que ha pasado en Barcelona y en Finlandia que todo se mezcla !!!! Como se puede actuar de esa manera !!!!!! No logro comprenderlo
ResponderEliminarSolo pido en este triste día Dios de fortaleza a las familias que han perdido de forma tan brutal
Cruel a su gente ... fortaleza y que en sus corazones no se instale el rencor no el odio ....
tengan todos un buen fin de semana en paz !!