viernes, 31 de marzo de 2023

Domingo de Ramos (A)

2-4-2023                                DOMINGO DE RAMOS (A)

Is. 50, 4-7; Slm. 21; Flp. 2, 6-11; Mt. 26,14-27, 66

Homilía en vídeo.  

Homilía de audio

Queridos hermanos:

            Los liturgistas nos dicen a los párrocos que, en el Domingo de Ramos, procuremos hacer una homilía corta, ya que de por sí la celebración es bastante larga. Por eso, simplemente voy a decir algunas pequeñas ideas que nos ayuden a centrarnos en lo que vamos a vivir en esta Semana Santa que se inicia.

            La entrada apoteósica de Jesús en Jerusalén, que hoy nos relata el evangelio que hemos leído al principio de la celebración, pudo durar como una hora y media o dos horas. Este tiempo es el que duraron las aclamaciones que el pueblo hizo a Jesús. Le reconocieron como rey, como el que venía en nombre de Dios, como el Mesías, como el Salvador. Parecía que ya todo estaba hecho. Que esta entrada con palmas, vítores y ramas era el reconocimiento a sus palabras, a sus milagros, a sus curaciones. En definitiva, era la respuesta de fe; FE que alegraba a los hombres y mujeres que gritaban y cantaban.

            Sin embargo, después del evangelio del principio de la celebración (cuando bendecimos los ramos), la Iglesia nos pone para nuestra escucha y reflexión la lectura de la Pasión de Cristo según S. Mateo. Hace un tiempo (durante unos ejercicios espirituales) leí de seguido los cuatro relatos de la Pasión de Jesucristo: el relato según S. Mateo, según S. Marcos, según S. Lucas y según S. Juan. Y, parecerá una tontería, pero me fijé en el siguiente detalle: Resulta que S. Juan no dice en qué hora fue crucificado Jesús ni a qué hora murió. Los evangelios sinópticos, que son el resto, dicen los tres que a las 12 de la mañana del viernes se oscureció el cielo, y que Jesús murió a las 3 de la tarde. Sólo el evangelio de S. Marcos nos dice que Jesús fue crucificado a las 9 de la mañana. Luego Jesús estuvo en total 6 horas en la cruz vivo, desde que lo crucificaron hasta que murió. Seis horas de agonía, seis horas que cambiaron al mundo. Desde que el Señor me hizo fijarme en este dato, siento en mí mucha más devoción a Cristo crucificado. Sobre todo mi espíritu está más pendiente los viernes por la mañana, de 9 de la mañana a 3 de la tarde. Oro en esos momentos en instantes sueltos, y pienso y siento en mi ser más profundo que Cristo subió a la cruz por mí y por mis pecados.

            ¿Por qué será que siempre dura más tiempo lo malo que lo bueno? Dos horas de gozo y cantos con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Seis horas de agonía en la cruz hasta su muerte.

            Termino diciéndoos que un cristiano ha de vivir, tanto la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén como su agonía en la cruz, o dicho de otra manera, Jesús vive en nosotros, tanto los momentos alegres y gozosos como aquellos momentos de dolor y sufrimiento sin sentido y sin fin. Una cosa y otra, alegría y dolor, forman parte de la misma moneda, de nuestra vida y Dios está en todo ello.

            Que estas sencillas reflexiones nos ayuden a vivir desde Él esta Semana Santa, estemos donde estemos, sin perder el sentido espiritual, y arrastrados por la vorágine de vacaciones y desplazamientos.

2 comentarios:

  1. ¿Por qué será que siempre dura más tiempo lo malo que lo bueno?
    El tiempo es relativo y quizas las horas exactas de sufrimiento de Jesús en este contexto también es relativo. Igual que una semana de vacaciones parece durar menos que una semana laboral.
    Las emociones negativas, como el miedo, la ansiedad o la tristeza, suelen activar respuestas más intensas en nuestro cerebro y cuerpo que las emociones positivas, como la felicidad o el placer.
    Mi experiencia en la vida es que todos los logros cobran mucho esfuerzo, sufrimiento y dedicación para tener una hora de euforia.

    ResponderEliminar
  2. Querido Andrés, no voy a dejar pasar la oportunidad de compartir una reflexión que considero todos deberíamos de hacer, y más en estos momentos. ¿Qué es ser un buen cristiano?, habrá opiniones para todos los gustos, habrá quien sienta la certeza absoluta de pensar que lo es y quien por el lado contrario piense que siempre se puede mejorar, ahí me encuentro yo, en la más absoluta convicción que siempre se puede mejorar, en todas las facetas de la vida pienso que considerarte el mejor significa hacer ver que estás entre los peores. Para mi un buen cristiano no es el acude todos los domingos a misa, ni el que aporta en las colectas, ni el que reza todas las noches antes de dormir… hay más cosas, muchas más, y no seré yo quien se atreva a decir quien lo es y quien no lo es. Simplemente quiero que todos a la hora de ir a dormir reflexionemos un poco sobre aquello en lo que podemos mejorar, la paciencia, el respeto hacia los demás, el amor al prójimo…Si Jesús estuvo 6 horas en la cruz por nosotros, que no podremos hacer nosotros por los demás. Hagamos de nuestra existencia una razón para albergar la esperanza de un mundo mejor.
    Gracias Andrés por ser como eres, por intentar guiar a todos los que nos acercamos a ti y por formar parte de nuestra familia. Un abrazo enorme de los tres.

    ResponderEliminar