22-5-2016 SANTISIMA TRINIDAD (C)
Hace unos años en Alemania hubo una encuesta en la que
preguntaban si sabían lo que se celebraba el día de Pentecostés (en Alemania es
una gran solemnidad con tres días seguidos festivos). Un porcentaje alto de
encuestados contestaron que no sabían lo que se celebraba y, entre los que
dijeron que sí lo sabían, al pedirles que se explicaran, lo hicieron
erróneamente. Pues bien, hoy
celebrábamos la Santísima Trinidad. Si hiciera una encuesta a continuación
entre vosotros sobre lo que significa o es la Santísima Trinidad, ¿qué me
contestaríais?
A
continuación voy a decir algunas ideas sobre Dios, que nos ayuden a profundizar
en Él:
- Con
frecuencia he oído a gente que todos los hombres creyentes adoramos al mismo
Dios y que es lo mismo que lo llamemos ‘Alá’, ‘Jehová’, ‘Jesús’ o de cualquier
otro modo, pues no estamos refiriendo a la misma realidad. Y esto es cierto en
parte, pero en otra parte es falso. Veréis, cuando los musulmanes dicen ‘Alá’
se están refiriendo más bien a lo que nosotros llamamos Dios Padre. Lo mismo
pasa con los testigos de Jehová. Para ellos (y por desgracia para muchos
cristianos o católicos) Cristo sería sólo un hombre extraordinario o como mucho
un dios de segunda categoría; y lo mismo pasaría con el Espíritu Santo.
Nosotros los cristiano-católicos creemos en
un solo Dios, pero que tiene tres personas distintas: Dios Padre, Dios Hijo y
Dios Espíritu Santo. Son tres personas diversas, pero con una única naturaleza:
la divina. Tan Dios es el Padre como el Hijo o como el Espíritu Santo. En
el prefacio de la Misa de hoy se dice muy claramente esto: “Que
con tu único Hijo y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor; no una
sola Persona, sino tres Personas en una sola naturaleza. Y lo que creemos de tu
gloria, porque tú lo revelaste, lo afirmamos también de tu Hijo, y también del
Espíritu Santo, sin diferencia ni distinción. De modo que, al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna divinidad, adoramos
tres Personas distintas, de única naturaleza e iguales en su dignidad”.
- Además,
no hay jerarquía entre las personas divinas, en el sentido de que uno sea mayor
que otro, sino que las tres Personas tienen “misiones” distintas. En el credo
niceno-constantinopolitano se profesa esto: Del Padre se dice que es “todopoderoso, creador del cielo y
tierra, de todo lo visible y lo invisible”; del Hijo se dice que por él “todo fue hecho; por nosotros los
hombres y por nuestra salvación bajo del cielo, se encarnó en María y se hizo
hombre, por nuestra causa fue crucificado, resucitó y subió al cielo, y está
sentado a la diestra del Padre para juzgar a vivos y muertos, y su reino no
tendrá fin”; del Espíritu
Santo se dice que “es dador de vida y que habló por
los profetas”.
- Cuando
oramos, ¿a quién nos referimos en nuestra oración? ¿A Dios Padre, a Dios Hijo,
a Dios Espíritu Santo, o a Dios simplemente? Lo correcto es, creo yo, ir
pasando en nuestra oración por las distintas etapas y en distintos momentos
dirigirse a uno y a otro, hasta que en nuestra mente, en nuestra experiencia,
en nuestra fe distingamos perfectamente la acción de una persona divina o de
otra, y seamos creyentes trinitarios y, por tanto, tengamos la fe que Cristo
nos ha anunciado en su evangelio y después nos ha predicado la Iglesia.
-
Pero ya, para terminar, os voy a narrar un cuento y un episodio verídico sobre diversas personas
que se relacionan con Dios y, pienso yo, que están más cerca de Él que otros
que sabemos más teología de Dios. A ver si os gustan:
* “Cuando el barco del obispo se detuvo durante un día en una isla
remota, decidió emplear la jornada del modo más provechoso posible. Deambulaba
por la playa cuando se encontró con tres pescadores que estaban reparando sus redes
y que, en su elemental inglés, le explicaron cómo habían sido evangelizados
siglos atrás por lo misioneros. ‘Nosotros ser cristianos’, le dijeron,
señalándose orgullosamente a sí mismos. El obispo quedó impresionado. Al
preguntarles si conocían la oración del Señor (el Padrenuestro), le
respondieron que jamás la habían oído. El obispo sintió una auténtica
conmoción: ‘¿Cómo podían llamarse cristianos si no sabían algo tan elemental
como el Padrenuestro?’ ‘Entonces, ¿qué dicen cuando rezan?’ ‘Nosotros levantar
los ojos al cielo. Nosotros decir: Nosotros somos tres, Tú eres tres, ten
piedad de nosotros’. Al obispo le horrorizó el carácter primitivo de su
oración. De manera que empleó el resto del día en enseñarles el Padrenuestro.
Los pescadores tardaban en aprender, pero pusieron todo su empeño y, antes de
que el obispo zarpara al día siguiente, tuvo la satisfacción de oír de sus
labios toda la oración sin un solo fallo. Meses más tarde el barco del obispo
acertó a pasar por aquellas islas y, mientras el obispo paseaba por la cubierta
rezando sus oraciones vespertinas, recordó con agrado que en aquella isla
remota había tres hombres que, gracias a sus pacientes esfuerzos, podían ahora
rezar como era debido. Mientras pensaba esto, sucedió que levantó los ojos y
divisó un punto de luz hacia el este. La luz se acercaba al barco y, para su
asombro, vio tres figuras que caminaban hacia él sobre el agua. El capitán
detuvo el barco y todos los marineros se asomaron por la borda a observar aquel
asombroso espectáculo. Cuando se hallaban a una distancia desde donde podían
hablar, el obispo reconoció a sus tres amigos, los pescadores. ‘¡Obispo!’,
exclamaron, ‘nosotros alegrarnos de verte. Nosotros oír tu barco pasar cerca de
la isla y correr a verte’. ‘¿Qué desean?’, les preguntó el obispo con cierto
recelo. ‘Obispo’, le dijeron, ‘nosotros tristes. Nosotros olvidar bonita
oración. Nosotros decir: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre, venga a nosotros tu Reino... Después olvidar. Por favor, decirnos
otra vez toda la oración’. El obispo se sintió humillado. ‘Vuelvan a sus casas,
mis buenos amigos’, les dijo, ‘y, cuando recen, digan: Nosotros somos tres, Tú
eres tres, ten piedad de nosotros’”. ¿Por
qué dijo esto el obispo? Pues porque comprendió que, con toda su teología,
aquellos pobres ignorantes tenían una fe más sencilla y fuerte que él, y por
eso su fe les permitía caminar sobre las aguas y, sin embargo, ser humildes
para pedir ayuda y aprender oraciones.
*
Y ya para terminar quiero leeros un trozo de una carta de una mujer de mediana
edad sin cultura y con la EGB simplemente para que veamos cómo actúa en ella el
Dios trinitario y la va llevando en esta vida. Ella cumple en evangelio al pie
de la letra (piso que tiene en una ciudad y que deja a unos primos, que no
miraron para ella, pero que ahora lo necesitan y no les cobra nada. Cuando yo
le pregunté que por qué hacía eso, me contestó que el evangelio decía que hay
que dar a quien te pide y no volver la espalda a quien pide prestado). Queriendo
cumplir así el evangelio y ser fiel a Dios, éste la va iluminando y de ahí
estas letras que me escribió el día de Pentecostés:
“Yo quiero escuchar lo que
la gente me diga, pero sin disculparme, sino más bien analizarme en lo que soy
juzgada, pues aunque yo lo no vea, puede ser que los demás tengan razón. Pues
yo ahora me doy cuenta que cada uno ve con verdad lo que vive y, cuanto más
sienta su verdad y más seguro esté de sí mismo, más está frenando la acción de
Dios, su luz, su verdad. Por eso, para mí ahora, procuro siempre desconfiar de
mí, analizarme y dejarme reprender, con paz y amor. No sé si me explico [...]
Mucho deseo tengo de Dios. Si vieras las cosas que le digo. ´Él es mi centro;
estoy enamorada de Él. ¡Cómo me gustaría ser buena! A veces me ocurre ver a
personas que sin querer no sé qué fealdad veo en ellas. Yo no las juzgo, rezo
por ellas. Lo mismo hago por los que me juzgan, me critican o no me quieren. Yo
las amo, las quiero de corazón. No me cuesta nada quererlos, pues siento amor
por ellas”.
Padre Andrés, yo de la Santísima trinidad,sé lo que me enseñaron en el catecismo,Eran Padre, Hijo, Y Espíritu Santo , Tres personas distintas y un Solo Dios Verdadero.Gracias por enseñarnos tantas cosas,con ejemplos incluidos.
ResponderEliminarGracias a Vd he descubierto el trato con ls Stma Trinidad y es edificante y me llena de paz.un saludo
ResponderEliminarO SANTÍSIMA TRINIDAD ven en ayuda nuestra "te necesitamos tanto" estamos aquí a tu disposición,abrenos nuestro entendimiento para darnos cuenta que nunca estamos solos GRACIAS SEÑOR
ResponderEliminarQuerido cura de Tapia,
ResponderEliminarGracias por tu trabajo. Nos lo das tan masticado que no queda más que digerirlo y sacarle provecho. Conocía la historia del obispo pero volver a leerla me ha gustado mucho y da alegría recordar el mensaje implícito que lleva, cuánta fe en las personas sencillas!!!!!! Es bueno reconocer la sencillez de las personas de buen corazón.
un abrazo para cada un@ y gracias, nuevamente
LO DEL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD,ES ESO:UN MISTERIO.EL PADRE ES DIOS, EL HIJO ES DIOS, Y EL ESPÍRITU SANTO ES DIOS.NO SON TRES DIOSES, SINÓ TRES FORMAS DE MANIFESTARSE DIOS.
ResponderEliminarEN LA CLASE DE RELIGIÓN, UN DIA, ENCONTRÉ ENTRE LOS MATERIALES QUE MANEJABA, UN EJEMPLO MUY BUENO PARA QUE LOS NIÑOS LO ENTIENDAN, Y NOS PUEDE SERVIR TAMBIÉN A LOS MAYORES:
SE PUEDE COMPARAR ESTO CON LOS ESTADOS DEL AGU: SÓLIDO, LÍQUIDO Y GASEOSO.TODO ES AGUA, PERO
EN FORMA DIFERENTE.ALGO ASÍ, PUEDE SER RSTE MISTERIO:LAS TRES PERSONAS SON DIOS, PERO MANIFESTADAS DE FORMA DIFERENTE.
ESTO ES UN ACERCAMIENTO A LA IDEA , QUE YO TENGO.PERO NO OLVIDEMOS QUE ES UN MISTERIO, Y COMO TAL, LA MENTE HUMANA, NO ALCANZA A COMPRENDERLO!!! GRACIAS SANTÍSIMA TRINIDAD!!!